Moving Targets
Los días avanzan y la actividad se multiplica.
Empiezan los días duros de trabajo, que lamentablemente creo que sólo irán en aumento en lo que queda de este año, de aquí a principios del año que viene.
Hoy he tenido una reunión bastante dura, con una señora de la competencia, brasileña que vive en Miami, para más señas, con la que tuve un encontronazo telefónico la semana pasada, y que quería venir a vernos en persona para terminar de comentar y arreglar un negocio importante que tenemos entre manos. Al final resultó mejor de lo que esperaba, y mucho más relajado de lo que temía iba a ser. ¡Asunto resuelto!
Además por la noche, antes de salir de la oficina, me acaban de dar la buena noticia de que al final nos han adjudicado un negocio importante en el que he estado trabajando las últimas semanas. Aún me quedan tres días para cerrarlo (lo que quiere decir mucho trabajo), pero por lo menos es buena noticia.
Quizá por esa influencia, he salido contento de la oficina y me he ido a clase de yoga a relajarme un poco, porque después corre que corre porque habíamos quedado para ir a una inauguración. Entre medias llamada de socorro para decir que su moto tenía problemas y que le había dejado tirado. Afortunadamente no pasó nada grave. ¡Ufff! Se lleva a arreglar y punto.
Hoy inauguraban una nueva exposición de Erwin Olaf en la galería Espacio Mínimo. Se trata de un fotógrafo/video artista holandés que me gusta mucho. Esta exposición se llama Moving Targets, y consta de una serie de video instalaciones cuyo mensaje principal es la incomunicación entre las personas en la sociedad actual. Con nombres directos y muy cortos, tipo RAIN, ROUGE, WET, SEPARATION or ANNOYED, algunas de la obras eran realmente impactantes.
Sin duda las que más me gustaron fueron ANNOYED, realmente perturbadora con un tríptico de videos gigantes, tratando el tema de los vecinos ruidosos y molestos y cómo cada uno reaccionamos de una forma diferente, y sobre todo WET, tratando la atracción sexual e incomunicación entre una pareja "diferente" con una ducha realmente sugerente y excitante. La recomiendo.
Trás haber visto todas las obras, no duramos mucho más en la galería, que, como su nombre indica, es realmente un espacio mínimo. Así que nos fuimos a cenar por la zona. Empezamos por el barrio de Lavapiés y acabamos cenando en el barrio de la Letras, en el único sitio que encontramos y nos convenía, un clásico de comida española llamado Lacón. Buen vino y buena charla.
Llegué a casa justo cuando empezaba mi programa de televisión favorito, "Días de cine", que no sé cómo lo hacen, pero cada vez que veo alguno de sus documentales me dan todavía más ganas de amar el cine. Nada mal para acabar un jueves noche.
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