YOU CAN STORE ENOUGH SUMMER IN YOUR MIND TO COMBAT EVEN THE DREARIEST OF DAYS...
Cuando llegan estas fechas siempre me gusta recordar esta frase que, además de ser una de mis citas favoritas, resume perfectamente mi estado de ánimo.....
Y es que hay que ver lo bien que sientan el buen tiempo y las vacaciones. Hasta he encontrado a Penélope muy favorecida este verano...
Intuyo que esta entrada se va a convertir en una especia de "work in progress", es decir, que se va a ir alimentando poco a poco, o construyéndose a pedazos, así sobre la marcha, porque originariamente iba a hablar de mis vacaciones de verano, pero el hecho es que aún no han acabado, con lo cual sigo entrando y escribiendo aquí a trompicones.
He estado un tiempo fuera, y he pasado esta semana rápidamente por aquí pero con muy poco tiempo, ya que sólamente ponerme al dia en el curro ya me ha quitado cualquier otro momento libre para otras cosas. Supongo que es lo que tiene volver a trabajo trás tres semanas seguidas de vacaciones.
Pero yo todavía no me lo tomo como una rentrée propiamente dicha porque esto aún no ha acabado.
Podría hablar de lo bien que han estado mis vacaciones, de lo bien que me ha sentado el repaso a muy distintas y variadas playas del sur, pero esto irá construyéndose sobre la marcha, porque vuelvo a desparecer por cinco días, y no volveré hasta mediados de la semana que viene (esta actualización es del viernes 5 de septiembre).
Efectivamente ha habido mucha playa y mucho sol, pero también mucho y variado pescado, unos ambientes y entornos muy diferentes, y algún que otro lazo en común, como ciudades monumentales - cada una a su manera -, y, por ejemplo, mucha palmera, y sobre todo mucha chumbera, que curiosamente ha sido la planta que más ha abundado en los distintos lugares en que he estado (y que me encanta, por cierto).
En primer lugar puedo hablar muy bien de Tarifa, cuyas playas, su pueblo, sus gentes y su ambiente me han encantado. (Allí pasé la primera semana de mis vacaciones)
En segundo lugar, no puedo sino tener palabras elogiosas para Assilah, el pueblo marroquí donde pasé mi segunda semana de vacaciones. Una pasada de pueblo, de casas, de comidas, de tiendas, de playas salvajes, de gentes, de fotografías, de imágenes, de momentos, de escenarios y de recuerdos. Pero es que Marruecos es mucho Marruecos.
Pero sobre todo, en tercer lugar, debería hablar del tercer lugar en el que he pasado la tercera parte de mis vacaciones: Sicilia. Un sitio cuya sola pronunciación ya evoca infinidad de imágenes y reaciones. ¡Dios mío, qué maravilla de isla! ¡Esos edificios barrocos! ¡Esos templos griegos, árabes, romanos o normandos! ¡Ese volcán! ¡Esos pueblos! ¡Esa mafia! ¡Esa granizada de mandorla (almendra)! ¡Esa pasta con sardinas (serde)! Maravilla, maravilla, maravilla.
Era mi primera vez, y obviamente me ha encantado. Sería muy difícil poner sobre el papel (o sobre la pantalla de ordenador, que a estos efectos es lo mismo) todas las sensaciones que me ha producido ese viaje, porque han sido muchas, y muy agradables.
Pero como mis vacaciones aún no han acabado, y en unas horas salgo para Ibiza - otra isla de las de también quitar el hipo -, para disfrutar allí de mis cuatro días de puente (¡sí, este año los madrileños estamos que nos salimos con tantos puentes!jejeje)(¡¡por una vez ya era hora!!); creo que será a mí vuelta cuando documente y quizá hable un poco más de este verano que parece que está siendo eterno.
Lo que decía en el título: estoy intentando albergar en mi cabeza el máximo de impresiones posibles de este verano para que me ayuden a superar los momentos duros....
Y es que hay que ver lo bien que sientan el buen tiempo y las vacaciones. Hasta he encontrado a Penélope muy favorecida este verano...
Intuyo que esta entrada se va a convertir en una especia de "work in progress", es decir, que se va a ir alimentando poco a poco, o construyéndose a pedazos, así sobre la marcha, porque originariamente iba a hablar de mis vacaciones de verano, pero el hecho es que aún no han acabado, con lo cual sigo entrando y escribiendo aquí a trompicones.
He estado un tiempo fuera, y he pasado esta semana rápidamente por aquí pero con muy poco tiempo, ya que sólamente ponerme al dia en el curro ya me ha quitado cualquier otro momento libre para otras cosas. Supongo que es lo que tiene volver a trabajo trás tres semanas seguidas de vacaciones.
Pero yo todavía no me lo tomo como una rentrée propiamente dicha porque esto aún no ha acabado.
Podría hablar de lo bien que han estado mis vacaciones, de lo bien que me ha sentado el repaso a muy distintas y variadas playas del sur, pero esto irá construyéndose sobre la marcha, porque vuelvo a desparecer por cinco días, y no volveré hasta mediados de la semana que viene (esta actualización es del viernes 5 de septiembre).
Efectivamente ha habido mucha playa y mucho sol, pero también mucho y variado pescado, unos ambientes y entornos muy diferentes, y algún que otro lazo en común, como ciudades monumentales - cada una a su manera -, y, por ejemplo, mucha palmera, y sobre todo mucha chumbera, que curiosamente ha sido la planta que más ha abundado en los distintos lugares en que he estado (y que me encanta, por cierto).
En primer lugar puedo hablar muy bien de Tarifa, cuyas playas, su pueblo, sus gentes y su ambiente me han encantado. (Allí pasé la primera semana de mis vacaciones)
En segundo lugar, no puedo sino tener palabras elogiosas para Assilah, el pueblo marroquí donde pasé mi segunda semana de vacaciones. Una pasada de pueblo, de casas, de comidas, de tiendas, de playas salvajes, de gentes, de fotografías, de imágenes, de momentos, de escenarios y de recuerdos. Pero es que Marruecos es mucho Marruecos.
Pero sobre todo, en tercer lugar, debería hablar del tercer lugar en el que he pasado la tercera parte de mis vacaciones: Sicilia. Un sitio cuya sola pronunciación ya evoca infinidad de imágenes y reaciones. ¡Dios mío, qué maravilla de isla! ¡Esos edificios barrocos! ¡Esos templos griegos, árabes, romanos o normandos! ¡Ese volcán! ¡Esos pueblos! ¡Esa mafia! ¡Esa granizada de mandorla (almendra)! ¡Esa pasta con sardinas (serde)! Maravilla, maravilla, maravilla.
Era mi primera vez, y obviamente me ha encantado. Sería muy difícil poner sobre el papel (o sobre la pantalla de ordenador, que a estos efectos es lo mismo) todas las sensaciones que me ha producido ese viaje, porque han sido muchas, y muy agradables.
Pero como mis vacaciones aún no han acabado, y en unas horas salgo para Ibiza - otra isla de las de también quitar el hipo -, para disfrutar allí de mis cuatro días de puente (¡sí, este año los madrileños estamos que nos salimos con tantos puentes!jejeje)(¡¡por una vez ya era hora!!); creo que será a mí vuelta cuando documente y quizá hable un poco más de este verano que parece que está siendo eterno.
Lo que decía en el título: estoy intentando albergar en mi cabeza el máximo de impresiones posibles de este verano para que me ayuden a superar los momentos duros....
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