Hoy vuelvo a recurrir a un personaje bien conocido de este blog.
Ya dediqué otra entrada anterior a Jamie Dornan hace algunos meses, pero el motivo principal por el que vuelvo a hablar de él ahora es porque veo que otros medios mucho-más-importantes que éste también le dedican un artículo. Y eso me llena de alegría.
The New York Times publicaba el otro día un artículo y entrevista con él, bajo el sugerente título de "El Torso Dorado", y lo cierto es que el chico lo merece.
No sólo es uno de los más importantes modelos masculinos del momento (y ya desde hace algunos años), sus portadas - como la del Numéro Homme de hace ocho meses -, o sus campañas de publicidad como imagen del perfume Dior Homme, o de las últimas campañas de Calvin Klein Jeans junto a Natalia Vodianova o Kate Moss, lo avalan. Sino que también empieza a despuntar en el cine (nerviosito estoy, esperando que se estrene de una vez la Maria Antonieta de Sofia Coppola), y en el mundo de la música, con su banda "Sons of Jim", donde canta, y además no lo hace del todo mal.
Y todo ello con sus veinticuatro añazos muy bien llevados.
Aunque en verdad la razón fundamental por la que escribo hoy esta entrada tan superficial e insustancial es porque el estupendo post que
Xabi escribió el otro día (entre medias ya ha escrito otros) sobre los tíos que más le ponían, me dejó dándole vueltas al tema.... Y aquí sigo yo dale que te pego, volviendo con este asunto.
Y sí, por supuesto que me gustan los chicos de los que hablaba.
Por supuesto que me pone un machote de pelo en pecho, robusto, malote, gamberro y esas cosas. Pero no sé, yo los veo como para echar un rato (un revolcón, vamos). Puro rollo hormonal o físico. Pero no para mucho más.
Vaya de entrada que no tengo nigún perfil o prototipo favorito. Nunca me ha gustado generalizar, y lo que de verdad me gustan son las individualidades. Es decir, una persona que me seduzca por cómo es, cómo sonrie, y sobre todo cómo piensa.
Nunca me ha gustado eso de decir "me gustan los italianos", o "los tipo latinos", por poner dos ejemplos. A ver, a mí me puede gustar algún italiano en concreto, pero ¡no me gustan todos los italianos!
Aunque bueno, a decir verdad, también debo reconocer que tengo mis preferencias, por supuesto. Y siempre he sido más del tipo nórdico. Bueno, más bien, me ponen mucho los holandeses o belgas, y sobre todo los británicos. Aunque bueno, también pensándolo bien también me gustan los brasileños, y los franceses, y los argentinos, y los portugueses, y los de los países valcánicos o del este, y los españoles, y los italianos, y.... (ejemm..!!)
En fin, que esto es un lío, ¡me cago en dios!
Bueno, lo que quería decir es que más que un tipo de esos duros, fuertotes y tal, que me dan un poco de mal rollo, y a veces hasta miedo, uno que de verdad me gusta mucho es el Jamie Dornan éste.
Reune muchas de las coordenadas que me gustan: belleza física, juventud, actitud rockera, está delgado, tiene pinta de modernillo indie, tiene cara de chaval interesante, se le ve un punto serio pero perverso al mismo tiempo, tiene una belleza de perfección clásica - cual vulgar estatua griega - ;-))), le tiene que ir el buen rollo, y además es irlandés (lo cual es un plus, por supuesto).
Para muestra, cuatro botones:
O sea, que con éste sí que no me importaría compartir lo que fuera, o incluso que me calentara la cama....
Vamos, hombre. ¡¿Será por soñar?!
Aunque claro, después la realidad en principio puede no parecerse en nada a lo imaginado o soñado, pero la realidad siempre supera la ficción. Y eso es lo bueno. Y mi realidad es maravillosa.