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Verano musical

Me parece a mí que ya va siendo hora de ir coordinando las vacaciones de verano, que viene movidito.

Este verano se presenta además muy musical, así que decididamente voy a organizar mis vacaciones dependiendo de los festivales de verano a los que asista.
Por lo que supongo que ya va siendo hora de ir sacando abonos y entradas, antes de que sea demasiado tarde y nos llevemos algunos sustos.

¡Madre mía qué estrés!

Mis favoritos del verano serán:

Summercase, el 14 y 15 de Julio 2006: Al cuál pienso ir los dos días, ya que por nada del mundo me perdería sobre todo a New Order, Primal Scream, Rufus Wainwright, The Chemical Brothers y Happy Mondays, en la noche del Viernes; ni a Massive Attack, Daft Punk, Belle and Sebastian, Sigur Rós, Astrud o The Cardigans, por ejemplo, en la noche del Sábado.


FIB, el 20, 21, 22 y 23 de Julio 2006: Por su cartel de impresión: Depeche Mode, Echo & The Bunnymen, Franz Ferdinand, Madness, Morrisey, The Pixies, Placebo, Scissor Sisters, The Strokes, Jay-Jay Johanson, Editors, Dominique A, etc, etc, etc, etc. Realmente de cortar la respiración.


Creamfields Andalucía, el 12 de Agosto 2006: Sobre todo por los Pet Shop Boys, aunque no estaría nada mal ver en directo a los 2manydjs y Soulwax (por fín, trás varios intentos fallidos), o a los !!! y los Fischerspooner, por ejemplo.

Y todo esto sin contar el concierto de La casa Azul en la Fiesta Aniversario del ochoymedio el próximo 30 de Junio 2006, o los conciertos que haya durante las fiestas del Orgullo, o sin contar con .....

En fín, que más vale ir preparando la billetera y poniéndose ropa fresquita, porque en este verano vamos a bailar y pegar muchos botes.

Corazón + La Casa Azul

Sábado noche = concierto.

La Casa Azul + Corazón, LIVE!!

A ver, ¡organicémonos!

Resulta que, dado el interés y la gran afluencia de público interesados por el GRAN CONCIERTO que veremos el próximo Sábado día 22 de Abril 2006 en la Sala el SOL de Madrid, será necesario organizarse.

TB97 sacó ayer tarde las entradas para Telecine, Mogkumo y Astredu - que vendrán felizmente de allende las montañas (iba a decir de allende los mares, pero aquí no es el caso, ya que están muy cerquita) - y moi même (lifeonmars). ¡Gracias de nuevo, TB97!

Y yo me comprometo a sacar las entradas esta misma tarde, si puedo, o mañana para el resto de amigos que quieren asistir. Es decir: Xabi, Jko, Amir, Skywalker, Cosimo y MAL (por favor, estos dos (2) últimos, confirmádme si os queréis apuntar). Y por supuesto a cualquier otra persona que esté interesada en venir.

Por lo que veo, aquello va a ser un encuentro bloguero en toda regla, o sea que lo pasaremos estupendamente. Estoy convencido que habrá risas, comentarios y cotilleos, y muchas más cosas...

Así pués aprovecho este lugar tan público - ejem!! -, para anunciar públicamente - y nunca mejor dicho - que todo aquel que se quiera apuntar será bienvenido.

PD: Esto de los blogs es alucinante, nos permite que un amigo me saque mi entrada y yo, que ya tengo entrada, saque la de otros amigos. ¡Genial! ¡Ay dios mio, qué sería de nosotros hoy en día sin esto del blog...!

Astrud repasa sus rarezas

Sin duda ha sido el mejor concierto que jamás he visto de Astrud. Estuvieron serios e inspirados. Guapos, graciosos y muy buenos músicos.

El concierto empezó con un tono sosegado y tranquilo, pero conforme iba pasando el tiempo, sus canciones iban cambiando de forma (como ellos mismos en una de sus míticas canciones) e iban ganando en matices e inspiración, y gradualmente transmitiendo mucho más.

Cualquier concierto en la sala El Sol es todo un misterio, porque el sitio es tan pequeño y tan agobiante, y el público español es tan ruidoso y chillón (de verdad que a veces no entiendo a la gente, especialmente algunos grupos de amigas, que van a los conciertos a hablarse entre ellas dando gritos, como si no les importara nada el que está cantando en el escenario), que o te pones bien cerca del escenario o no ves ni te enteras de nada. Aunque no llegué demasiado temprano, tenía buen sitio en la cola (nunca he visto a tanta gente en esa sala), y como fui solo al concierto, no tuve ningún problema en escurrirme discretamente cual culebrilla sibilina entre la gente hasta situarme tranquilamente en los primeras filas del escenario. Y tan ricamente, oiga.

Así pués, lo ví todo desde muy cerca, casi en primera fila, y bien centrado entre los dos (2) chicos. Con lo cual no me perdí a-b-s-o-l-u-t-a-m-e-n-t-e ningún detalle.

No puedo describir con palabras cómo iba Genís. Con un micro-pantalón corto negro, con cinturón dorado de los años setenta (70),  camisa de seda negra sin cuellos y sandalias negras con taconazos de unos diez (10) centímetros. Las piernas tan blancas y tan largas y delgadas eran ya un espectáculo en sí mismo. Y el cuadro se cerraba con esa melena lisa larga y su bigotito a lo Chaplin. ¡Indescriptible! Una pena que no llevara cámara (¡eso tengo que solucionarlo ya!), porque hubiera hecho unas fotos memorables.

Manolo iba un poco más normal, con vaqueros y zapatillas Converse rojas, pero con unas camisetas de diseño realmente chulísimas (se cambió dos veces de camiseta).

Pero mi gran descubrimiento de la noche fue el nuevo batería que llevan. ¡Dios mío, qué chico tan guapo! Creo que se llama Enric algo, y debe ser también catalán. LLevaba una camisa verde militar de esas de ejército con trebillas en los hombros, pero adornada con unos flecos en el pecho y en la espalda de colores azul y verde, que le daba un aire entre cañero y camp. La camisa me pareció preciosa, y él todavía más. ¡Qué sonrisa, qué manera de darle manporros a la batería, qué ojos, qué pelo! En fín, que verlo allí debajo del cartel donde ponía El Sol, y con el reflejo de las luces naranjas sobre su cabeza era como estar contemplando al mismo astro dorado en sí mismo.

Repasaron su nuevo disco, "Algo cambió", casi al completo. Creo que de los veintitres (23) temas que tiene el cd cantaron unas diecinueve (19) o veinte (20), con lo cuel el concierto fue un repaso a sus temas raros, caras B y curiosidades. En principio dijeron que se iban a  limitar a ese disco, pero al final estaban tan a gusto que no pudieron evitar hacer varios bises con canciones que no entraron en el recopilatorio, entre ellas éxitos como "Todo nos parece una mierda", "Esto debería acabarse aquí" o "Hay un hombre en España".

Hicieron una estupenda y demoledora versión de "El bello verano" de Family. "Ahora vamos a hacer una doble versión. No hay muchas posibilidades de hacer esto, pero cuando se puede hacer, pués hay que hacerlo", Genís Dixit. Justo antes de atacar su mini versión cañera del tema, y volverla a repetir en cuanto acabó. ¡Genial! 

Otros de mis momentos cumbres fueron canciones como "No tengo miedo", "La Boda", "Algo cambió" - de Pulp -, "Los novios instantáneos" (que me encantó) o "Es que sí", cuando Manolo la cantó con voz de chica, imitando la voz de la chica que les canta ese tema. Pero la mejor creo que fue "Cambio de forma", un tema ya clásico, y mi favorito de ellos. Esta vez la tocaron Manolo a la batería y voces, y Genís a los teclados, acompañados del batería tocando un claxofón de juguete, de esos de las tiras de latas y los palitos con las bolas en las puntas. Con lo que le daba un aire infantil muy gracioso.

Sin lugar a dudas la canción "clave" del concierto fue "El teclista telequinético", la única que cantó Genís entera y que fue realmente delirante. (Atención, Sr Skywalker, Mogkumo y Astredu, que sé que los vais a ver pronto, no os perdáis detalle de Genís interpretando ese tema. ¡Realmente único!)

Además, yo tuve mi momento de gloria cuando al acabar el concierto con "Hay un hombre en España" Manolo nos acercaba el micrófono a los que estábamos en las primeras filas para que le cantáramos el estribillo, y en un momento dado me planta el micrófono en los morros y tuve que cantar eso de: "Hay un hombre en España que lo hace todo, hay un hombre que lo hace todo en España...", frente a la mirada atónita de los presentes, y las caras de risas del grupo. 

Más que un momento de vergüenza, fue un momento de felicidad, que me hizo mucha ilusión. Lástima que estaba solo y no pude compartirlo con mis amigos, porque nos hubiéramos reido mucho. Fue uno de esos típicos momentos que pasan como en la canción de Chico y Chica, "La vez que mejor", cuando te pasan cosas curiosas y no tienes a nadie cerca con quién compartirlas ("mis amigos se han perdido la vez que mejor estaba yo...") Ja, ja, ja...

Me lo pasé muy bien, la verdad.

El paso de Chico y Chica por Madrí

Al final el concierto no defraudó, y nos lo pasamos estupendamente.

Quedé con Mr E, Jko & P (yes, he’s back!), Telecine, Xabi y Claudio para tomar una copa en el bar José Alfredo antes del concierto, y de allí ya salimos animados. 

Aunque nos fuimos con tiempo, ya comprobamos que iba a haber mucha gente y animación esa noche, porque desde horas tempranas - entre comillas - aquello ya empezaba a llenarse.

Me gustó la decoración del Franela, y me gusta esa idea de los organizadores de hacer un esfuerzo para que por lo menos las fiestas resulten algo original. Cuando menos resulta curioso ver una discoteca (en la que tantos y tantos Viernes hemos bailado y sudado mucho bajo el nombre de Ocho y medio) llena de cuadros con motivos de caza o bodegones de flores, con marcos dorados, cortinajes de terciopelo, bustos de ciervos heridos, arañas (esto son lámparas de esas de lágrimas) colgando del techo, etc... Por lo menos curioso y espectacular sí que era.

Tras el correspondiente primer pase por la barra para reponer, nos fuimos directamente a buscar nuestro sitio en la primera fila, y vaya si lo conseguimos. 

Nos acoplamos justo al lado de otro grupo de blogueros “famosos”, entre los que estaban ex - Supervago, Iko, Patata, Claudio, Artemisa, Kurt, y algunos otros más.

Así que ya bien situados y con un vaso de tubo en la mano, lo único que faltaba era esperar a que empezase. Justo antes de comenzar los primeros acordes llegarían El Becario y J, que también se unieron a nuestro grupo. Allí estábamos un poco como sardinas en lata, pero bueno, no nos importó en absoluto (¡supongo!).

El escenario era realmente indescriptible. Una mezcla de artilugios y objetos de decoración imposibles encontrados en El Rastro, con un punto hortera, y otro punto de decoración sacada de cualquier país árabe, de esos que salen por la tele y que tanto gustan al mundo occidental últimamente (es decir, mucho dorado, alfombras baratas, jarrones de porcelana de mentira, etc). En los dos pcs que resplandecían en las mesas del escenario habían ocultado las manzanitas de la marca esa que conocéis con una cosa de porcelana, que nunca supe lo que representaban, pero que parecían como dos conchas o algo así. Muy gracioso. Os podéis hacer una idea. 

No se puede negar que los Chico y Chica son dos personas con mucho morro. Básicamente eso, tienen mucha caradura. Pero además caradura inteligente, y eso se agradece. Aunque de por sí no son muy graciosos (me refiero a que no son de ese tipo de gente con gracia natural, salerosos, y tal), sino más bien un punto fríos, conforme se van metiendo en ambiente les va saliendo el punto cómico, y realmente son únicos. 

Y allí había mucho ambiente. ¡Vamos, la discoteca era puro ambiente!

 
Empezaron sólo con la música (un instrumental) de uno de sus primeros temas, "No me preguntes la hora", y mientras ellos posaban con sus bocas cerradas, el público les cantaba la letra. Puro morro. Pura genialidad.

Y a partir de ahí todo fue buen rollo y compenetración, de ellos con el público y del público con ellos.

A sus espaldas tenían una pantalla de ordenador que emitía el video de los dos días que han pasado en Madrid, callejeando, en el hotel, comiendo en el Vips, tomando una caña en el Nebraska, etc. Y hasta nos enseñaron algunas de las compras que han realizado en la capital: unos polvos de talco, dos ejemplares de El Quijote, una muestra de esas de plástico para enseñar los colores de los esmaltes de uñas, un botella de Cacique - de la que dieron bien cuenta a palo seco durante toda la actuación -, algunos cds - que no nos quisieron mostrar de qué bandas eran - comprados en Discos Kristel - ¡que está justo al lado de mi casa! -, unas servilletas de papel robadas en el Vips, etc....

Tocaron la mayoría de sus hits. Y creo que los momentos cumbre vinieron con "La vez que mejor", la canción fantasma "Liberty", "Vaquero", la estupenda remezcla del "Japón" de Mecano (¡ojalá la publiquen!) y con "Lo que tienes que hacer", en la que el público realmente se entregó.

Eso sí, no quisieron saber nada de los personajes y/o canciones de sus radionovelas, ni de "Cuatro en Alicante", ni de Tonino, ni las espiritas, ni nada de eso. 

Telecine iba lanzado, y no paraba de gritarles cosas, y ella le oía y contestaba burradas y cosas. Hubo momentos realmente muy graciosos.

Pero la anécdota de la noche vino cuando, antes del concierto, Claudio nos había dicho que de pura casualidad se los había encontrado tomando una copa en el Nebraska (nunca supe si de verdad tomaban porras con Kas), y les pidió si le podían firmar una dedicatoria en el libro que llevaba en ese momento. Y cuál sería su – y nuestra – sorpresa cuando antes de empezar a cantar su hit "Supervaga", dijeron algo así como: “esta canción se la queremos dedicar a un chico a quién le hemos firmado un autógrafo en un libro esta tarde y que se llama Claudio”.

Entre Xabi, Telecine y yo lo cogimos en brazos, allí en las primeras filas, y evidentemente todo el mundo se enteró que Claudio era él. ¡Qué mal rato pasó! ¡No se lo podía creer! ¡Qué risas!

¡Vaya momentazo! En verdad, al chico no se le olvidará.  

En los bises cantaron dos veces una canción que habían hecho especialmente para esta fiesta en Madrid, y que espero graben algún día. A mí me encantó. Era una versión en español de la canción con la que Sandy Shaw ganó el Festival de Eurovisión en 1967, "Puppet on a String", se llamaba. Le pusieron una letra castiza de por aquí, y la titularon "Marionetas de pueblo", algo sobre “si tu sintieras lo mismo por mí, que me siento como una marioneta, y que soy de aquí, de un pueblo de la sierra de madrí...”. Todo así, en plan castizo.

Con el segundo bis de esta canción se despidieron, y dejaron un gran sabor de boca en el respetable. Creo que eran sobre las dos (2) de la mañana.

Sin duda pienso que ha sido su vez que mejor.

Chico y Chica - Concierto en Madrid

Esta noche, Jueves 23 de Febrero, vamos a ver el concierto de los bilbaínos Chico y Chica en Madrid.

Estamos impacientes, porque estos dos artistas son muy especiales y divertidos, y porque estoy seguro que pasaremos una velada inolvidable.

Sólo tenéis que ver su tarjeta de presentación para este concierto:

"Franela Dancehall. UNA NOCHE EN MADRI - Aprovechando que el 23F es una fecha muy "F" pasaremos dos noches en Madrí. El miércoles 22 cenaremos en el Vips y nos encerraremos en el váter del hotel para hacernos depilaciones, pruebas de maquillaje y nos aplicaremos tónico P-50. Al día siguiente visitaremos las principales atracciones, monumentos y tiendas nuevas: El Senado, Lardhy, El Corte Inglés, Cuca Gotor, la Mayorquina, el circuito del Jarama, etc. Comeremos algo bueno y ligero en el Vips y por la tarde tomaremos porras con Kas en Nebraska. Al anochecer llevaremos todo lo que nos hemos comprado al FRANELA DANCE HALL donde daremos un concierto de retranca castiza con un repertorio que dé el pego en Madrí. (Franela Dancehall - Calle Mesonero Romanos 13)"

Os podéis hacer una idea...  

I Just Can't Get Enough!!!

Esta es mi canción favorita de la historia de Depeche Mode. Y anoche fue una de las que más disfruté en su concierto en Madrid.

Curiosamente nunca he sido un gran seguidor de la banda británica. No sé exáctamente por qué motivo, porque en principio tienen todas las posibilidades de que me gusten, pero por alguna u otra razón nunca me llegaron mucho, y obviamente menos últimamente (sus últimos discos no me dicen prácticamente nada). Supongo que puede ser por el cantante, que nunca me cayó especialmente bien, y su voz no me emocionaba mucho. Yo soy mucho de voces, y me gustan muchos grupos, con independecnia del estilo o de la música que hagan, simplemente porque me gusten las voces de sus cantantes. Para mí es un hecho importante.

El caso es que su tecno oscuro y a veces siniestro me gusta mucho, y por supuesto tienen algunos hits de los de siempre, que forman parte de nuestras vidas. Además anoche al verlos en directo por primera vez me convencieron de que son uno de los grandes, y que aunque sea por lo que han conseguido, ya merecen un lugar en nuestro olimpo. Por lo menos a mí, aunque tarde, ya me han convencido. A veces me pregunto, ¿qué estaba yo hacieno cuando Depeche Mode estaban en todo su apogeo? ¿A quién estaba yo prestando atención por aquella época? ¿Qué haría yo por aquella época? Je, je, je...

Sea como fuere, reconozco mi error, y me alegro enormemente de haber ido al concierto. Ahora tienen en mí a un nuevo fan. Dicen que es de sabios rectificar, ¿no?. ¡Pués eso! 

 

Allá por el mes de Junio del año pasado mi compañera (y amiga) de trabajo, M, que es superfan, me convenció para que fuera al concierto con ella y su sobrino, y saqué la entrada un poco dejándome llevar, sin estar muy convencido. Obviamente, con tanta antelación, ya casi me había olvidado de este concierto, y sólo retomamos las ganas estos últimos días. Resulta que otra amiga que venía no pudo en el último momento y le pasé la entrada a JKO, que es otro fan. ¡Y qué sabia decisión, porque con lo entusiasmados que iban JKO, M, y su sobrino (¡qué encanto de chaval, oiga! ¡Qué guapo, qué todo!), pués me transmitieron su entusiasmo y nos lo pasamos pipa!

El Palacio de Deportes de La Comunidad de Madrid es como un enorme sitio de metal, que parece sacado de un escenario de una película del espacio o de ciencia ficción, que da una sensación como de otra galaxia. Además, como las entradas estaban tan agotadísimas desde tantísimo tiempo, os podéis imaginar el gentío que allí había (hacía tiempo que no iba a un concierto con tanto público). Nuestras entradas eran de asiento y en el gallinero, o sea que lejisíííímo (nunca nates había ido a un concierto donde me tenía que sentar tan lejos), y en un momento nos dió mal rollo, y un poco de agobio, pero después se nos pasó. Es cierto que estos grupos tan grandes y masivos montan unos espectáculos tan buenos que están hechos al milímetro para que cualquier persona, desde cualquier rincón del pabellón, pueda verlo sin problemas. Y así fué. Lo vimos muy bien, aunque un poco lejos, eso sí. Eché de menos la cercanía de la masa delante del escenario, que es mi espacio ideal para ver un concierto (¡cuanto más cerca mejor!). Pero en cambio, supimos sacar gustito al hecho de estar bien sentados, y ver tal masa y maraña humana moverse, bailar y sudar cual masa uniforme debajo tuya. Realmente una experiencia alucinante. Sólo eché en falta quizá no estar más cerca para verlos a ellos de cerca en persona, y sobre todo cuando se quitaban las ropas. 

Me gustó mucho el escenario con su decoración futurista, las luces, la disposición del escenario y las pantallas de video - en directo y con proyecciones (muy en la linea de su amigo Anton Corjbin, quien se notaba que había hecho los videos) -. Y el sonido era realmente estupendo.

Las canciones que más disfruté fueran las que conozco, y entre ellas los hitazos "Enjoy the silence", "Personal Jesus" o la que da título al post (mi favorita), entre otras muchas; que llevaron al público - y a nosotros cuatro (4) - a un total delirio. Sirvió para darme cuenta que esta música forma parte integrante de mí. Que ese tecno de los ochenta (80) ha estado dentro de mí desde mi juventud, y desde que empezó a gustarme la música; y que aunque últimamente siempre estamos a la última novedad que sale, o a lo más nuevo, está bien de vez en cuando darse una vuelta por los clásicos que tanto han influido en muchos grupos posteriores, para darte cuenta que la buena música es buena, con independencia de la fecha que tenga, o de cuándo fuera hecha.

Realmente un concierto maravilloso, y una forma estupenda de pasar un lunes por la noche. 

Nancy Boite

Sí. Realmente fue una noche inolvidable...

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Querría haber hecho un post y una crónica en condiciones de la noche gloriosa del pasado Viernes; pero al no haber podido hacerla en su momento, y ya que ha pasado tanto tiempo (hoy es Jueves), pués me da como pereza, y ya no sé qué decir.

Solo volver a repetir que fue una noche de esas en las que todo coincide y te lo pasas estupendamente. Casi diría que irrepetible. La Terremoto de Alcorcón es un monstruo del escenario, y efectivamnete es MUY grande. A partir de ahora sólo puede crecer y crecer y llegará muy lejos. Se lo merece.

Todavía me sonrojo al recordar lo mucho que nos reimos en esa pista (recuerdo que yo la vi junto a Telecine, Xabi, Oli, JB, Depard y MM, así entre los que recuerdo que estuvieran a mi alrededor).

La Nancy Boite estuvo más llena que nunca. El éxito sube y sube como la espuma... Tanto Roberta (Marrero, no Torreta, como la llamó JKO - ¡qué risas! -) como Mario Vaquerizo pincharon estupendamente. Justo, justo, la música que nos gusta escuchar.

Hubo mucha chicha y bastantes chascarrillos que podría contar, pero me los guardo para los que allí estuvimos y supimos todo, de todo, de todo.

Resaltar también que fue esa noche cuando ampliamos nuestro territorio bloguero y conocimos y pusimos caras a los personajes de (que protagonizan o participan en) otros blogs. Me alegró muchísimo volver a ver a TB97, conocer por fín a MM (todo un buen descubrimiento) y a Mario, entre otros. Aparte de los que ya conozco que tienen blog y que por allí pululaban - y con los que no hablé -, léase Nacho Canut (que como siempre desapareció muy pronto), V, Claudio (que iban con Mario), Kurt, etc... En un momento dado todos bailábamos despiadadamente en la pista, pero no llegué a hablar con ellos.

Mucha gente ha hecho ya (en tiempo y forma) sus crónicas de aquella noche gloriosa, por lo que poco aportaría ya la mía. Os recomiendo muy vivamente leáis la del amigo MM (muy completa) y la de El Diario de V, entre algunas otras. No sé qué nos pasa a V y a Nacho Canut y a mí últimamente, pero nos vamos pisando los talones por todas partes: los ví el Viernes en la Nancy Boite, el Lunes en el concierto de Depeche Mode, y anoche en la inauguración de ARCO. Prometo que la próxima vez ya les hablo, porque esto no es normal... (Por cierto, muy buena la anécdota de JB (alarecherche) cuando en un momento dado le dijo a JKO, "oye ¿has visto que anda por ahí V, hablando con ese tio?" ¡Cuando en verdad el tío ese - Nacho Canut - es mucho más conocido (e importante, supongo) que V! ¡En fin, las cosas de la vida moderna y del internet y esas historias....!)   

¡Entrada para Depeche Mode!

Aprovecho este lugar tan público, cómodo y útil - y que últimamente tanto nos está sirviendo y ayudando a conocernos y entendernos mejor -, para hacer un llamamiento público.

El próximo Lunes día seis (6) de Febrero voy al concierto de Depeche Mode en Madrid (creo que es en el Palacio de los Deportes, cerca de la zona de Goya). Normalmente iba con dos (2) amigas y un (1) amigo, pero una de las chicas no puede ir, y me pide desesperadamente que la ayude a ver si podemos recolocar su entrada.

Como recordaréis estas entradas están agotadas desde el verano pasado (¡creo que compramos las nuestras en Junio 2005! ¡Se agotaron en una semana!). Así pués, si alguien es un verdadero fan y no la consiguió en su momento, aquí tiene una oportunidad verdaderamente única.

El que esté interesado (supongo que habrá mucha gente a la que le apetezca ir) que me lo haga saber y le facilito la entrada. El precio es treinta y un (31) euros.

¡Venga, animaros, que lo pasaremos bien! Por lo menos será una de las pocas ocasiones de disfrutarlos en directo en su propio concierto, antes de verlos en el FIB del verano que viene.

You Could Have It So Much Better with...FF

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Aunque el día no me está dejando ni un solo minuto libre para escribir, continuo con la euforia del concierto que ví anoche, lo que permite que la  mañana de trabajo discurra con una sonrisa de oreja a oreja.

Sensacionales, brillantes, elegantes, cañeros, espectaculares, ... son algunos de los calificativos que se me ocurren para describir a los chicos que me hicieron gozar tanto en su concierto.

Efectivamente me perdí los conciertos que Franz Ferdinand solían hacer hasta el verano pasado en salas pequeñas, llenas de fans a rebosar; pero ahora estos chicos se han hecho muy grandes, tanto tanto como para llenar grandes superficies.

Lo notamos en cuanto salimos del metro Lago en plena Casa de Campo bajo un frío glaciar, y vimos los rios de gente - de todo tipo (pijos, modernos, hippies, mayores, progres, etc, pero en general un público bastante joven)- que se dirigían al super Madrid Arena (Rockodromo), un lugar en el que nunca había estado y que me gustó mucho para ver música en directo.

Fui al concierto con O y E, o E y O, y los tres (3) lo disfrutamos mucho, cada uno a su manera. Cuando entramos empezaban los primeros acordes de los teloneros, The Rakes, un grupo desconocido para mí pero que me dejó un muy buen sabor de boca. Son la enésima banda británica de guitarreo y batería con chicos muy jóvenes, guapos y espigados, de los de pantalón pitillo y camisetas estrechas, herederos de Joy Division y con una música directa, cañera, pegadiza y buena. ¡Hay que ver qué estupendos son estos británicos, que nos aseguran larga vida a los amantes de la música moderna!

No sé si he dicho que había muchísima gente en el concierto (a ver qué cifras dan mañana los periódicos en sus críticas), pero antes de que empezaran los FF ya todo el mundo buscaba su sitio. O y yo decidimos adentrarnos para verlos más de cerca y formar parte de la masa, y E decidió verlo tranquilamente en el balcón lateral de las gradas en el primer piso, pero ¡en primera fila y todo que se pilló el tío! ¡Y tan pancho! (me alegro que le gustar mucho).

Desde que sonaron los primeros acordes, aquello fue el delirio. Una masa uniforme que daba botes y cantaba todas las canciones al unísono. Si fuera helaba, aquello de dentro parecía una sauna. ¡Vaya sudada que nos pegamos O y yo, vaya botes que pegábamos, qué bien lo pasamos! Debo decir que en todo momento la gente se comportó muy bien, yy sin apretones ni malos rollos. Hacía mucho calor y en algunos momentos agobiaba, pero la convicción de todo el mundo era pasarlo bien, y de eso se trataba. ¡Buen rollito! 

El montaje fue estupendo, con una puesta en escena elegante y cuidada. Me encantaron las proyecciones sobre una televisión con los bordes en rojo, tipo años setenta (70), de las imágenes en directo de lo que estábamos viendo, pero en blanco y negro, y que brillaban con los decorados en rojo y negro. Muy arty, todo. Muy bonito.

Los chicos son muy elegantes, todos con sus inmaculadas camisas Dior (me imagino que el amigo Hedi Slimane les rellena gratuitamente el armario), y sus vaqueros estrechitos y apretados (hasta me dio tiempo para remarcar que Alex Kapranos (el guapo cantante) es paquetón). Además transmiten muy buen rollo y simpatía, y una energía muy especial. Fue impagable su presentación de los miembros del grupo, en plan preguntándonos al público los nombres de cada uno (...what’s the name of this guy? ... who is this man?).

Repasaron sus grandes temas, tanto del primero como del segundo disco, y todos cantamos, sudamos y botamos a gusto con nuestras canciones favoritas, que hay muchas. Yo tuve mi momento cumbre con, “Darts of Pleasure”, “Michael” y “This fire”, por ejemplo, aunque hubo alguna otra canción que también me ponía. Pero el momento cumbre vino con “Outsiders”, esa maravillosa canción que cierra su nuevo disco (creo que sin duda es mi favorita del disco), en la que subieron al escenario los chicos de The Rakes a animar la batería y algún que otro espontáneo de esos típicos british en pelota picada (este llevaba unos minúsculos calzoncillos rojos y gorro de Papá Noel).
Sin duda el público se lo pasó bien, y fue un broche genial para una noche de ambiente prenavideño en la que casi todo el mundo ya estaba con ganas de fiesta.

¿Se ha notado mucho que soy fan? 

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Do You Want To

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Oh yeeaah, I Want To...!!!!!!!

Por fín ha llegado el día en que vea por primera vez a una de las bandas que más ganas tengo de ver en directo.

Estuve a punto de verlos el verano pasado, pero no tuve suerte y me quedé sin entradas.

¡Pero por fín podré hacerlo esta noche!

Es uno de los grupos que más energía positiva me transmiten. Cada vez que suena uno de sus acordes o de sus toques de guitarra y oigo esa voz, me dan ganas de no parar de bailar. Espero poder hacerlo a tope, y mañana os contaré si la espera ha merecido la pena.

Esta noche voy a ver a Franz Ferdinand, y me muero de ganas.

STEREO TOTAL

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¡Son totales, los de Stereo Total!
Me gustó mucho su concierto en el ochoymedio el pasado Viernes noche.

Fuimos todos. O casi todos.
Quedé con Mr. E para cenar en casa, y al poco rato llegaron Joaquin y Mademoiselle S, con una estupenda botella de champagne francés. Así pués, nos entonamos en condiciones y quedamos con los otros chicos, primero con Xabi, que estaba con dos (2) amigos, y después con Olaf, que estaba con una (1) amiga, y después con Jko, que estaba con muuuchos amigos.
Creo que hacía mucho tiempo que no lo pasábamos tan bien en un concierto. El duo berlinés es realmente divertido. Intercambiando el idioma francés y alemán (y hasta el español) en las canciones, y con comentarios realmente sinceros e ingeniosos. Ella es todo un número, como una señora madura vestida de colores fosforitos y haciendo canciones pop intrascendentes. ¡No hay nada más profundo!

Realmente nos reimos, bebimos y bailamos mucho. Hacía tiempo que no disfrutábamos de una sesión de baile así. Hoy me acaban de pasar un video que grabó Mademoiselle S sin darnos cuenta y que es realmente genial. Salimos tres (3) de mis amigos -J, O, y X- y yo en una sesión descarada del "myway". ¡Realmente impagable!. Una pena que no pueda bajarlo aquí, porque ocupa mucha memoria, pero algún día lo vereis. ¡Chicos, os va a encantar como documento sociológico de una de nuestras varias noches de baile!. Ya os lo pasaré.

De CORAZÓN II

Me da una rabia tremenda que se me vayan acumulando los temas y pasando los días y yo no puedo encontrar un p.u.t.o. minuto para actualizar este blog. ¡¡Me da, me da, me da....rrrrabia!!

Debo hacer todavía mi comentario al fin de semana, o sea, volver a actualizar la página tan escuchimizada que escribí ayer. Pero lo que pasa es que, si durante el fin de semana no escribí por pereza y/o falta de tiempo (y/o que decidí gastarlo en otras cosas o emplearlo en otros menesteres), lo que me pasa ahora es que una vez que ha empezado esta semana - y aunque me apetezca escribir - tengo taaanto trabajo en la oficina que literalmente no tengo tiempo para otra cosa.

Pero lo peor es que ayer tarde encontré un momento entre llamadas, reuniones, etc, para ir escribiendo mi post poco a poco, y justo antes de irme de la oficina le dí al botón equivocado y se me perdió todo lo que había escrito durante la tarde (y debo decir que era uno de esos post tochos/coñazos como a veces me salen, y con los que a veces os martirizo). ¡Así que os podeis imaginar cómo me sentí! (¡No me cagué en la madre de nadie porque no tenía a nadie a mano en cuya madre cagarme!).  

Y así pués, estaba taan agotado al llegar a casa que escribí lo que escribí (lo que veis más abajo) por dejar constancia de algo, pero al momento me quedé dormido. Creo que todavía no había acabado el telediario de las nueve (9) cuando yo ya estaba dormido tirado en el sofá de casa (en fin, supongo que consecuencia directa del susodicho fin de semana).

Además, en mi post de ayer quería haber hecho todo un elogio (como se merecen) al concierto del Viernes de Corazón, que me gustó mucho; y aunque no pude escribirlo, me sucedió una cosa realmente graciosa (definitivamente pienso que las casualidades y yo (yo y mis casualidades) empiezan a darme un poco de miedo, últimamente).

Pués resulta que al salir anoche de la oficina a la primera persona con la que me cruzo por la calle era con uno de los chicos de Corazón, creo que se llama Carlos (el de las gafas en la foto). Me pasaron mil cosas por la cabeza: desde declararle mi admiración, hasta invitarle a tomar una caña y decirle que le agradezco mucho que el Viernes noche me hicieran pasar un momento tan estupendo, hasta decirle que acababa de escribir en un blog sin importancia un elogio de su concierto del Viernes donde les declaraba mi admiración, hasta otras muchas cosas que me callo ..... (por decencia, más que nada)...... Pero lo que pasa es que estaba hablando por teléfono, y mi timidez en esos casos puede más que mi descaro.

¡Tonto que es uno! ¡Una pena!     

En fín, ¡otra de esas casualidades de la vida!

De CORAZON a WATEKE

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Desde que he decidido eso de tomar vacaciones hasta de mí mismo, pasan los fines de semana y no tengo ni tiempo de escribir aquí ni de nada.
Este ha resultado un fin de semana corto, evidentemente, pero al que resumiría como de muy musical.
Musical porque empezó con un concierto el Viernes noche y acabó con buen baile y buena música el Domingo noche. Por supuesto entre medias hubo otros muchos tipos de música, pero esa es otra historia, y me la reservo sólo para mí.

Cierra La Puerta Al Salir

Cierra La Puerta Al Salir

Eso es lo que voy a hacer en unos quince (15) o veinte (20) minutos en cuanto salga de la oficina y deje la puerta trás de mí.

Más bien voy a pegar un portazo, porque ¡vaya día agobiante de curro que he tenido! ¡Que no es normal que sean las cinco y media (5,5) de la tarde de un Viernes y yo siga aquí trabajando!. Lo cierto es que esta semana ha sido muy rara. Sólo he trabajado dos (2) días, y alternos - Miércoles y Viernes -, pero la verdad es que esos días han sido muy extraintensos, supongo que por trabajo acumulado de los días que no he trabajado.

En, fín, sea como fuere, lo bueno es que en cuestión de horas ya empieza de nuevo otro fin de semana e iré a un concierto para celebrarlo. Las chicas de Nosoträsh presentan por fín su último disco en directo, que se llama igual que el título de mi entrada de hoy (con lo cual me venía dos veces bien, ese título). Tengo ganas de verlas en directo, como también tengo muchas ganas de ver a sus teloneros, los Corazón, esos chicos (moñas se les llamó en algún blog (el de Mogkumo, aún en contra de su voluntad, (¡pobre Mog!)) cuyo primer disco recién salido ya se ha convertido en un clásico. Me muero de ganas por verlos en directo, a ver qué tal son.

Las dos (2) bandas son tranquilas, y de una música muy calmada y sensual, con letras introspectivas, profundas y tal. ¡Justo lo que me apetece oir hoy!

Iré con Telecine y Mr. E, así que a ver qué tal. Mañana comentamos... 

Want One, Want Two,... Want More!!

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Un concierto de Rufus Wainwright es todo un acontecimiento. Anoche volvió a demostrar que es uno de los grandes.

Es un músico estupendo, y tiene todo el desparpajo, inteligencia, físico, actitud, glamour, ironía y saber estar que se le debe exigir a una estrella del rock. 

El concierto fué esta vez en un teatro clásico, de esos grandes que hay por la Gran Vía madrileña, y ya los teloneros (un nuevo grupo - chico y chica muy simpáticos - de hip-hop de Barcelona que no conocía, y cuyo nombre no recuerdo ahora) nos regalaron unos momentos impresionantes y muy agradables con su poesía urbana dulce y melódica, y a veces más dura, en un escenario de un teatro con gente en los asientos, casi vacios en esos momentos. 

Rufus es el típico artista que se gana al público desde que sale al escenario, y aquí nos tenía en el bolsillo desde que empezaron a sonar los acordes de su "himno" "What a world", aún con las luces todavía apagadas. Es un chico con mucha chispa, cultura, simpatía e ironía, y entre canción y canción nos regalaba algunos comentarios brillantes, en un coqueteo continuo con el público: que si se había puesto una cinta de terciopelo alrededor del cuello para parecerse a un personaje de un cuadro de Goya (a esa que a veces aparece desnuda y a veces vestida, decía); que si el Madrid de ayer - plomizo, frio y lluvioso - no se parecía en nada a la imagen que él tiene de España, aunque bueno, quizá sí que se parezca a la España de Felipe II y de la Inquisición, dijo; que si esa tarde le habían hecho una entrevista en un programa de televisión (Cuatro) y le habían llevado a ver un espectáculo en un tablao flamenco con unos tipos que se llamaban Camarones o algo así, dijo; o cuando nos presentó un nuevo tema llamado "entre mis piernas" y dijo que eso era el "fin del mundo" ("the end of the world"); que si se sentía como en un espectáculo de Broadway al cantar en ese sitio, etc, etc... La verdad que tenía comentarios muy chispeantes.

El espectáculo en sí estuvo muy bien. El sonido fue muy bueno, la banda toca muy bien (y son muy guapos y estilosos todos), el entorno y el público estuvieron inmejorables, y él canta bien. A veces tiene limitaciones de voz, pero eso es lo que me gusta, que tiene una voz con muchos matices, es un buen actor, e interpreta muy bien los temas.

Haberlo oído en un teatro le da mucha teatralidad (y valga la redundancia) a su puesta en escena, y le da ese punto barroco y de glamour de Broadway que tanto le gusta - y le va tan bien a su música -. Nos comentó que le encantaba que en ese mismo teatro estuvieran representado ahora la obra Victor o Victoria, y que le encanta la película, aunque nunca sabe muy bien si le gusta más Víctor o Victoria...

De todas formas pienso que la primera vez que lo ví, a principios de este año, en un escenario completamente pop/rock (la sala de conciertos Aqualung) me dejó una impresión todavía más profunda. Supongo que es por ser la primera vez que lo ves (pasa igual que cuando ves por primera vez una película que te gusta mucho - recuerdo que me pasó con "In the mood for love" -, esa primera impresión que te deja el ver algo nuevo es imborrable, y por muchas veces que vuelvas a verla ya no es lo mismo), pero aún así ayer lo vimos de una forma inmejorable. Además nuestros asientos, en cuarta fila y bien centrados, nos dieron el placer de no perdernos detalle y de vibrar de veras con su música.  

Le encanta montar fines de fiesta especiales, y un punto escandalosos, con sus canciones fetiche, y si en el anterior concierto toda la banda se montaron un streaptease en pleno escenario, con imaginería leather incluida, y tangas de lentejuelas, tacones, etc, anoche fue todo un espectáculo hilarante de imaginería religiosa: con toda la banda bailando con túnicas blancas tipo gospel, y con dos (2) soldados romanos con gafas de sol negras que clavaron a Rufus en una cruz cual Jesucristo. Rufus acabó clavado en la cruz en medio del escenario con túnica de seda azul celeste, careta con maquillaje de purpurina, labios pintados de rojo y corona de espinas, cantando que él era el Mesías Gay. ¡Todo muy camp, muy barroco, muy Broadway, muy Nueva York de la época de Studio 54! ¡Realmente impresionante! ¡Son ese tipo de cosas que si no lo vives no puedes expresarlo bien!

Nos llamó la atención que el público era en general de edad madura, y como de aspecto "intelectual" o un poco "bohemio", es decir, muy interesante, pero curiosamente se vió poco público gay de los que frecuentan la zona de Chueca y tal. Es una pena que a la mayoría de esa gente sólo le interesen Kylie Minogue, Monica Maranjo, y esa gente (que, por cierto, a veces también están bien); porque pienso que Rufus - junto con Anthony and the Johnsons y algún otro más - (precisamente porque quizá no son demasiado comerciales) es hoy en día uno de los pocos músicos y artistas que representa de verdad una homosexualidad inteligente y lúcida (y lúdica, también), de la que nos debemos sentir muy orgullosos. Es ese tipo de artista culto y con una formación musical excelente, que resume y engloba muy bien todo lo que representa ser homosexual. Y creo que nos honra tener a gente como esa, con esa honestidad y seguridad de ser como es, y de ser así, y que dan tan buen ejemplo a la sociedad. 

¿Adónde van la gente del Cogan y los de los colectivos de gays y lesbianas, en vez de a conciertos como los de este artista? ¡Supongo que se quedarán en sus casas viendo Operación Triunfo o Gran Hermano! 

El concierto acabó con varios bises que cantó en batín de seda y con calcetines blancos. El público estaba completamente entregado, y queríamos más y más. Y se notó que él lo agradeció sinceramente.

Me alegro que a Edorta le encantara, al igual que a Olaf y a Telecine, con quien estuve hablando un momento a la salida. De verdad pienso que fuimos privilegidaos por haber asistido a ese espectáculo, y todos salimos de allí encantados y con esa sensación de haber vivido algo único.

En ese momento fue un gustazo volver a adentrarse en la fuerte lluvia y el frio que caía en Madrid un lunes de madrugada, y meterte en la cama con la felicidad de haber pasado un rato muy agradable.

Definitivamente pienso que Rufus es un ser único. Una pena los que no lo conozcais o los que no le querais dar una oportunidad. Creo que debeis intentarlo, porque merece la pena.     

              

RUFUS, Superstar!!

En cuestión de minutos estaré en el esperado concierto de Rufus Wainwright en Madrid.

Sin duda me va a salvar el día tan nefasto que he pasado en la oficina.

Intentaré disfrutarlo a tope.

¡A ver con qué nos sorprende este hombre!:

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LOVELY 2 C U

Realmente A-L-U-C-I-N-A-N-T-E el concierto de Goldfrapp anoche en Madrid.
Era la primera vez que los veía, y su directo me ha gustado mucho, mucho.

Llegué en el momento adecuado, como unos quince (15) minutos antes de que empezara, con el tiempo justo para pedir una copa y adentrarme disimuladamente entre la multitud hasta llegar como a la segunda o tercera fila bien centrada en el escenario. O sea, situación inmejorable.
En cambio, O-Olaf y otros amigos con los que había quedado para ver el concierto, no habían llegado aún a la sala cuando el grupo empezaba sus primeras notas. Creo que llegaron como a la cuarta o quinta canción, según me dirían a la salida. Se lo habían tomado tran tranquilamente que se les vino el tiempo encima, y al final se perdieron más de un tercio del concierto. Es cierto que había anunciado un grupo invitado que nunca apareció, y como buenos ingleses, Goldfrapp salieron al escenario muy puntuales, y supongo que pilló a mucha gente desprevenida; pero de verdad no entiendo a la gente que llega tarde a un concierto -como a los que llegan tarde al cine-. Pero bueno, supongo que esas cosas pasan.

Alison Goldfrapp es alucinante. Apareció divina en el escenario con un traje negro entero de pantalón pirata, supongo que de Chloé o Stella McCartney, o una de esas, o sea, muy inglés; y una preciosa capa rosa fucsia atada en las manos y con muchos plieges, tipo Issey Miyake (del tipo "pleats, please"), que tenía un aire muy misterioso y romántico cuando le daba el aire de los ventiladores que tenía delante.
Es una chica graciosa y resultona, muy delgada y pequeñita, con su pelo tan rizado y tan rubio. Lo que pasa es que desde que salió al escenario no pude evitar dejar de pensar que se parecía mucho a Bonnie Tayler, y ya todo el rato me la imaginaba como una hermana pequeña de la otra. Lo cual no iba muy mal encaminado, porque las dos (2) son muy inglesas, muy rubias, y llevan un rollo (años ochenta (80)) muy parecido, aunque ni sus músicas ni sus voces, se parezcan mucho.

Realmente la de Goldfrapp tiene una voz prodigiosa, que quedó al descubierto desde los primeros acordes de "Utopia", su famosa canción (himno) con la que empezaron el concierto. A partir de ahí todo fue una demostración de voz poderosa, mezclada con ritmos modernos y machacones y ambientación adecuada. Me encantaron las cuatro bailarinas que acompañaban algunas de las canciones más bailables con sus movimientos robóticos, casi en la línea de los famosos videos de Daft Punk (alguien diría que imitando los bailes y coreografías de algunos últimos conciertos de Madonna, pero no puedo comentarlo porque no los he visto).
Lo cierto es que las cuatro (4) bailarinas dieron mucho (y lustroso) juego, transformándose de pronto tanto en lobos en biquini o caballos blancos, pasando por momias con monos de seda, etc. ¡Muy vistosas!

Hicieron casi un repaso total a su último disco, incluyendo todas mis favoritas y algunas otras, aunque no cantaron precisamente la que da título a este post. También repasaron algún que otro hit de discos anteriores, por supuesto del primero, que es su obra maestra. Pero el momento cumbre vino cuando cantaron "Number 1", para mí la mejor canción de su nuevo disco, que me dió un gran subidón, e hizo que me acordara de mi amigo Xabi (a quién también gusta mucho esa canción), quien me había dicho que aunque sólo fuera por oir esa canción en directo ya merecía la pena ir al concierto. Si, señor, ¡cuánta razón tenía!
Así pués un espectáculo genial, que me hizo de nuevo alegrarme por haberlos visto al menos una vez, y constatar personalmente que actualmente son una de las mejores bandas en directo de música pop bailable con estilo y sustancia.

Me gustó realmente mucho, aunque de nuevo lo peor fue el público tan maleducado que a veces va a los conciertos y que no paran de hablar. Me parece una grosería y falta de respeto total, y no entiendo cómo la gente paga veinte (20) euros para ir a ver a un grupo y después pasarse toda la noche dando gritos con el de al lado, sin ni siquiera prestar atención a lo que esté pasando en el escenario. En fín, una falta de respeto que se volvió a ver aquí la noche del viernes. Pero es que hubo momentos flagrantes cuando en canciones clave del grupo donde los silencios son casi tan importantes como los sonidos, se oía un gran murmullo que provenía del fondo de la sala, y que evidentemente no hacía sino estropear esos momentos de magia. Pero bueno, cosas que pasan. Lamentablemente.


Así pués, una noche muy agradable, que continuó cuando encontré finalmente a O-Olaf y sus amigos Fernand y Albert, y nos fuimos todos a cenar a un brasileño de la zona Conde Duque. Lo pasamos muy bien, con nuestros comentarios y risas sobre el concierto y otras cosas, los cuales continuaron en el ochoymedio, adonde llegamos quizá un poco temprano, pero justo para conocer a los chicos L-Kan (por cierto, qué risa, y vaya casualidad, que el cantante de L-Kan se llame excatamente igual que mi amigo, pero es que en verdad lo de llamarse Olaf Fernández no debe ser muy común).
Rápidamente la sala empezó a llenarse y estuvimos un rato bailando a los sones de un dj que había venido de esa sala de BCN llamada Razz... -me suena de algo- hasta que a una hora prudencial nos fuimos a dormir agotados por el cansancio de una viernes noche.

Nota: He de decir que mi entrada al concierto de Goldfrapp fue un regalo de cumpleaños de O-Olaf, con lo cual, evidentemente le estaré eternamente agradecido.

Ooh La La, Goldfrapp

Ooh La La, Goldfrapp

En cuestión de pocas horas estaré extasiado frente a la increíble cantante del grupo, y dispuesto a que me sorprendan con su puesta en escena (y ella por supuesto por su voz). ¡¡Si ya es que hasta la copiona de Madonna se ha hecho fan!!

Todo esto del concierto es por supuesto cortesia de O-Olaf, con quién quedo en una hora para que me de la entrada. Iré con él y sus amigos, por lo que supongo lo pasaremos bien.

A ver qué impresión me causa este grupo en directo. Nunca antes los he visto, y aunque su último disco no me apasiona (bueno, hay al menos cuatro (4) canciones que me gustan mucho -Number One (por supuesto, mi favorita), Satin Chic, Ooh La la y Lovely 2cu-, y que me muero de ganas de oir en directo), sus dos (2) primeros discos me encantaron en su momento.

Recuerdo que cuando salió su ya mítico Felt Mountain, fue toda una revelación y genial descubrimiento. Desde entonces es un grupo que haga lo que haga, siempre será interesante.

Mañana comento a ver qué tal lo del concierto...    

M de Marian

Hace tiempo que no hablo de mi amiga Marian.

Lo cierto es que nunca tendré las suficientes palabras, ni sabría expresar correctamente lo que ella significa para mí (y lo que yo significo para ella, porque es mutuo).

Sólo decir que somos casi más que hermanos, y que pienso que no hay actualmente nadie en este planeta tierra en el que vivimos (¡en Marte no lo sé!) que me conozca y me entienda mejor que ella.
Nos queremos muchísimo, y siempre estamos ahí el uno para el otro, pase lo que pase.

Es sin duda una de las personas más sensibles e inteligentes - dos cualidades que valoro mucho - que conozco.

Lamentablemente vivimos lejos (¡demasiado lejos!) el uno del otro, tanto como los kilómetros que hay entre Madrid y Valencia, pero el hecho de saber que estamos ahí, y el hablar de vez en cuando, nos es suficiente.

Hoy hablo de ella porque desde hace unos días lo está pasando muy mal. Realmente mal. Y aunque estoy hablando con ella casi dos (2) veces a diario, quería aquí poner mi granito de arena y decirle que la quiero mucho y que verá cómo todo se irá arreglando y solucionando poco a poco.

Hoy por lo menos la noto un poco más feliz porque su chico por fín se ha dignado a hablar con ella, y ni corto ni perezoso se ha ido en moto desde Valencia hasta Zahara de los Atunes (en la playa de Cádiz) para verla y estar con ella. ¡Vaya tela! ¡Chica, después te quejarás ¿eh?!

Quiero también darle las gracias por ser como es, y por seguir siendo ese ser tan especial.

Además es la única persona que me ha pedido expresamente que siga escribiendo esta especie de diario que llevo en internet porque para ella es real y vitalmente muy importante leerlo, y le está ayudando mucho. Gracias a la energía y los ánimos que me trasnmite continuaré escribiendo, e intentando esmerarme cada día más, por si le puede servir para algo.
¡Faltaría piú!

¡Un beso enorme, guapísima!
(¡Cacho pelirroja, como diría er Guti!)