conciertos

SC en concierto - 3ª Parte

Noche de Sábado en el Summercase 2007. ¡Subidón! ¡Subidón! ¡Subidón!

Puedo decir sin miedo a equivocarme que esta ha sido una de las mejores noches de música en directo de mi vida. Y no exagero.
Creo que difícilmente podré olvidarla.

Desde que entramos, a eso de las nueve de la noche, hasta que nos fuimos sobre las cinco y media de la mañana, todo cuadró a la perfección, y sólo tuvimos momentos Up, Up, Up.......

Creo que todo lo que vimos estuvo realmente impresionante, fue ir de un espectáculo a otro, a cual mejor. Aún así nos dejaríamos cosas en el tintero (lamentablemente es materialmente imposible ver todos los conciertos que se suceden en una noche), pero absolutamente todo lo que ví me encantó:

1.- Lily Allen - Empezamos con esta simpática chica, y desde que llegamos, el buen ambiente ya estuvo asegurado. Me cayó muy bien, y me gustó su versión de una de mis canciones favoritas de todos los tiempos, el "Heart of Glass" de Blondie.




2.- Phoenix - Hicieron un concierto impecable. Era la primera vez que veía a los elegantges francesitos, y espero que no sea la última. Nos regalaron muy buenos momentos.




Creo que nunca estuve tan cerca de Sofia Coppola. ;-))




3.- PJ Harvey - Nos pasamos un momento a verla, pero lo que vimos era un pelín soporífero y aburrido, y es cierto que no aguantamos mucho. En su lugar nos fuimos a descubrir algo nuevo.


4. - The Whitest Boy Alive - Fue para mí uno de los descubrimientos más interesantes de la noche. Este chico y su joven banda nos dieron todo un ejemplo de cómo se puede dar diversión y buenas vibraciones a la gente. Todo un momentazo.




5.- Astrud - Sonaban muy bien. Tan geniales como siempre. Pero esta vez les vimos sólo durante media hora (de hecho no les hice ni una sola foto), porque ya hemos estado en muchos de sus conciertos, y porque dentro de poco les volveremos a ver. Además tuvimos que ir corriendo a coger sitio para el "gran espectáculo" de la noche.


6.- Arcade Fire - Hacía mucho tiempo que no veía a una masa tan enfervorizada vitoreando a un grupo. Ver a tantos miles y miles de personas corear las épicas canciones de la superbanda fue todo un espectáculo. Son realmente geniales. Definitivamente esta gente son muy grandes. Bigger Than Life!!

(Obviamente la foto no hace justicia al momento que nos hicieron vivir, pero entre tanta gente, tanto calor, tanta buena música, tanto empujón y tanto baile esto es lo mejor que pude sacar. Jajajaja...)


7.- LCD Soundsystem - El momento cumbre de la noche llegaría con este señor. ¡Qué manera de tocar en directo, por dios! ¡Qué energía! ¡Qué música! Este tío es realmente increíble, pero su banda no se queda atrás (incluida la chinorri). Definitivamente esta gente saben emocionar y hacer bailar al público como nadie. ¡Inolvidable!




8.- Scissor Sisters - Para mí fue (a pesar del cansancio) uno de los momentos más vivos, divertidos y frescos de la noche. Nunca los había visto en directo, y ya me apetecía, ya.



Fue una locura bailar sus hits (tan gays, por otra parte) entre tanta gente (hetera en su mayoría, por otra parte) totalmente entregada. Sin duda un momento importante. Reí, disfruté, ví y bailé como un niño. Pero es que ver moverse a Jake Shears y Ana Matronic es todo un espectáculo para la vista. ¡Puro cabaret!



Su fin de fiesta fue tan subido de tono como acostumbran. Sexy es poco...


(Alguna vez colgaré el video que grabé con el estupendo culo de Jake (me encanta este tío))


9.- 2manydjs - Siempre me ha gustado mucho lo que suelen pinchar los hermanos belgas, pero hasta ahora nunca antes los había oido en directo. A esa hora nuestros cuerpos no daban mucho más de sí, pero me alegró verlos (y oirlos) aunque sólo fuera por un rato.


Fue una pena que Mika había anulado su concierto - por motivos de salud, argumentaron -, porque si no ya hubiera sido apoteósico.


Creo que eran casi las seis de la mañana cuando salimos de allí. Exhaustos y felices. Muy felices.

Definitivamente esa noche no se me olvidará en mucho tiempo.

SC en concierto - 2ª Parte

A las seis y media de la tarde (bueno, yo llegué un pelín tarde) ya había quedado con Xabi y Telecine, mis dos compañeros en esta increíble aventura de un festival de música pop/rock - lo cierto es que es una aventura apasionante -, para irnos para allá con tiempo.
Es difícil describir las sensaciones que produce recién llegar al recinto, dar una vuelta y empezar a conocer todo aquello y ver a la gente (¡y vaya gente!) que circula por allí.

Mis UPs and DOWNs de la primera jornada fueron los siguientes:

UP:
1.- !!! - (Sin lugar a dudas lo mejor del primer día) (No se puede explicar lo que vimos y sentimos en esa carpa)

2.- DJ Shadow - (Porque este tio es un puto genio)

3.- Badly Drawn Boy - (Porque me cayó bien, aunque aún me pregunto cómo pudo aguantar con esa cazadora y ese gorro de lana, con la que estaba cayendo)

4.- Kaiser Chiefs - (Porque molan, son simpáticos, y empezaron su concierto con un auténtico bombazo)

5.- The Chemical Brothers - (Por sus visuales y por la que tenían montada cuando nos fuimos, sobre las cuatro de la mañana, agotados por el cansancio)


DOWN:
1.- Jarvis Cocker - (Me jodió que no cantara ni un solo tema de Pulp) (¡¡para eso estábamos allí!!)

2.- James - (Me han gustado durante toda mi vida, pero ese buenrollito campreste que llevaban era de lo peor, la verdad)

3.- The Jesus and Mary Chain - (Sólo me gustó cuando en la lontanaza oí su estupendo "Just Like Honey") (Atención hoy en Barcelona, que Scarlett Johansson lo mismo sube a hacerles los coros, ya que, como todos sabemos, la moza rueda por allí)

4.- Air - (Aburridos y sosos hasta decir basta, no me explico cómo pueden hacer un directo tan insulso con los discos tan buenos que tienen (¡y mira que soy superfan!))

5.- OMD - (De vergüenza ajena)


Hubo algunas cosas que me perdí, como Electrelane (que me dió rabia no ver) o Felix Da Housecat (tocaba demasiado tarde), y algún que otro descubrimiento interesante (como Ratatat), pero la noche dió mucho de sí, y queríamos reservarnos para la segunda noche, que también será apoteósica.


Aún no me puedo creer que esta noche estaré bailando y disfrutando de la música de gente como Arcade Fire, 2manydjs, Scissor Sisters, PJ Harvey, Astrud, Bloc Party, LCD Soundsystem, Phoenix, Editors, entre otros muchos.
Esos serán mis momentos cumbres de esta noche. Prometo seguir disfrutando.

Y mañana será otro día... (Para descansar)

SC en concierto

Bueno, pués ya estamos de vuelta. Lo mejor que puedo decir es que pasemos página. Ya está. Olvidado, y basta.

Menos mal que hoy ha llegado uno de los días más esperados de mi verano. Hoy empieza, por fín, el Summercase, con este impresionante cartel:




Uno de los mejores festivales de música de este verano, y uno de los sitios donde más me gustaría estar ahora mismo.
Aún no me puedo creer que esta noche estaré bailando y disfrutando de la música de gente como James, DJ Shadow, Jarvis Cocker, Electrelane, The Jesus and Mary Chain, !!!, Kaiser Chiefs, The Chemical Brothers o Air, entre otros muchos.

Esos serán mis momentos cumbres de esta noche. Prometo disfrutarlo(me) a tope, y resarcirme de lo de anoche (¡dios mío, nunca había visto tanto pijo junto!, ¡¿a quién se le ocurre ir a un concierto con los niños de ocho (8) o nueve (9) años?!), y convencerme que aún no está todo perdido. Claro que no.

Y mañana será otro día...

PR en concierto

Esta noche iré al concierto de Paulina Rubio en el escenario del Conde Duque (un lugar estupendo para conciertos, por cierto).

Nunca me ha gustado nada esta chica (bueno, reconozco que tiene unas buenas piernas y un culo bonito), pero a Mr E le hacía ilusión, y me ha invitado al concierto, por lo que no me pude negar. ;-))

Pienso que es una de esas cantantes que hace música chillona, superficial y para adolescentes - o pre adolescentes -, pero ¿a quién no le apetece pasar una noche calurosa de verano en un entorno reluciente, y de purpurina, lleno de adolescentes - o pre adolescentes - con ropa de marca, o sentirse uno de ellos? Jajajaja...

Reconozco que es una hortera de cuidado, pero a todos nos han gustado siempre los horteras, ¿no?

Además, como soy una persona de mente abierta e interesado por (casi)todo (ejem), estoy seguro que sacaremos mucho partido a este concierto, aunque sólo sea poniendo a parir o riéndonos de los modelitos de los famosillos de turno y celebridades de medio, o de pelo entero, que veremos por allí.

La verdad es que tiene delito ir a este concierto en lugar de al de Björk, al que tenía muchas ganas de asistir, y al cuál llevaba dándole vueltas desde hace un montón de tiempo. Pero pensándolo bien, no me apetecía nada gastarme ochenta (80) euros para ver a esa señora dando grititos. Aunque pensándolo bien esta rubia mejicana tampoco se quedará corta en lo de los chilliditos.

Ayer estuve en el messenger hablando con mi sobria M, de once (11) años, y al comentarle que iba a este concierto se puso como loca y me pidió que le pidiera un autógrafo o le hiciera alguna foto. Por supuesto que lo haré. Me llevaré la cámara de fotos, disfrutaremos del concierto, nos lo pasaremos estupendamente y por supuesto que disfrutaremos de una estupenda noche de verano al aire libre. Por supuesto que le regalaré la foto a mi sobrina.

Y mañana será otro día...

La vie est belle

..., y con Rufus Wainwright mucho más.

Hoy es el día internacional de la música, además del día más largo del año.
Y para celebrarlo no se me ocurre nada mejor que asistir al concierto de Rufus Wainwright en La Riviera. Iré con mis buenos amigos Xabi, Cosimo y MJ, y estoy convencido que pasaremos una noche inolvidable.

Creo que va a ser la cuarta vez que vea al artista canadiense en un espacio de casi dos años, y no puedo esperar más.
Estoy emocionado, porque es uno de los pocos artistas que en la actualidad me entusiasman de verdad.

Si sus discos son obras maestras, verlo interpretarlos en directo me deja sin palabras. Yo al menos lo disfruto enormemente.
No puedo evitarlo, me gusta mucho.

Si ya el año pasado (al hacer mis listas de lo mejor del año) dije que descubrir a este cantante había sido una de las mejores cosas que me habían pasado aquél año, éste digo que seguir conociéndolo mejor - no sólo sus letras o cómo interpreta sus temas, sino también su forma de ser o de pensar - es de lo mejorcito que me está pasando (sobre todo en este año tan lleno de malas noticias).

Así pués, prometo disfrutarlo al máximo y dejarme seducir y enamorar de nuevo por su música en directo. Creo que es un buen plan para pasar este primer día de verano.

Por cierto, hablando de buenos planes y de verano, nos os perdáis la última portada del chico en la revista británica attitude, - que por cierto, me viene que ni al pelo -.



La pillé de casualidad el martes por la noche corriendo por el aeropuerto de Gatwick a punto de perder el avión, y menos mal que al menos me dió tiempo para comprarla porque el interior es tan interesante como promete la portada.

Para muestra, un botón...

Super Mika

¡MIKA en Madrid!

Atención, queridos lectores.

¡Os aviso que las entradas para el concierto de MIKA el próximo sábado 14 de Abril en Madrid se están vendiendo como rosquillas (con su agujero y todo)!



Imagino que será la primera oportunidad que tenemos de verlo en directo antes de que se convierta en una estrella planetaria. Así que habrá que aprovecharlo.



Yo ya he sacado mis dos entradas: para Mr E y para mí.

¡¡Yo sólo estoy avisando...!!

Al otro lado del arco iris

Siempre me hubiera gustado ser una mosca de esas que se mete por algún agujero y pueda estar en un lugar concreto y asistir a algún que otro hecho histórico determinado (se me ocurren cantidad de sitios en los que hubiera dado lo que fuera por haber estado allí en un momento concreto).
Pero por ejemplo hubiera hecho cualquier cosa por estar el pasado domingo 25 de febrero en Londres, en el teatro Palladium más exactamente.

Y es que la noticia es la siguiente:

Rufus Wainwright recrea clamorosamente en Londres el mítico concierto que Judy Garland ofreció en el Carnegie Hall de Nueva York el 23 de abril de 1961

"
En casa de los Wainwright, enterrada bajo una pila de papeles, había una vieja fotografía en blanco y negro. En ella, de espaldas al objetivo, una chica con dos largas trenzas sujeta un enorme banjo frente a un bebé que la mira entre aburrido y perplejo. La chica es Kate McGarrigle, esposa de London Wainwright III -acerado cantautor de finales, respetadísimo en los círculos intelectuales de la Costa Este-, y el bebé es su hijo, el pequeño Rufus. La madre, gran dama del folk canadiense, recuerda cómo algunos años más tarde seguía intentando enseñar a su hijo, que ya era un niño, a cantar una canción de folk. Se recuerda tocando el mismo banjo e incapaz de arrancarle una sonrisa.

La poca receptividad de su hijo entristece a Kate, que se sirve otro whisky escocés y se sienta al piano para expresar su amargura a través de otro tipo de canciones. No aquellas que hablan de montañas, ríos y héroes solitarios, sino otras compuestas en medio de la agitación de Nueva York. Canciones de Irving Berlin, George Gershwin o Cole Porter. Y ocurrió algo inesperado. El niño se acercó a la madre. La cara apática se había convertido en una sonrisa. "Enséñame esas canciones, mamá", le dijo. "Eso es lo que quiero aprender". La madre no desaprovechó el momento: "De acuerdo, empezaremos por la que, en mi opinión, es la mejor de todas ellas, Somewhere over the rainbow".

Hoy, el neoyorquino Rufus Wainwright tiene 33 años y es mucho más que uno de los referentes más celebrados de su generación. Es un joven dandy, un icono gay y un megalómano capaz de embarcarse en alucinantes proyectos como el que está a punto de materializarse esta noche. Es domingo 25 de febrero y estamos en el teatro Palladium de Londres. Rufus Wainwright no sólo va a cantar aquella primera canción que le enseñó su madre. Eso sería demasiado fácil. Va a reproducir, canción por canción, el mítico concierto que Judy Garland (1922-1969), la Dorothy Gale de El mago de Oz, una de las grandes estrellas de la época dorada del musical de Hollywood, ofreció en el Carnegie Hall de Nueva York la noche del 23 de abril de 1961. Un concierto recordado en los libros como "la noche más grande de la historia del mundo del espectáculo", y recogido en un doble álbum (Judy at Carnegie Hall) que se ha convertido en clásico.

Hace semanas que no quedan entradas para el concierto.El público no es el habitual del artista: muchas más personas por encima de los 70 años que por debajo de los 40. Ayuda, probablemente, que el precio de las entradas sea de 75 libras. Están un elegante Jeremy Irons, la artista Sam Taylor-Wood y Neil Tennant, la mitad del veterano dúo Pet Shop Boys y productor del próximo disco de Rufus, Release the stars, a la venta en mayo.

Sobre el escenario, una orquesta con más de 30 músicos. Violines, violas, violonchelos, contrabajo, metales, percusiones, guitarra y, en el centro, un gran piano de cola. Entra el director de orquesta, un joven con cierto parecido a Rufus. La orquesta interpreta una obertura, y aparece Rufus. Lleva un ajustado traje de leopardo dorado de Viktor & Rolf. Se sitúa ante el pie del micro, recibe una gran ovación y se arranca con When you’re smiling. Las canciones han sido trasladadas a un tono más grave para ajustarse a la voz del cantante.
Sigue al detalle el repertorio del mítico concierto y respeta hasta sus pausas. El concierto prosigue con el joven director de la orquesta sentado al piano. Se le alegra la cara al recibir un piropo de Rufus -"es casi tan guapo como yo"- y desgranan un par de canciones íntimas.

"Otra cosa que comparto con los Garland es que tengo una familia alucinante", dice Rufus. "Quiero dar la bienvenida a mi hermana Martha". Y aparece ella, cantante de folk pop de 30 años. Rufus sale de escena y su hermana canta una espectacular Stormy weather. Es el principio del desfile familiar. Rufus anuncia otra invitada y sale la madre, delgada, en un traje de chaqueta y pantalón dorados. Se sienta al piano un instante, se disculpa y vuelve disparada por donde ha venido. "¿Qué habrá olvidado?", se pregunta en alto el hijo. La madre vuelve con una cegadora cajita de lentejuelas plateadas. "Ah, se la regalé yo estas navidades", cuenta Rufus.

Suenan unas notas del piano, y ahí están los dos: los mismos que salían en aquella foto en blanco y negro. Madre e hijo tocando solos aquella primera canción que ella le enseñó. La canción que le hizo a Rufus Wainwright interesarse por la música. Somewhere over the rainbow: en algún sitio al otro lado del arco iris. Aquella con la que la pequeña Dorothy Gale expresaba su deseo de salir de ese mundo gris en el que vivía y descubrir ese otro mundo luminoso que se encontraba al otro lado del arco iris. La madre mira con orgullo al hijo al que crió sola, convertido en una estrella, después de superar años de excesos y adicciones.
La canción termina con todo el público puesto en pie. Pero hay más sorpresas. Rufus llama al escenario a Lorna Luft, hija del tercer matrimonio de Judy Garland, y cantan a dúo, abrazados, After you’ve gone. Rufus se despide con Chicago, y todo el público se pone de nuevo en pie. Es una noche de incondicionales.

Para la primera tanda de bises, llama de nuevo a Lorna Luft, que canta a solas I could go on singing, una canción de la última película de su madre, que se grabó aquí en el Palladium londinense, en 1963. "¡Qué noche tan grande!", dice Lorna emocionada. "Deseo agradecer a Rufus que haga esto a la memoria de mi madre". Ahora salen Martha y Kate. "¿Llevas las gafas, mamá?", bromea Rufus.

La madre se sienta al piano y los hijos cantan por turno. Kate se queja de que su pantalón es muy ajustado. "Enséñanos el culo, mamá", le pide Rufus. Y la madre se levanta y muestra su espalda al público, que despide a las chicas puesto de nuevo en pie. El concierto llega a su fin con una apoteósica versión de San Francisco en la que Rufus acaba tirado por el suelo, en una de esas apoteosis rufusianas que provocan el clamor de sus seguidores. También aquí, en el Palladium.





Queremos tanto a Liza...
Rufus se quita durante el concierto la chaqueta y exhibe una camisa gris desabrochada, un chaleco negro y un gran broche de una mariposa en la solapa. "Sí, soy homosexual", dice, por si quedaba alguna duda, y recibe otra calurosa tanda de aplausos.
Actúa con las tablas de un showman superdotado, con un total dominio de la situación, y convence hasta a las señoras más ancianas entre el público, nostálgicas de Judy Garland, a las que logra arrancar sonrisas y hasta alguna lágrima.
Tras un intermedio de 20 minutos, comienza el segundo acto con That’s enterteinment. Ahora lleva un traje gris, camisa blanca, un lazo negro al cuello y, en la solapa, otro broche dorado con una barroca flor. "En este punto del disco Judy cuenta una historia sobre la prensa británica. A mí siempre me ha tratado bien, de modo que, en vez de eso, contaré la historia de una de mis relaciones con los Garland. Mi padre creció con Liza Minnelli [hija de Judy Garland] en Beverly Hills. Mi abuelo solía dejarle a mi padre en casa de los Garland, lo cual explica mucho de todo esto", dice, provocando otra carcajada. "Resulta que mi padre se enamoró de Liza. Pero mi familia se tuvo que marchar. Así que la destinataria de la primera carta de amor que escribió mi padre fue a Liza Minnelli".
"

Morrisey

Es indudable lo importante que es Morrisey para nuestras vidas. Bueno, para las de algunos más que para las de otros (para la mía sin duda lo es).

Y también debe serlo para este señor de cuya historia quiero hablaros aquí. Resulta que Ryan McGinley ha recorrido durante meses (o años) muchos lugares donde actuaba Morrisey en directo, y le hizo cantidad de fotos que ahora han salido a la luz. De hecho forman parte de una exposición de fotografía que se ve estos días en una galería de arte en Nueva York.

Me parece tremendamente poético dedicar tanto esfuerzo de tu vida a tan loable entretenimiento, y encima convertirlo en arte.
Porque además las fotos son maravillosas obras de arte.

















¡Preciosas!

Además la entrevista al artista es de lo más jugosa:

"FROM FRANCE TO MEXICO, LATELY WHEN THE MYTHIC MORRISSEY TAKES CENTER STAGE, NEW YORK PHOTOGRAPHER RYAN McGINLEY IS SOMEWHERE IN THE CROWD PHOTOGRAPHING. A NEW EXHIBITION CELEBRATES THE MOZ AND ALL OF THE HEARTS BEATING FOR HIM

QUESTION: What initially attracted you to Morrissey?
RYAN McGINLEY: When I was about 12, my older brother Paul was really into the Smiths. I loved the cover of Meat Is Murder, and I took his record and taped it in my locker at school. I didn’t really get into the music until I was 16. My friend had a brother who was one or two grades ahead of us who listened to Morrissey. We all wore Doc Martens and big army coats and sat in his basement listening to it. I couldn’t believe how someone so far away could speak so directly to me. How he could speak so simply, addressing so many of the issues I was dealing with. He’s having a laugh and, at the same time, he’s being deadly serious. He has a way of saying exactly what I need to hear. These are my songs just like they are everyone else’s, but they are still mine.
Q: What will the photos in your show at Team Gallery look like?
RM: The exhibition is about the Morrissey concert experience. The photos are made from when the music starts until it ends. The pictures are of the individual fans, the audience, the front row, in the middle of the crowd, and Morrissey onstage.
Q: How did your project arise?
RM: Before I got permission to photograph Morrissey I would go to the concerts and hide cameras in my underwear and rolls of film in my socks. After I started getting back photos from the shows, I realized that I wanted to do something bigger. Now that I have access, I can shoot as much as I want to but I kind of miss the thrill of sneaking pictures.
Q: How did you make your photographs different from the usual concert shots?
RM: The idea was to capture the feeling from a fan’s perspective attending a Morrissey concert. The great thing about shooting him is that he’s so active. He knows about the drama and opera of performance. He invented those classic Smiths moves, whipping around his microphone cord, shaking his hips, and throwing his wrists back and forth in the air. All of my work is people performing or being active in front of the camera, so taking pictures of Morrissey made perfect sense. Photographing the concerts is my way of expressing my appreciation to him.
Q: What’s your favorite part of the show?
RM: The time right before he goes onstage is so peaceful and also exciting. It’s dark and quiet but the anticipation is intense. It feels very religious. Fans start chanting “Morrissey, Morrissey, Morrissey.” I also love the encores. It’s a tradition for fans to jump up onstage and express their love for him. They hug him, they kiss him, they cry. I love their desperation.
Q: How is touring?
RM: The life of hopping on a train or a plane every day for a new show is beautiful. There is something very romantic about it. All the things that happen along the way, the people you meet, the experiences. After the show ends you always want more and can’t wait for the next one. I’ve had some of the best times in my life going to Morrissey shows.
Q: What are the fans like?
RM: I really admire the fans lining up a full day before each concert to get a spot in the front row. These are the hardcore Morrissey fans. They should seriously get a medal. I think they do it because they want to express to him how grateful they are for what he’s given them. When you are in the front he always makes eye contact with you at some point during the show. If you’re lucky he might sing to you or touch your hand. It’s nice to be noticed by someone that you really admire. He understands what it means to be a fan. He’s the ultimate fan who turned ultimate star.
Q: What is your favorite Morrissey song?
RM: The song I most relate to is “There’s a Place in Hell for Me and my Friends.” I’ve always thought that it could be the theme song for my life.
Q: After going to all these shows, what would be your ideal Morrissey set list?
RM: 1. Hairdresser on Fire
2. Girl Least Likely To
3. Boxers
4. Come Back to Camden
5. You Know I Couldn’t Last
6. First of the Gang to Die
7. King Leer
8. There Is a Light that Never Goes Out
9. Sing your Life
10. I’ve Changed my Plea to Guilty
11. Trouble Loves Me
12. Such a Little Thing Makes such a Big Difference
13. Jack the Ripper
14. To Me You Are a Work of Art
15. Now My Heart Is Full
16. There’s a Place in Hell for Me and my Friends
encore...
17. The More You Ignore Me, the Closer I Get
Q: After the exhibition happens, will you continue going to Morrissey shows?
RM: I’ll always go. I’ll drop everything and anything and I’m off."


El genio de Manchester se merece esto y mucho más.

Joven Orquesta Nacional de España

Esta noche apetece algo clásico.

A las diez y media de la noche asistiremos en el Auditorio Nacional a un concierto clásico de varios maestros interpretado por la Joven Orquesta Nacional de España.

El programa es el siguiente:

"Joven Orquesta Nacional de España
Director: Vasily Petrenko
Solista: Damián Martínez Marco, violonchelo
I
B. Casablancas: The Dark Backward of Time
D. Shostakovich: Concierto para violonchelo y orquesta nº 1 en Mi bemol mayor, Op. 107
II
G. Mahler: Sinfonía nº 1 en Re mayor, ``Titán´´"


Y es que no siempre de moderneces vive el hombre.

Concierto de REINONAS en Madrid

Concierto de Nancys Rubias, Fangoria y Pet Shop Boys.
¡Vaya trío de Reinas para una noche de Reyes!

¡Simplemente G-L-O-R-I-O-S-O!

 

Esto era lo que comentaba el periódico EL PAIS esta mañana:

"Ambiente festivo para una noche bailable con ritmos inteligentes. Es lo que se espera de gente como Pet Shop Boys y Fangoria, dos formaciones que tienen un grado de seguimiento que se acerca al culto. No digamos en la noche de Reyes, donde un público agradecido acude al Palacio de los Deportes con las expectativas casi aseguradas. Aparece en el escenario un individuo con chaqueta de chandal amarilla y una gorra blanca. También un elegante caballero vestido de frac y chistera. ¡Los Pet Shop Boys!, se inquieta el personal. Pero no, aunque lo parezca. Salen otros dos vestidos igual y luego otros dos. Finalmente, uno de los de la chistera parece ser Neil Tennant, cantante, y uno de los de chandal, su compañero Chris Lowe. Sí, estos sí que son los Pet Shop Boys, se aclara el personal cuando oyen al cantante abordar los primeros compases de la canción Left to my own devices, con la que iniciaron su actuación. Estos señores son unos bromistas. Es más, han hecho del humor una etiqueta. Forman parte de esos grupos que llevan el signo de marca grabado a fuego. Se lo han ganado durante 20 años. En disco y en directo, Pet Shop Boys tienen señas tan concretas que sus seguidores conocen hasta el último rincón de sus discos. Poco antes, había actuado Fangoria. Y había ocurrido lo mismo. El nivel de adhesión fue absoluto: es la feligresía de Olvido Gara. No hay dudas con ella. Su puesto no admite dudas en la escala de jerarquías del pop español. Siempre está en el nivel superior.

Olvido Gara, Alaska en una reencarnación anterior del pop, admira a los Pet Shop Boys, y es probable que Neil Tennant y Chris Lowe sientan lo mismo por la artista española a poco que la conozcan. Están hechos los unos para la otra, o al revés. Artistas inteligentes, de largo recorrido, con un fino olfato para hacerse un sitio dentro, pero no demasiado dentro, de las modas, o fuera de ellas, pero no demasiado fuera. Podía ser una gran noche.

Vestida de blanco, y con una guitarra del mismo color, la cara visible de Fangoria se esforzó por mostrarse asequible ante un recinto que, si bien no se abarrotó como en otras ocasiones, sí parecía técnicamente casi lleno: la pista, repleta y apretada; en las gradas del fondo, contrario al escenario, se apreciaban algunos huecos.

Los dos grupos principales de la noche, abanderados del pop electrónico español y británico, es decir, esa música tan proclive al petardeo, lograron acercar a más de 10.000 personas al recinto. Alaska es, para parte de esa gente, hedonista y divertida, un modelo a imitar, y no era raro vislumbrar entre la multitud pelucones rojos, malvas y rubios con los mismos cortes que ha lucido la divina mexicana a lo largo de su carrera, y daba lo mismo el sexo de quien lo luciera. Fangoria hizo una actuación marcada por una primera parte con toda la parafernalia escénica de blanco y una segunda trasmutada a negro. Se despidieron con el Rey del glam, una de sus canciones más antiguas.

Los Pet Shop Boys ofrecieron un espectáculo muy parecido al que llevaron este pasado verano al Cream Fields, celebrado en las playas de Almería, aunque pasaron por su último disco, Fundamental casi de soslayo. No faltó, como últimamente hacen, su ironía hacia U2, al enlazar la canción del grupo irlandés When the streets have no name, con el clásico de Matt Monro Can't take my eyes of you, de la que siempre se ha dicho que fue copiado por los mesiánicos irlandeses. En realidad, esa revisión irónica del pop es saludable. Se trata de una manera de desacralizar a los ricos y famosos, a costa de ser casi iguales en la riqueza y en la fama. Que es lo que corresponde a Pet Shop Boys."

¿...Y qué es lo que comenta el Lifeonmars del concierto?
Pues qué queréis que os diga, que me flipó, maravilló y entusiasmó a partes iguales.
Por gustarme me gustaron hasta las Nancys Rubias (maravillosa la camisa rosa chicle de la Nancy Anoréxica/Mario Vaquerizo), y últimamente eso se está convirtiendo en una tarea difícil. Pero reconozco que con ellos hasta me reí y bailé.
Fangoria volvieron a demostrarme porqué, aunque forman parte indisoluble de mi vida (a pesar de su último disco), siguen por el mal camino, y van de mal en peor. No consiguen emocionar. Aunque lo intentaron, no conectaron como veces pasadas, y es una pena. Pero Spunky sí que merece un monumento, ¡YA!

Los paso así por encima, por encima, porque lo mejor vino con los Pet Shop Boys.
¡Aaayy los Pet Shop Boys!....
¿Por qué me gustarán tanto? ¿Qué tendrán cuando si hasta vistos así de lejos y desde fuera, la gente que no los conozca puede pensar que son unos sosos y unos aburridos?
Pués no, señores. No son sosos. No son aburridos. Y este mundo es un lugar un poquito más agradable gracias a ellos.
Son inteligentes. Son irónicos. Tienen sentido del humor. Son elegantes. Tienen buen gusto. Han escrito algunas de las mejores letras de la historia de la música popular. Hacen estupendas canciones pop. Tienen una puesta en escena elegante, efectista y perfecta. Y lo más importante, tienen esa extraña habilidad de hacernos bailar y emocionarnos al mismo tiempo. Poca gente lo consigue.

Hubo muchos momentos memorables. Pero para mí, uno de los más emotivos fue el abrazo con Xabi y Telecine mientras bailábamos y nos volvíamos locos con el "The Sodom and Gomorrah Show". Para mí, una de las mejores cosas que han sucedido en el 2006, y una canción que ya quedará para siempre en los anales de mi historia particular.

Reyes y Reinas por doquier

Hoy es un día para celebrar, festejar y divertirse.

Hay muchos motivos para celebrar. Mucho que festejar. Y la diversión estará asegurada.

Esta noche vienen los Reyes Magos, y debo reconocer que he vuelto a (re)descubrir esa fiesta y me he vuelto a ilusionar con su magia.
Trás tantos años fuera, y después de tanto tiempo acostumbrado a no recibir un mísero regalo por estos días (en el extranjero no se suele celebrar esta fecha), ya casi se me había olvidado lo que representaba. Y por supuesto, lo que significaba para nuestro subconsciente desde que éramos niños, eso de levantarte entusiasmado para ver si te habían dejado algo al lado de la cama.
Durante muchos años me acostumbré a ello, y supongo que la habitud también te obliga a ir olvidando las cosas.

Pero desde que estoy de vuelta en España, y sobre todo desde que hay Reyes Magos (bueno, un Rey Mago) que me tienen en consideración para sus regalos, he vuelto a creer de nuevo en todo ese rollo, y héme aquí otra vez excitado e ilusionado pensando en qué me encontraré mañana al despertarme.


Aunque lo mejor, lo mejor, de todo es que los Reyes Magos pueden tomar muchas formas, y no necesariamente tienen que ser esos tres señores con barba que vienen de Oriente.
Esta noche disfrutaremos con otros Reyes Magos que nos ilusionan y alegran también mucho. Son humanos, son dos, y vienen del Reino Unido.
Seguro que los Pet Shop Boys nos volverán a enamorar y divertir en su concierto de esta noche.
Será una noche única, porque estoy convencido que nunca más en la vida pasaremos una noche de reyes en un concierto de Fangoria (reinas de medio pelo) y los Pet Shop Boys juntos. Son de esas cosas que solo pasan una vez en la vida.


Pero además es que mañana volverán a visitarnos los Reyes Magos de nuevo, esta vez en la forma de una reina adolescente de corpiños, lujosas telas y encajes rosa chicle y una abultada melena rubia platino (¡qué guapa es la Kirsten Dunst, la jodía!).
Para mí, la Reina Maria Antonieta de la hija de Coppola tiene el mismo efecto que si me visitaran los Reyes Magos de Oriente. Me produce la misma felicidad.
Así que, ya que no puedo verla esta noche, espero poder hacerlo en el mismo día de los reyes, y así queda todo en palacio (valga la redundancia).

...Y por supuesto aquí estaremos para contar todo esto, que seguro que tiene su jugo...

Nouvelle Vague

Esta noche voy al concierto de Nouvelle Vague, esa simpática banda francesa que revisita algunos de nuestros clásicos favoritos del pop y rock (casi siempre británico) de los ochenta, noventa, y hasta del siglo veinte, en clave de música tranquila o lounge o ambiente o chill, o como coño hayan querido llamarla (el colmo de una descripción gráfica la dió el otro día mi amigo alarecherche cuando dijo que era la música ideal para estar tranquilamente en casa cortándote las uñas) ;-))

A mí me gustan mucho, de toute façon!

Saldré escopetado de la oficina para allá (previo paso por casa para cambiarme de ropa, quitarme la corbata y esas cosas), así que - para variar - tampoco tendré mucho tiempo para comentarlo.
Y como tampoco tendré tiempo mañana, por otro motivo del que ya hablaré mañana mismo, pues me parece que mi crítica (buena, o mala, o regular) del concierto la daré dentro de algunos días.

Pués eso, que sed buenos y disfrutad. Y yo cantaré esta noche, entre otras, eso de... I just can’t get enough, I just can’t get enough....!

........ Vengo absolutamente maravillado del concierto.

Ha sido algo muy especial. Lleno de simpatía, magia, clase y buen gusto.

Los cuatro chicos (sobre todo uno) y las dos chicas son muy estilosos y guapos. Y además son muy buenos músicos, y dan una completa vuelta de tuerca a los clásicos que homenajean.

En directo suenan muy jazzy. Y sobre todo a algo muy, muy francés. Tienen mucho estilo, y su puesta en escena no podía haber sido más francesa. Con ese toque de banda sencilla con pocos instrumentos en directo y las proyecciones en pantalla gigante de pelis francesas en blanco y negro, de la Nouvelle Vague, obviamente.

¡Me han encantado!

Estas son algunas de las fotos de su último concierto en Paris, hace algunos días.

Absolutement adorables!!

RIP EPT (¡¡Hasta siempre, En Plan Travesti!!)

El delicado lado salvaje

El concierto que presentó Antony junto con su banda, The Johnsons, y con Charles Atlas en los visuales, fue realmente algo muy especial.

Un espectáculo lleno de belleza y sensibilidad. Emocionante y emotivo a partes iguales.

Por supuesto eso es lo que se puede esperar de este artista único, y con una voz, no sólo única, sino también portentosa. Pero es que unido a la sencilla - pero muy efectiva - puesta en escena, dieron como resultado una de esas cosas que sólo se ven una vez en la vida.
De una forma muy simple y elegante (cada vez estoy más convencido que no hacen falta mucha algarabía ni colores chillones para llamar la atención), una serie de chicas de todas las edades, razas y colores (que representaban distintos tipos de belleza) se iban colocando a un lado del escenario, en una plataforma giratoria, y una cámara les grababa un primerísimo plano que se proyectaba en una pantalla gigante que, junto con otros efectos, se movía al ritmo de la canción (cada canción tuvo a su chica).

El cantante jugó con su voz como siempre hace, y en varios momentos se crearon situaciones emocionantes, de esas de ponerte los pelos de punta.

Os recomiendo que leáis la crítica en El Pais de ayer, que por supuesto lo cuenta todo mucho mejor que yo.

Estaba prohibido hacer fotos o grabaciones, pero no pude evitar hacer algún que otro disparo. La calidad no es buena, pero sirva como documento.

Esta fue una de mis chicas favoritas: la que al ritmo de "For Today I Am a Boy" giraba desnuda con mucha actitud y unos vaqueros ajustados y tacones como única vestimenta.



Y esta otra fue una de las últimas imágenes (después vendrían los bises), cuando invitó a todas las chicas a subir al escenario, y bajo los acordes de la estremecedora "You Are My Sister", un travesti morenito nos reía desde la pantalla. Realmente espectacular.

Antony

Llevo todo el día que vivo sin vivir en mí.

Estoy nervioso. No sólo por la cantidad de trabajo y de marrones que tengo que solucionar en la oficina antes de partir de puente, sino sobre todo por lo que voy a ver esta noche.

Un concierto de Antony and the Johnsons es un espectáculo único en sí mismo, pero el montaje que va a presentarnos esta noche en Madrid - con bailarines, proyecciones, desfiles, etc..., aparte de su música, claro está - está por encima de todo eso. Debe ser un concepto espectáculo-total. Y ya no puedo pensar en otra cosa.





Estoy tan excitado que no sé si podré contenerme...


PD: Menos mal que al menos me han tranquilizado las conversaciones de hoy, que ayudan a ver con otros ojos la noticia que me dieron ayer. Así sea.

Love to Hate George Michael

Anoche actuó George Michael en Madrid.

A mí este señor nunca me ha gustado mucho, todo hay que decirlo. Más bien, no me gusta nada.
Siempre me ha parecido bastante feo, y un hortera de cuidado, y sus canciones no me dicen ni fú ni fá.

Pero a mi chico le pone mucho, y le hacía mucha ilusión verle. Y, como bien saben quienes me conocen, como yo no hago ascos a nada, y me apunto a un bombardeo, pués para allá que nos fuimos.

Hombre, he de reconocer que había un par de videos suyos que en una época me volvían loco, el de Freedom y el de Too Funky, pero me parece que era sobre todo por Linda Evangelista y las otras chicas.
 
Y bueno, vale, he de reconocer (y confieso) que había alguna que otra canción de la época de Wham! que en aquel lejano momento sí que me gustaban, tipo Careless Whisper, Wake me up before you Go-Go, Last Christmas (esta última me parecía tan kitsch y tan típicamente british/hortera que me hacía gracia), I am your man, etc, etc.

Así pués, con cierta incredulidad (y ciertos prejuicios), y también, debo reconocer, con cierta expectación, para el concierto que me fuí.

Y habiendo dicho esto, paso a relatar mi comentario de lo que ví:



Lo que más me gustó sin duda fue el escenario. Muy elegante y vistoso. Me encantó la enorme pantalla, que a modo de rollo de cartulina gigante, como la que usan los fotógrafos en las fotos de estudio, iba desde el techo hasta el suelo, sobrepasando el escenario. El cantante estaba encima de ella, con lo cual daba una efecto muy bueno al cantar sobre las proyecciones y coreografías de cada canción. Porque sí, cada canción tenía su propia coreografía y sucesión de imágenes o videos, que iban a juego con la canción. Y que daban vistosidad y ocultaban la falta de movilidad del cantante, que por momentos era bastante momia, todo hay que decirlo.

Me sorprendió el buen sonido y buena voz, y aunque por momentos (en algunas canciones más que en otras) me pareció un poco flojín, y como con falta de pasión y entrega, debo confesar que al final me hizo pasar una noche muy agradable.

Llegué hasta a disfrutar con algunas canciones, como Outside y Freedom, aunque debo confesar que este señor está envejeciendo bastante mal, y se le ve demasiado fondón y con mala cara para lo joven que es. Resultaba un poco patético verle en imágenes gigantes de videos famosos tipo Faith, con ese vaquero apretado y cazadora de cuero, y él cantando delante con esa chaqueta tan mal cortada y esas gafas de sol tan patéticas.

Lo cierto es que más de dos horas de concierto dan para mucho, y el tio se entregó y se dió con elegancia y buen hacer. O al menos lo intentó.

Una de las cosas que más me gustaron fue el muñeco hinchable gigante que se desplegó en todo el escenario representando una caricatura de Bush y un perro con la cara de Blair, cubierto con una bandera británica, haciéndole una felación. Realmente glorioso.
El muñeco gigante estuvo desplegado en mitad del escenario durante los veinte minutos que duró el descanso (cosa inaudita también en un concierto de este tipo), y lo cierto es que se agradeció. Dió tiempo para refrescar todo tipo de líquidos, liberar los de los bajos fondos, y refrescar y volver a llenar los de arriba.

Nos dió tiempo incluso para encontrarnos con amigos, como JE&co, a quienes no veía desde hacía tiempo, y con quienes vimos juntos la última parte del concierto.

Por último, no quiero dejar pasar por alto ciertos chascarrillos:
- El nuevo Palacio de los Deportes no está nada mal para ver conciertos.
- El público era en general mayorcito y pijo, y también bastante gay, con lo cual daba una mezcla un tanto curiosa. Os lo podéis imaginar.
- George Michael es un hortera y lo seguirá siendo el resto de su vida. Porque aunque se cambió tres veces de traje (el chaval, presumido lo debe ser un rato), los que sacó eran a cuál peor. No entiendo cómo se puede tener tanto dinero y llevar unos trajes tan mal cortados y tan feos. Serán mucho Versace y tó lo que quieras, pero ¡qué mal le quedaban!. ¡Esos brillos, por dios!
¡Y esas gafas de sol que no puedo con ellas!
- Había famoseo entre el público. Me dió tiempo a entrever a Paz Vega con su marido. Ella iba deslumbrante. ¡No sé cómo lo hace, la cabrona, para estar tan buena! Y había otros de medio pelo, de esos que salen en los programas del corazón.
- No se sabe dónde terminó la noche el cantante. El show acabó pasadas la una de la mañana, y el parque del Retiro no le quedaba demasiado lejos. O sea que lo mismo le dió tiempo a darse un paseo por allí.....

Sábado 15 de Julio de 2006

Es evidente que este día no se me va a olvidar fácilmente.

Xabi y yo llegamos un poco más tarde que el día anterior, y ya desde que entramos en el recinto, todo empezaría a salir rodado. Sería encadenar uno trás otro una serie de momentos gloriosos.

Empezamos con Astrud (casi en primera fila), y pudimos evidenciar que cada vez siguen con más garra y más fuerza (incluso Xabi, por fín, tuvo que claudicar ante su arte, y confesó que su directo les gustó). Tuve mis momentos álgidos con "Cambio de forma" y "Bailando" (¡por fín en directo!), que fueron convenientemente grabadas en video.
Genís estuvo tan increíble como siempre.



De allí dimos sólo unos pasitos para ver a Adam Green, y constatar que, aunque muy simpático, estaba realmente pasadísimo de todo, y literalmente se caía al suelo. Estaba tan feliz que vociferaba que se quería quedar a vivir en Madrid. Lo juró y todo. ¡Qué listo, es este muchacho! Nos reímos bastante con él.

Trás coger un buen sitio para ver a Belle and Sebastian, disfrutamos muchísimo con su actuación, que vimos entera. El cantante estaba felicísimo, y les salió un concierto hasta divertido y alegre.



La gente se lo pasó estupendamente, ¡y nosotros lo disfrutamos muchísimo!.

De allí nos fuimos a ver a Sigur Rós, sobre los que tenía mucha curiosidad. También pillamos un sitio inmejorable cerca del escenario (lo cierto es que durante toda la noche Xabi y yo nos estuvimos manejando estupendamente entre la masa, y nos escabullíamos como culebrillas para lograr los mejores sitios entre el público), pero aunque me gustaron un montón, y me emocionaron por momentos, debo confesar que no me entusiasmaron como a algunos de los que teníamos alrededor, que eran realmente fanes fatales. De todas formas son agradables estos chicos. Un poco setas, pero agradables. Su espectáculo fué misterioso y envolvente. Eso sí.



En cuestión de segundos tuvimos que adaptarnos a los cambios de la vida moderna, porque realmente fue muy fuerte pasar de la música intimista y sentimental de Sigur Rós a la música electrónica y mecánica de Daft Punk. ¡Vaya cambio!
Me encantó el escenario y espectáculo que montaron la pareja de francesitos, quienes realmente protagonizaron uno de los primeros delirios en aquella explanada en medio del campo. ¡Vaya momentazo de placer fue ver bailar y botar al aire libre a miles y miles de personas bajo los sones del "Around the world" o "One more time"! ¡Vaya montaje modernista y futurista que tienen estos chicos (a los que no se les ve la cara en ningún momento, siempre tan bien parapetados trás sus cascos de motorista)! ¡Realmente alucinante! ¡Sin duda, el mejor espectáculo de la noche!



Una pena que no pudimos ver su fin de show, porque en cuestión de cinco minutos empezaban los Massive Attack en el escenario de al lado, a unos trescientos metros de distancia. (Es increíble poder tener la posibilidad de ver a tantas estrellas en tan poco espacio).
Evidentemente eso era algo que no podíamos perder. Y también fue uno de mis momentos cumbre de la noche, porque aunque ya los he visto varias veces, y siempre es más de lo mismo, (y debo confesar que esta vez estuvieron un poco más coñazos y con menos "gracia" que otras veces), no deja de emocionarme ver en directo a uno de los grupos que más me ha influido en la vida. Su música es envolvente, sensual, y hasta sexy, y tan llena de matices que me cautiva siempre que los oigo (y veo).



Repasaron algunos de sus grandes éxitos, y se trajeron con ellos a grandes vocalistas como Horace Andy o Elizabeth Fraser (todo un lujo) y la vocalista negrita que les acompaña en todos los conciertos.
Aunque a mí la voz - y presencia - de Grant Marshall me encanta.



Me gusta mucho también su conciencia social y compromiso, como cuando dedicaron "Future Proof" a que cese de una vez el ataque Israelí al Líbano, y pidieron un rezo por ello.
Dieron mucha caña, y su concierto fue al mismo tiempo electrónico y guitarrero, y sobre todo emocionante con unos sonidos muy envolventes y hasta indúes por momentos. Lo disfruté mucho, mucho.

Justo cuando acabó nos encontramos de nuevo con Flolaf y Man, que iban para la sesión dj de James Murphy, pero nosotros nos pasamos un momento para ver qué tal se desenvolvía Fatboy Slim en plena acción. ¡Vaya espectáculo que monta también este chaval! Mucho más comercial y para las masas que Daft Punk, por ejemplo. Pero también muy efectivo.

Trás bailar tres o cuatro de sus indiscutibles temazos, nos pasamos por la gran carpa de circo donde estaba pìnchando James Murphy, el de LCD Soundsystem. ¡Y este sí que picha música buena! ¡Qué musicón, por favor!
Aquí tuvimos otro de los (muchos) momentos álgidos de la noche, cuando en plena pista de baile nos encontramos con una serie de amigos entre los que estaban Becario, J, el simpático amigo cordobés, Flolaf, Man, J the british, y nos pusimos todos a bailar. Realmente un momento muy bueno.
Así estuvimos hasta que prácticamente los cuerpos nos decían que ya era hora de ir para casa, y que ya estaba bien de tanto baile y tanto sudar. De nuevo super Man se ofreció a traernos a Madrid a Flolaf a Xabi y a mí. ¡Qué majo es, por favor!
Creo que cuando llegamos a Madrid ya eran las seis de la mañana.

Se nos quedaron muchos grupos en el tintero, y a los que ni siquiera vimos, como The Spinto Band, o The Boyfriends, o The Cardigans, o el Dj Amable, pero es que el nivelón de esa noche era tal que era muy difícil elegir. Sin lugar a dudas una jornada inolvidable.
¡Qué grande es la música, coño!

Un día que no vamos a olvidar ni Xabi ni yo, quienes hemos sido uña y carne durante todo el Festival, ya que no nos hemos separado ni un solo minuto, y supongo que los dos lo hemos disfrutado por igual. Me alegro mucho de que así ha sido.

Viernes 14 de Julio de 2006

Pasadas las seis de la tarde había quedado con Xabi en una estación de metro a medio camino para ir juntos a Boadilla del Monte. Y sobre las siete de la tarde ya estábamos en el lugar donde se celebraba el Festival.
(Estupenda la organización, tanto de autobuses de ida (me enteré que los de la vuelta funcionaban mucho peor), como de inicio de horarios de los conciertos, etc).

Trás una primera vuelta para revisar el espacio, controlar el lugar y saber dónde estábamos, ya nos metimos en materia, que no era otra que ver y escuchar música en directo.

De la primera tanda me gustaron mucho The Paddingtons y Director. Muy british, mucha actitud punk-rock.
Estos son Director:



Vimos de refilón a otra banda británica llamada The Feeling, con un cantante de voz parecida a Bryan Adams, pero en guapo:



Nos pasamos un ratillo al escenario donde tocaban Bell Orchestre, para ver de qué iba ese grupo "instrumental" en el que se ha metido algún que otro miembro de Arcade Fire, y lo cierto es que no duramos ni dos canciones: ni era el lugar ni el momento para oir ese tipo de música. Soporífero.

Después de un pequeño vistazo a The Dandy Warhols, que no me entusiasmaron mucho, la verdad (salvo quizá su batería), nos fuimos a ver a The Divine Comedy, que sí que me gustaron bastante. El cantante es gracioso, aunque quizá un poco remilgado y estirao.



Desde el principio íbamos Xabi y yo solos, y entre el público de los Divine Comedy nos encontramos con El Becario y otros amigos, y Becario ya se quedó con nosotros y pasamos toda la tarde/noche juntos los tres.

De allí nos fuimos a dar buena cuenta de los Starsailors, cuyo concierto vimos casi entero y cuyo cantante me cayó muy bien y me gustó mucho, mucho. ¡Ese "Four to the floor", por favor!



Lo cierto es que estábamos haciendo tiempo para ver a Rufus Wainwright, que sin duda sería el momento cumbre del día.
Fue muy gracioso que nada más llegar y buscar nuestro sitio entre el público, lo más cerca posible del escenario, me encontré codo con codo con mi amigo Flolaf, (que no sabía que había ido al festival), quien estaba con su amigo Man. Y ya desde entonces estuvimos casi toda la noche juntos también.
¡Qué se puede decir de Rufus que no se haya dicho ya! Pués que es una estrella con mayúsculas, y que aunque esté sólo con su piano y su guitarra, tiene tal poder de atracción que nos emboba a todos.



Es verdad que ni el lugar ni el sonido eran los idóneos para su música (y la gente que no para de hablar entre el público tampoco ayudó, la verdad), pero aún así nos regaló un buen puñado de canciones clásicas, y una novedad muy pero que muy buena. Es cierto también que estuvo un poco más contenido y menos dicharachero que otras veces, pero aún así tuvo alguno de sus famosos comentarios graciosos, como cuando dijo que se sentía como un personaje de Fellini al actuar en una carpa de un circo.
Nos quedamos evidentemente hasta el final, y fue ya uno de los conciertos con numeroso público de la noche. O al menos aquí, el público selecto y "entendido" sí que era.
Tengo grabados un par de videos estupendos.

De allí, nos fuimos rápidamente a pillar algo de los Happy Mondays, que nos apetecía mucho, y aquí tuvimos, Xabi y yo, uno de los subidones de la noche. Fue realmente alucinante oir en directo algunas de las canciones que han marcado tanto mi juventud, y ver que continúan (sobre todo el cantante) igual de pasados que siempre, que Bez se sigue moviendo igual de bien, y que hicieron bailar a la masa de una forma espectacular. Me dieron un muy buen rollo.
Pero lamentablemente no duró mucho, porque de allí nos fuimos a ver a los New Order, que ya habían empezado a tocar, e irían por la tercera o cuarta canción. Y aquí vino la gran decepción de la noche.
Aunque el sonido era espectacular, y fue emocionante oir en directo algunas de las canciones favoritas de mi historia (sobre todo el Blue Monday y Temptation), me dió como vergüenza ajena ver a esos señores mayores intentar moverse con gracia por el escenario, cuando ni siquiera les salía la voz. Me parece patético que siga habiendo bandas, que aunque con un pasado glorioso, tengan que seguir haciendo el ridículo en directo, y destrozar de paso su imagen.
Pasa lo mismo con gente como Rolling Stones, Phil Collins, Simple Minds, etc. No siempre el dinero y los medios y sonido más potente hacen un mejor espectáculo. Mejor harían quedándose en casita, dedicarse a la vida contemplativa, y dejar paso a las nuevas generaciones.

Trás cenar algún bocadillo, nos fuimos a ver a Primal Scream, que eran unos de los que más ganas tenía de ver esa noche, ya que nunca antes los había visto en directo. Y lo cierto es que no me defraudaron nada. Una pena que estuviésemos un poco lejos, aunque el sonido era tan bueno que se oía de todas partes.
Me gustaron menos las canciones nuevas que no conozco, pero me encantó cuando tocaron alguna que otra antigua. He de reconocer que Bobby Gillespie tiene una presencia y estilo apabullantes, y un directo demoledor. Me encantan.



Después tuvimos que sufrir a los Keane, y ya vino el momento bajón de la noche. Lo cierto es que ya estábamos cansados, pero son tan coñazos que nos sentamos en el suelo para reponer un poco las fuerzas, y ya nos apalancamos. No voy a hablar nada de ese grupo, porque me parecen unos moñas y melosos de cuidado. Me recuerdan a una mezcla entre Enrique Iglesias y Rafael, pero en inglés.

Nos pasamos por la carpa donde estaban pinchando los Chemical Brothers porque queríamos buscar a Flolaf y Man, que estaban allí bailando entre la maraña de bacalas sudorosos, pero aunque no los encontramos en ese momento, también disfrutamos un poco del musicón tecno que estaban poniendo y de lo mucho que disfrutaba la gente. Lo cierto es que en un momento dado ya las piernas empezaban a flaquear, y cuando salimos fuera a tomar el aire nos encontramos precisamente con Flolaf y Man, quienes ya se venían para Madrid, y gustosamente se ofrecieron a traernos. Fue todo un detalle. Muchas gracias, super Man.

Creo que eran las cuatro de la mañana cuando llegué a casa. Muy cansado, pero muy feliz.

Festivales de verano

No se me ocurre una mejor foto para reflejar toda la buena música y actitud que tendremos este fin de semana.

De hecho hoy ha sido un día muy musical, que he empezado leyendo la estupenda entrada que ha hecho Xabi para el Summercase 2006 o el nuevo (y prometedor) Top 10 que acaba de inaugurar El Becario en su blog.
Pero ya el día amaneció a los sones de Siglo XXI, mi programa favorito de Radio3, al que por motivos laborales nunca puedo oir, pero que, gracias a este día de vacaciones que me he regalado, he disfrutado a tope. Además me ha encantado porque han hecho un especial de Joan as Police Woman - que me encanta -, y han retransmitido el concierto especial que dió en Madrid el lunes pasado para gente de la prensa, oyentes invitados, etc, y que evidentemente he grabado en una cinta de cassette (¡como en los viejos tiempos!).
Pero este día musical ha continuado cuando he bajado a por el periódico y me he encuentro en la portada del EP3 a mi adorado Rufus Wainwright, tan guapo como siempre, con una chaqueta de seda gris y portando una rosa rosa en la mano ("El Dandi Rosa" reza el titular), y a mis no menos adorados Massive Attack en la portada del ONMadrid.
Realmente todo esta saliendo redondo, y yo aquí descansando, tomando el sol y preparándome para los cociertos de esta noche y mañana.

La primera edición del Summercase tiene un cartel apabullante, y estoy convencido que será un éxito, y que seguirá teniendo sus ediciones anuales y con el tiempo se convertira en un hermano gemelo del FIB.

Creo que me iré para allá trás la siesta, sobre las seis o así. Allí voy a quedar con Xabi, que llegará más tarde. Y una vez en el recinto seguro que nos iremos encontrando con amigos, e incluso si hay suerte, con amigos blogueros como Eurocero o Meltorm.

Esta tarde no me pienso perder a The Paddintongs, The Long Blondes, Hope of the States, Cut Copy, The Concretes, Razorlight, Starsailor, Rufus Wainwright, The Divine Comedy, The Dandy Warhols, ni por supuesto a Primal Scream y New Order. Y quizá todavía tengamos fuerzas para la sesión de los Chemical Brothers (DJ Set). A los Keane esos me da absolutamente igual verlos o no. Nunca me han gustado y nunca me gustarán.
Me da rabia perderme a los Happy Mondays, pero es que coinciden en hora, y en distinto escenario, con Rufus Wainwright, y ahí no hay duda posible. Entre parte de mi pasado glorioso (los Happy Mondays fueron estrellas de mi pasado) y de mi futuro y presente revelador (Rufus es sin duda una de mis rutilantes estrellas actuales favoritas), no lo dudo un segundo. ¡Hay que ir a por el futuro!

Ya actualizaré mañana para contar cómo fué la jornada del Viernes, mientras repongo fuerzas para la jornada del Sábado.

Soy feliz.

Decididamente esta foto refleja muy bien el estado de actitud rock que tendré esta noche (a esa foto le pondría una banda sonora de Primal Scream, no sé por qué pero Mariacarla me recuerda a Bobby Gillespie en esa pose). Además, qué coño, llevaba tiempo queriendo colgar esa imagen que tanto me gusta de Mariacarla Boscono tomada por Jean-Baptiste Mondino.

Besos y Felicidad a todos... ¡Y buen fin de semana musical...! ;-)))