RUFUS superstar!

Pués eso, que anoche estuve en el concierto de Rufus Wainwright y me encantó. Hacía tiempo que no me gustaba tanto un concierto, y que lo disfrutaba de esa manera.

Ahora resulta que soy superfan, y yo no me había dado cuenta.

De hecho es que todo fue muy mágico desde el principio. Yo llegué a tiempo, ¡no como otros! (el pobre M llegó un poco tarde y casi se pierde las dos primeras canciones). Pero es cierto que empezó ¡media hora antes de lo previsto!
Pués eso, que llegué y no había ni cola ni nada. Nada más entrar en la sala me pido una cerveza, me acerco a la primera fila, porque había muchííísimo espacio libre, y va y empieza la Tetonera (como diría M), una tal Joan as a Policewoman, que no conocía y resulta que es una tía estupenda y supercachonda, además de cantar bien. Estaba ella sola y su piano, y resulta que en la sala eramos literalmente quince (15) personas. Así que empieza a hablar con nosotros y a decirnos que iba a tocar para nosotros como si estuviésemos en el salón de su casa. Todo muy íntimo, muy bonito. Y entre canción y canción nos preguntaba a los de las primeras filas cómo nos llamábamos, y yo le dije que Jose y ella me dijo que "nice to meet me", que su nombre era Joan.
Además nos contaba que era la primera vez que venía a Madrid y que nunca había visto a gente tan guapa por la calle como en Madrid, y eso que nos dijo que era de Brooklyn, y nos confirmaba que allí también hay gente muy guapa.

Así pués fue un inicio muy cercano y entrañable para dar la bienvenida a Rufus, media hora antes de lo anunciado (que eran las once (11)) porque pensaban que iba a haber poca gente y porque la sala debía cerrar a la una (1), parece ser, y su concierto sería largo. Como es natural, no hay que olvidar que esto es España, señores, casi todo el mundo llegó cinco (5) minutos antes de que empezara, y ya se llenó la sala.

A partir de ahí todo fue glorioso. Me lo esperaba más alto, pero es bastante guapo, y está cañón. Y sobre todo es un tio muy simpático, inteligente y muy locaza, como ya intuíamos. Además tiene una voz prodigiosa.
(No se por qué pero en algún momento pensé que me recordaba a Prince, supongo que por lo de bajito, flaco y estar cañón, y ser sexy y un puto genio).

Cantó muchísimas canciones, se notaba que estaba muy a gusto y feliz, y pasaba del piano a la guitarra en medio del escenario y de canciones reflexivas sobre el amor, la muerte, la soledad, tributos a su familia, a otras con un toque más folk. Todo esto con intermedios de conversaciones con su público, entregado evidentemente: que si criticando al papa, que ya murió, por fín, que si alabando a Madrid, que si éramos un público muy "Hot", gente muy guapa, etc. (Hasta llegó a parar una canción ya empezada porque de pronto se dió cuenta que en esa canción pegaban las palmas tipo flamenquillas, y parece ser que aquí las hacemos muy bien, y nos pidió que le tocáramos las palmas).

En fin, todo muy camp y decadente al mismo tiempo. Pero por eso me gusta tanto, es un tipo muy auténtico, sensible y sincero. Muy locaza, y no lo oculta; pero destila verdad, lo que es de agradecer en este mundo (el de la canción, por ejemplo) donde todo es falso y pura pose.
Por supuesto él tiene pose, pero se lo puede permitir. Aunque sólo sea por lo buenas que son sus letras y lo bien que las interpreta y canta, y lo bien que le quedan los pantalones ajustados, las camisas abiertas casi hasta el ombligo y los fulares con broches de diamantes.

Además toda su banda estuvo muy bien. Resulta que una de las que le hacía los coros y tocaba el violín era Joan, la telonera, que seguía haciendonos caras y sonriéndonos a los de la primera fila (ya se había hecho amiga nuestra).

Por supuesto me encantaron mis canciones favoritas, que son muchas, y que cantó todas (desde "The Art Teacher" hasta "Cigarettes and Chocolate Milk" pasando por "Gay Messiah" o "14th Street"). Pero el delirio llegó con las penúltimas, "Old Whore’s Diet" (la que canta con el Antony) y "Oh What a World", donde literalmente toda la banda se desnudó (él, los cuatro músicos y las dos coristas) en el escenario. Se quitaron la ropa y se quedaron con tangas de flores, de leopardo y palletes brillantes, y él con unas alitas de angel, tiara de brillantes de plástico, taconazos rojos y una banda que decía Miss Madrid en letras rosas gigantes.
¡Fue tremendo! El público no daba crédito, y nos lo pasamos muy bien.

Una de esas situaciones en las que echas de menos no tener tu cámara para hacer fotos de un momento único.

(De hecho en ese mismo momento decidí que ya va siendo hora de comprarme una cámara digital de esas pequeñitas que no pesan nada y puedes llevar a todas partes).

Acabaron con batas de estar por casa, como muy vulgar y decadente, y todo el mundo sudando a tope, pero es que hicieron como dos o tres bises, y no se querían marchar. Cantaron durante dos horas.

Nunca había estado en primera fila en un concierto, y aquí además teníamos la mejor situación, ya que estábamos justo a su lado en el piano, y veíamos todo muy bien. Privilegiados, vamos.
La verdad es que el hecho de ver tan de cerca a la estrella, verle sudar, cómo se emociona con los gestos del público, se enfada cuando algo no suena bien, o no atina a sacarse las botas, es muy emocionante. Y este tuvo algunos momentos muy emocionantes.

Hoy tuve un día muy coñazo, con muchísimo trabajo, y sólo deseaba que pasara lo antes posible.
Curiosamente tuve una clase muy buena en el yoga, y me concentré y relajé muy bien.

Y para terminar he de decir que he vuelto a recuperar la fe en el servicio de Correos en España, porque nada más llegar a casa esta noche me he encontrado con dos sorpresas muy agradables que me esperaban en el buzón.
Por un lado el nuevo número (ya va por el 12) de mi suscripción anual a la revista holandesa BUTT. ¡Tremenda!
Y por otro lado el Ep de DAR FUL FUL que me había recomendado JA, y que me pedí por internet a Jabalina Música. Es buenísimo. Me ha gustado mucho, y la portada de Javier Aramburu es preciosa.

"Lo que él necesitaba era encontrar en el mundo real
la imagen irreal que su alma contemplaba constantemente"
JAMES JOYCE