Un actor "intenso"
La rareza es sobre todo una cualidad de las actrices. Todas las Greta Garbo del mundo, retiradas del juego social, alejadas de todas las miradas, han dejado una marca febril en el imaginario colectivo. Pequeñas apariciones y desapariciones episódicas han marcado la historia de Hollywood, alimentando las mitologías del cine, falto de ídolos fantasmas.
Daniel Day-Lewis es uno de los únicos herederos masculinos de esa estirpe. Pero un heredero raro. Heredero a pesar de él. Puesto que aunque su persona desprende un áura de misterio desde por lo menos la mitad de los años noventa (90), al hombre parece que nunca le ha afectado, ni ha calculado ni controlado la frecuencia de sus apariciones en pantalla.
Para él, el tiempo es una entidad diferente.
Tiene casi cincuenta (50) años y no le hemos visto envejecer; al menos, no demasiado rápido.
Newland Archer, su doble en "La edad de la inocencia", empezó el film como amante fervoroso y terminó solo, sentado en un banco en la calle, viejo prematuro, habiendo sido paralizado por la falta de amor y por la renuncia a todas las posibilidades de aventura.
Metafóricamente, Daniel Day-Lewis ha pasado la mayor parte de su tiempo escapando al destino de ese personaje. Tomando riesgos, buscando recovecos en sus interpretaciones, y eligiendo el camino peligroso.
Ha tenido otras cosas que hacer en su vida, en vez de vivir encima de los platós o hartarse de trabajar - sólo ha rodado quince (15) películas en veinte (20) años, cinco (5) de las cuales en los últimos doce (12) años -.
Su leyenda está llena de rumores de todo tipo, de relatos que lo ponían al borde de la ruina, que acabó su relación con la actriz francesa Isabelle Adjani, a la que había dejado embarazada, mediante un fax, etc... Pero también está llena de momentos asombrosos y cómicos, como cuando Martin Scorsese tuvo que insistirle y rogarle que aceptara el papel de Bill el Carnicero en su película "Gangs of New York", ante la negativa del actor que estaba demasiado ocupado trabajando como zapatero en Italia. (No hay que olvidar que obtuvo una nominación a los Oscars por ese papel).
Como él mismo ha confesado algunas veces, Daniel Day-Lewis nunca ha dudado en ponerse en peligro atravesando experiencias vitales radicales. Pero siempre ha sabido rectificar y reponerse a tiempo. Pero es que parece que la distancia entre el furor destructivo y el autocontrol forman parte de su persona, en el más amplio sentido del término: "Siempre he tenido una capacidad alucinatoria muy desarrollada. Nunca me ha supuesto un problema creerme a mí mismo que yo era otra persona".
En ese sentido es uno de los pocos actores que puede sumergirse durante semanas en la vida del personaje que debe interpretar (así nos recuerda a otro monstruo de la escena como es Robert de Niro, con quién ha sido comparado a veces).
En muchas ocasiones ese "meterse en la vida de otro" se ha transformado en una obsesión. Lo que evidentemente nos ha regalado interpretaciones magistrales.
Ese método le ha servido para que se le conozca como un actor "intenso". Pero es que pienso que esa animalidad sin límites que tiene, y su arte de la interpretación, siempre han iluminado la pantalla. Sobre todo en películas en las que hacía de "hombre duro", como en las que rodó con su amigo Jim Sheridan, como "Mi pie izquierdo", "El Boxeador" o "En el nombre del padre", entre otras, o incluso en "El último mohicano".
Pero al recordar ahora la que para mí es su mejor interpretación, vemos que se revela otra cara. Más tranquila. Más femenina. Más emocionante.
La fineza de sus rasgos fueron escudriñados hasta el límite por Martin Scorsese en su obra maestra "La edad de la inocencia".
La clase que tiene en su forma de interpretar la dificultad e imposibilidad de amar, y el tormento desesperado de su personaje, lo hacen inolvidable. Por lo menos para mí.
Pero ya su personaje en una de sus primeras películas, "Mi hermosa lavandería" de Stephen Frears, nos habían dado ya bastantes pistas sobre su persona: interpretaba a un homosexual en la inglaterra de Margaret Thatcher, un chico aislado y solitario, aunque pandillero y violento (casi skinhead), sin otra salida que su amor por un amigo pakistaní de la infancia, dotando a su personaje de una increíble (y creíble) melancolía proletaria.
Supongo que no cabe duda de que Daniel Day-Lewis es uno de mis actores favoritos (si no el que más), por eso pienso que es motivo de celebración cada nueva interpretación suya. Por lo tanto espero con impaciencia su nueva película, "The Ballad of Jack and Rose", que espero estrenen pronto en España, y en la que le ha dirigido su mujer, Rebecca Miller.
Es la historia de un viudo, tocado por una enfermedad incurable, que vive con su hija en una casa aislada.
Estoy seguro que nos volverá a regalar una de esas interpretaciones suyas llena de matices, en la que los pequeños detalles cotidianos cobran magia a través de su persona.
PD: Hoy es Miércoles y sigo encerrado en casa con gripe. Llevo más de tres (3) días sin ver a nadie, y creo que ya empieza a afectarme. Espero poder estar bueno mañana para poder ir a trabajar y empezar a hacer una vida normal (¡nunca pensé que me vería diciendo esto!). Lo único que me ha servido para mantenerme vivo estos días han sido la lectura y el cine (¡siempre el cine!). Es obvio decir que acabo de volver a disfrutar en dvd de "La edad de la inocencia", y me ha gustado tanto, que me ha animado a dedicarle este post a su protagonista.
Daniel Day-Lewis es uno de los únicos herederos masculinos de esa estirpe. Pero un heredero raro. Heredero a pesar de él. Puesto que aunque su persona desprende un áura de misterio desde por lo menos la mitad de los años noventa (90), al hombre parece que nunca le ha afectado, ni ha calculado ni controlado la frecuencia de sus apariciones en pantalla.
Para él, el tiempo es una entidad diferente.
Tiene casi cincuenta (50) años y no le hemos visto envejecer; al menos, no demasiado rápido.
Newland Archer, su doble en "La edad de la inocencia", empezó el film como amante fervoroso y terminó solo, sentado en un banco en la calle, viejo prematuro, habiendo sido paralizado por la falta de amor y por la renuncia a todas las posibilidades de aventura.
Metafóricamente, Daniel Day-Lewis ha pasado la mayor parte de su tiempo escapando al destino de ese personaje. Tomando riesgos, buscando recovecos en sus interpretaciones, y eligiendo el camino peligroso.
Ha tenido otras cosas que hacer en su vida, en vez de vivir encima de los platós o hartarse de trabajar - sólo ha rodado quince (15) películas en veinte (20) años, cinco (5) de las cuales en los últimos doce (12) años -.
Su leyenda está llena de rumores de todo tipo, de relatos que lo ponían al borde de la ruina, que acabó su relación con la actriz francesa Isabelle Adjani, a la que había dejado embarazada, mediante un fax, etc... Pero también está llena de momentos asombrosos y cómicos, como cuando Martin Scorsese tuvo que insistirle y rogarle que aceptara el papel de Bill el Carnicero en su película "Gangs of New York", ante la negativa del actor que estaba demasiado ocupado trabajando como zapatero en Italia. (No hay que olvidar que obtuvo una nominación a los Oscars por ese papel).
Como él mismo ha confesado algunas veces, Daniel Day-Lewis nunca ha dudado en ponerse en peligro atravesando experiencias vitales radicales. Pero siempre ha sabido rectificar y reponerse a tiempo. Pero es que parece que la distancia entre el furor destructivo y el autocontrol forman parte de su persona, en el más amplio sentido del término: "Siempre he tenido una capacidad alucinatoria muy desarrollada. Nunca me ha supuesto un problema creerme a mí mismo que yo era otra persona".
En ese sentido es uno de los pocos actores que puede sumergirse durante semanas en la vida del personaje que debe interpretar (así nos recuerda a otro monstruo de la escena como es Robert de Niro, con quién ha sido comparado a veces).
En muchas ocasiones ese "meterse en la vida de otro" se ha transformado en una obsesión. Lo que evidentemente nos ha regalado interpretaciones magistrales.
Ese método le ha servido para que se le conozca como un actor "intenso". Pero es que pienso que esa animalidad sin límites que tiene, y su arte de la interpretación, siempre han iluminado la pantalla. Sobre todo en películas en las que hacía de "hombre duro", como en las que rodó con su amigo Jim Sheridan, como "Mi pie izquierdo", "El Boxeador" o "En el nombre del padre", entre otras, o incluso en "El último mohicano".
Pero al recordar ahora la que para mí es su mejor interpretación, vemos que se revela otra cara. Más tranquila. Más femenina. Más emocionante.
La fineza de sus rasgos fueron escudriñados hasta el límite por Martin Scorsese en su obra maestra "La edad de la inocencia".
La clase que tiene en su forma de interpretar la dificultad e imposibilidad de amar, y el tormento desesperado de su personaje, lo hacen inolvidable. Por lo menos para mí.
Pero ya su personaje en una de sus primeras películas, "Mi hermosa lavandería" de Stephen Frears, nos habían dado ya bastantes pistas sobre su persona: interpretaba a un homosexual en la inglaterra de Margaret Thatcher, un chico aislado y solitario, aunque pandillero y violento (casi skinhead), sin otra salida que su amor por un amigo pakistaní de la infancia, dotando a su personaje de una increíble (y creíble) melancolía proletaria.
Supongo que no cabe duda de que Daniel Day-Lewis es uno de mis actores favoritos (si no el que más), por eso pienso que es motivo de celebración cada nueva interpretación suya. Por lo tanto espero con impaciencia su nueva película, "The Ballad of Jack and Rose", que espero estrenen pronto en España, y en la que le ha dirigido su mujer, Rebecca Miller.
Es la historia de un viudo, tocado por una enfermedad incurable, que vive con su hija en una casa aislada.
Estoy seguro que nos volverá a regalar una de esas interpretaciones suyas llena de matices, en la que los pequeños detalles cotidianos cobran magia a través de su persona.
PD: Hoy es Miércoles y sigo encerrado en casa con gripe. Llevo más de tres (3) días sin ver a nadie, y creo que ya empieza a afectarme. Espero poder estar bueno mañana para poder ir a trabajar y empezar a hacer una vida normal (¡nunca pensé que me vería diciendo esto!). Lo único que me ha servido para mantenerme vivo estos días han sido la lectura y el cine (¡siempre el cine!). Es obvio decir que acabo de volver a disfrutar en dvd de "La edad de la inocencia", y me ha gustado tanto, que me ha animado a dedicarle este post a su protagonista.
20 comentarios
lifeonmars -
¡Si coincidimos en cantidad de cosas! ¡Por lo menos en las más esenciales de la vida! ¡Y eso es lo más importante!
A ver si nos vemos pronto, que ya apetece.
Mogkumo, sí es cierto, no sé cómo lo hacemos pero nos gustan casi las mismas películas. (Por cierto, te va a gustar mucho el último número de la revista del Club Cultura de la Fnac).
Pués fíjate que te digo, que la chiquilla esa no iba muy mal encaminada. Le das como un airecillo. ¡Pero sólo en tus días buenos! Je, je, je... ;-))
lifeonmars -
Mademoiselle S, tenía buena pinta. Aunque no creo que fuera Bobby Gillespie himself, el que pinchara, ¿no?
Nous devons dinner avant que tu parts, ¿eh?
La semaine prochaine?
MM, ¡el día que controles la informática serás nuestro Dios!
mogkumo -
así para tirarme un poco el moco, diré que un día una muchacha me decía que cuánto me parecía a este señor. yo se que no es cierto, pero y lo contento que me dejó...
jb -
MM -
Ay!El día ke yo controle informática va a temblar la blogosfera;de verdad , ke cosas más raras....
Mademoiselle S -
Primal Scream Dj Sesion: Dj Mani. La Palma. 0:00 Gratis
neonrosa -
lifeonmars -
Lo vuelvo a intentar mañana...
MM -
Pos me deja usted muerto, señor onmars, porke normalmente cuando el programa sospecha de ke un comentario es spam lo deja en cuarentena y luego yo lo admito o no lo admito.
Pero es ke los suyos ni sikiera aparecen en cuarentena. En internet pasan unas cosas máaaaas raras...
¿ Ha probado a poner otro dirección de correo? ¿ Con otro nombre ? ¿ Sin poner enlace?
Por probar....Me da una rabia kedarme sin comentarios currados...
lifeonmars -
¡Qué coñazo lo de estar tól día encerrao!
Gracias por lo del consomé, pero ya estoy hasta el jigo de tanto consomé. ;-)) ¡Se agradece!
Eso te iba a decir. Quiero dejarte un comment y tu 20.six ese no me deja. ;-))
Nos vemos pronto.
lifeonmars -
Llevo días dejándote mensajes que después no aparecen.
Justo ahora te acababa de dejar uno super currado y lo he perdido. ¡Me da una rabia!
Te lo digo aquí porque ya no sé cómo hacerlo. Bufff!
telecine -
Y qué wapo DDL... oh si... Muy buen post...
Jo, yo llevo tol día con uno ejscrito y 20six de los cojones no pirula...
lifeonmars -
Me alegro mucho que coincidamos con esta película. Tampoco conozco a mucha gente a la que le guste tanto.
¡A mí me apasiona! Me gusta todo, todo, todo: esos diálogos, esas escenas en la ópera, esos decorados, esos trajes, ese Daniel Day-Lewis, esa Michelle Pfeifer, esa Winona Ryder, esa sociedad new-yorkina tan clasista y cerrada, esa imposibilidad de exteriorizar los sentimientos, esa imposibilidad de amar, esa última escena en un banco en Paris y la otra detrás de la ventana, etc, etc, etc...
Me pareció increíble que un tio que había rodado Toro salvaje o Uno de los nuestros, por ejemplo, pudiera demostrar tanta sensibilidad y hacerlo tan bien. Desde entonces Martin Scorsese es uno de mis grandes.
Un beso para tí, guapetón.
lifeonmars -
Pero me gusta que te encante y exaspere a partes iguales. Eso es buena señal. Señal de que te provoca cosas (y no sólo por la entrepierna) ;-))))
Skywalker. Gracias. Me encantan tu lado frívolo y tu lado cabrón, a partes iguales. A mí en cambio me pone mogollón.
Muchísimas gracias por lo del caldico casero. ¡Hubiera sido muy bien recibido! ;-)))
MM -
¡¡¡ A mis brazos, señor onmars!!! Debe ser usted el primer fan ke me encuentro de mi peli favorita de Scosesse. Son tantas las escenas (ese barco...) y tantos los momentos.
En su momento la crítica y el público la machacó, pero a mí me parece una de las mejores adaptaciones ke se han hecho de una novela. Si hasta me gustó el doblaje de Nuria Espert....Además es la mejor interpretación de la Pfeiffer, ke está grande, grande, grande.
Skywalker -
Por otro lado, considerar que hace de "hombre duro" en mi pie izquierdo es mucho considerar... ;p
(lado cabrón skywalker)
Por cierto, ponte bueno!! si yo viviera en los Madriles te llevaba un caldico casero que te recuperaba en un par de horas...
Skywalker -
Por otro lado, considerar que hace de "hombre duro" en mi pie izquierdo es mucho considerar... ;p
(lado cabrón skywalker)
MAL -
lifeonmars -
C.K.DEXTER HAVEN -