GRECIA
Pués ya estamos aquí.
Sí. Todo acaba en la vida, incluso lo bueno. ¡¿Qué se le va a hacer?!
Vengo absolutamente fascinado con Grecia. ¡No me explico cómo es que no he ido antes! Me ha gustado absolutamente todo.
Realmente han sido unas vacaciones maravillosas, quizá una de las mejores que haya tenido en mi vida. ¡Con eso lo digo todo!
Evidentemente hay muchas Grecias, y muchas cosas que ver en ese país (la continental, las ruinas clásicas, el Pireo, Creta, Rodas, y la infinidad de islas (¡dios mío, qué cantidad de islas hay!), etc, etc, etc...) que espero poder ir visitando en otras ocasiones. Pero en este viaje nos hemos limitado a pasar tres días en la capital y a visitar cuatro de las islas más características de las Cícladas: Mykonos, Paros, Naxos y Santorini, en las que hemos pasado tres días en cada una.
Fue un viaje de esos semiorganizados, es decir, que ya tenías el hotel y los billetes de avión y de barco concertados, y una vez allí te traían y llevaban a los sitios convenidos, y después tenías todo el tiempo para tí, para hacer lo que quisieras.
Y debo decir que todo nos ha salido perfecto.
Atenas me ha sorprendido gratamente. Es una ciudad contradictoria, sucia y a veces fea, y por supuesto no es la capital que ese país se merece. Pero me ha gustado mucho más de lo que me habían contado. Me parece una ciudad muy viva y activa, con mucho movimiento, y evidentemente su historia y cultura se palpa en el ambiente. Una pena que las sucesivas guerras y lo mal que la ha tratado la historia hayan destruido muchos de sus tesoros y edificios emblemáticos, y hayan dejado una ciudad en su mayoria gris y llena de construcciones y edificios modernos y completamente olvidables. Es una ciudad enorme, y supongo que toda megalópolis debe tener sus contradiciones, sus rincones especiales mezclados con otros aberrantes.
Pero la sensación general es muy buena.
Mención aparte merecen el Partenón y la Acrópolis, que son de esas cosas que toda persona debe visitar al menos una vez en la vida. ¡Simplemente alucinantes!
Es emocionante ir subiendo esa colina bajo un calor sofocante y de pronto dar un paso de miles de años atrás y encontrate de pronto entre las ruinas de lo que era una cultura y sociedad resplandecientes. Realmente es increíble comprobar las maravillas que ha podido llegar a hacer el ser humano (a veces, sólo a veces). Divisar la ciudad desde esas montañas, y en la puesta de sol, es una de esas cosas que sólo pasan una vez en la vida.
Me encantó sobre todo ver Las Cariátides al natural (uno de mis monumentos favoritos de la historia), y me sorperndió su pequeño museo, que tiene cosas interesantes. Me compré una pequeña escultura en mármol de una de las diosas griegas, y que ya quedará como recuerdo.
Lo de las islas griegas (y en especial las cícladas) es una cosa aparte. Me ha gustado absolutamente todo: la simpatía de sus gentes, la comida, los paisajes, las playas, los pueblos remotos, su arquitectura, su cultura, sus acantilados y calas, la arena de sus playas, su forma de vida, su lengua, su historia, su mediterráneo, etc, etc, etc...
Y es que los blancos y azules de sus casas e iglesias son más blancos y más azules que en ningún otro sitio. Y nunca antes había estado en unas playas con un agua tan trasparente y una arena tan blanca.
Evidentemente nos hemos puesto hasta las botas de Musaka, ensaladas con tomate, feta y pepino, buen pescado a la plancha, y todas las especialidades griegas que nuestros cuerpos han podido soportar. Pero desde aquí lo digo: a partir de ahora soy adicto a la Musaka y al yogur griego (¡esas ensaladas de yogur blanco con frutas frescas, por dios!). ¡Qué cosas más ricas!
Normalmente hemos ido en ferry entre las islas, y esos viajes en barco nos han brindado muchos momentos y paisajes inolvidables. Y empezando por Mykonos y acabando en Santorini hemos pasado tres días en cada isla.
Cada vez que llegábamos a una lo primero que hacíamos era alquilarnos una moto, que es la mejor manera de recorrerte las islas y conocerlas a fondo. E igualmente esos viajes en moto por sus carreteras y costas nos han brindado momentos que para siempre quedarán en nuestra memoria.
De cada una de ellas resaltaría algo. De Paros algunas de sus inigualables aldeas perdidas, y quizá de Naxos sus playas salvajes (las mejores), pero mis lugares favoritos han sido sin duda Mykonos, y sobre todo Santorini.
Mykonos es un lugar muy especial. Tiene una especie de magia en el ambiente, como de reminiscencias de pasado hippy y glamuroso al mismo tiempo, o ese "je ne sais quoi" que pocos sitios tienen (quizá Ibiza sea otro de esos lugares).
Nuestro hotel era una pasada. Aunque no era nada lujoso (más bien lo contrario), tenía una terraza propia con unas vistas alucinantes y escaleras de piedra que nos llevaban a la cala con playa privada. Realmente de ensueño.
La isla en sí está despoblada y es casi desértica, pero ese contraste con sus bonitos pueblos blancos y su bulliciosa capital, le daban una contradicción interesante.
La capital de la isla es de verdad un sitio único, con sus intrincadas calles, sus casas blanquísimas y sus calles de piedra y cal. El estupendo ambiente de turismo joven y guapo (muchos italianos) y sus muchas tiendas, le daban ese punto glamuroso que todo el mundo espera de Mykonos. Realmente no defrauda.
Pero Santorini es mucho Santorini. Y sin duda es uno de esos lugares que nunca me cansaré de recomendar a todo el mundo.
También existe un gran contraste entre su desolada naturaleza y sus preciosas ciudades, pero la sola vista de sus paisajes, su mar y sus acantilados merecen cualquier visita.
Sin lugar a dudas es uno de esos lugares que quitan la respiración.
Hace más de 200 años antes de Cristo hubo una gran erupción volcánica que partió la isla en dos, y después, otros sucesivos volcanes y un terremoto de hace 50 años, dejaron sus islas y su paisaje tal como están ahora (por el momento), y lo convierten en un lugar único. Muy difícilmente podré olvidar la vista desde sus pueblos sobre los acantilados, su bahía con el volcán al fondo, y la puesta de sol sobre su horizonte.
Lo que más me ha gustado han sido su capital (Phira), y los pueblos de Pyrgos y sobre todo Oia (un lugar de fábula).
Tendría muchísimas otras historias o cosas que contar, pero me dejaré para mí esos recuerdos que quedarán para siempre en mi memoria (y en la de mi acompañante, por supuesto).
Durante dos semanas hemos desconectado completamente, y hemos vivido absolutamente aislados del mundo (como deben ser unas buenas vacaciones). No he leído ni un simple periódico ni he visto la televisión ni nada por el estilo. O sea que no sé ni qué ha pasado en el mundo en este tiempo.
Me ha entristecido comprobar al volver a casa que media Galicia ha ardido (realmente inaudito que haya gente que pueda meter fuego al monte, ¡nunca lo comprenderé!); y que la guerra en el Líbano continuó por demasiado tiempo (esperemos que el alto al fuego de estos días dure para siempre (¡por siempre!). Pero lo que más me ha alucinado de todo es comprobar que en televisión (en "esos" programas) sólo se sigue hablando de "La Pantoja", como cuando me fuí. ¿Pero no ha cambiado nada en este país? ¿Es que a alguien le interesa lo que le pase a esa "señora"? ¡Increíble!
Realmente he tenido esa sensación de disfrutar plenamente de un verano como debe ser un verdadero verano: todo el día en bañador, yendo de playa en playa, visitando pueblos perdidos, olvidándote del resto del mundo, comiendo pescado, ensalada y sandía al borde del mar, y disfutando de mucho sol (creo que nunca en mi vida me he puesto tan moreno) y de mucho amor (porque también ha sido un verano muy romántico).
Siempre recurro a una frase que me gusta mucho y resume muy bien esa sensación: "You can store enough summer in your mind to combat even the dreariest of days..."
PD: en otra entrada posterior quizá ponga alguna que otra foto de mi viaje, que haberlas las hay. Y muchas.
Sí. Todo acaba en la vida, incluso lo bueno. ¡¿Qué se le va a hacer?!
Vengo absolutamente fascinado con Grecia. ¡No me explico cómo es que no he ido antes! Me ha gustado absolutamente todo.
Realmente han sido unas vacaciones maravillosas, quizá una de las mejores que haya tenido en mi vida. ¡Con eso lo digo todo!
Evidentemente hay muchas Grecias, y muchas cosas que ver en ese país (la continental, las ruinas clásicas, el Pireo, Creta, Rodas, y la infinidad de islas (¡dios mío, qué cantidad de islas hay!), etc, etc, etc...) que espero poder ir visitando en otras ocasiones. Pero en este viaje nos hemos limitado a pasar tres días en la capital y a visitar cuatro de las islas más características de las Cícladas: Mykonos, Paros, Naxos y Santorini, en las que hemos pasado tres días en cada una.
Fue un viaje de esos semiorganizados, es decir, que ya tenías el hotel y los billetes de avión y de barco concertados, y una vez allí te traían y llevaban a los sitios convenidos, y después tenías todo el tiempo para tí, para hacer lo que quisieras.
Y debo decir que todo nos ha salido perfecto.
Atenas me ha sorprendido gratamente. Es una ciudad contradictoria, sucia y a veces fea, y por supuesto no es la capital que ese país se merece. Pero me ha gustado mucho más de lo que me habían contado. Me parece una ciudad muy viva y activa, con mucho movimiento, y evidentemente su historia y cultura se palpa en el ambiente. Una pena que las sucesivas guerras y lo mal que la ha tratado la historia hayan destruido muchos de sus tesoros y edificios emblemáticos, y hayan dejado una ciudad en su mayoria gris y llena de construcciones y edificios modernos y completamente olvidables. Es una ciudad enorme, y supongo que toda megalópolis debe tener sus contradiciones, sus rincones especiales mezclados con otros aberrantes.
Pero la sensación general es muy buena.
Mención aparte merecen el Partenón y la Acrópolis, que son de esas cosas que toda persona debe visitar al menos una vez en la vida. ¡Simplemente alucinantes!
Es emocionante ir subiendo esa colina bajo un calor sofocante y de pronto dar un paso de miles de años atrás y encontrate de pronto entre las ruinas de lo que era una cultura y sociedad resplandecientes. Realmente es increíble comprobar las maravillas que ha podido llegar a hacer el ser humano (a veces, sólo a veces). Divisar la ciudad desde esas montañas, y en la puesta de sol, es una de esas cosas que sólo pasan una vez en la vida.
Me encantó sobre todo ver Las Cariátides al natural (uno de mis monumentos favoritos de la historia), y me sorperndió su pequeño museo, que tiene cosas interesantes. Me compré una pequeña escultura en mármol de una de las diosas griegas, y que ya quedará como recuerdo.
Lo de las islas griegas (y en especial las cícladas) es una cosa aparte. Me ha gustado absolutamente todo: la simpatía de sus gentes, la comida, los paisajes, las playas, los pueblos remotos, su arquitectura, su cultura, sus acantilados y calas, la arena de sus playas, su forma de vida, su lengua, su historia, su mediterráneo, etc, etc, etc...
Y es que los blancos y azules de sus casas e iglesias son más blancos y más azules que en ningún otro sitio. Y nunca antes había estado en unas playas con un agua tan trasparente y una arena tan blanca.
Evidentemente nos hemos puesto hasta las botas de Musaka, ensaladas con tomate, feta y pepino, buen pescado a la plancha, y todas las especialidades griegas que nuestros cuerpos han podido soportar. Pero desde aquí lo digo: a partir de ahora soy adicto a la Musaka y al yogur griego (¡esas ensaladas de yogur blanco con frutas frescas, por dios!). ¡Qué cosas más ricas!
Normalmente hemos ido en ferry entre las islas, y esos viajes en barco nos han brindado muchos momentos y paisajes inolvidables. Y empezando por Mykonos y acabando en Santorini hemos pasado tres días en cada isla.
Cada vez que llegábamos a una lo primero que hacíamos era alquilarnos una moto, que es la mejor manera de recorrerte las islas y conocerlas a fondo. E igualmente esos viajes en moto por sus carreteras y costas nos han brindado momentos que para siempre quedarán en nuestra memoria.
De cada una de ellas resaltaría algo. De Paros algunas de sus inigualables aldeas perdidas, y quizá de Naxos sus playas salvajes (las mejores), pero mis lugares favoritos han sido sin duda Mykonos, y sobre todo Santorini.
Mykonos es un lugar muy especial. Tiene una especie de magia en el ambiente, como de reminiscencias de pasado hippy y glamuroso al mismo tiempo, o ese "je ne sais quoi" que pocos sitios tienen (quizá Ibiza sea otro de esos lugares).
Nuestro hotel era una pasada. Aunque no era nada lujoso (más bien lo contrario), tenía una terraza propia con unas vistas alucinantes y escaleras de piedra que nos llevaban a la cala con playa privada. Realmente de ensueño.
La isla en sí está despoblada y es casi desértica, pero ese contraste con sus bonitos pueblos blancos y su bulliciosa capital, le daban una contradicción interesante.
La capital de la isla es de verdad un sitio único, con sus intrincadas calles, sus casas blanquísimas y sus calles de piedra y cal. El estupendo ambiente de turismo joven y guapo (muchos italianos) y sus muchas tiendas, le daban ese punto glamuroso que todo el mundo espera de Mykonos. Realmente no defrauda.
Pero Santorini es mucho Santorini. Y sin duda es uno de esos lugares que nunca me cansaré de recomendar a todo el mundo.
También existe un gran contraste entre su desolada naturaleza y sus preciosas ciudades, pero la sola vista de sus paisajes, su mar y sus acantilados merecen cualquier visita.
Sin lugar a dudas es uno de esos lugares que quitan la respiración.
Hace más de 200 años antes de Cristo hubo una gran erupción volcánica que partió la isla en dos, y después, otros sucesivos volcanes y un terremoto de hace 50 años, dejaron sus islas y su paisaje tal como están ahora (por el momento), y lo convierten en un lugar único. Muy difícilmente podré olvidar la vista desde sus pueblos sobre los acantilados, su bahía con el volcán al fondo, y la puesta de sol sobre su horizonte.
Lo que más me ha gustado han sido su capital (Phira), y los pueblos de Pyrgos y sobre todo Oia (un lugar de fábula).
Tendría muchísimas otras historias o cosas que contar, pero me dejaré para mí esos recuerdos que quedarán para siempre en mi memoria (y en la de mi acompañante, por supuesto).
Durante dos semanas hemos desconectado completamente, y hemos vivido absolutamente aislados del mundo (como deben ser unas buenas vacaciones). No he leído ni un simple periódico ni he visto la televisión ni nada por el estilo. O sea que no sé ni qué ha pasado en el mundo en este tiempo.
Me ha entristecido comprobar al volver a casa que media Galicia ha ardido (realmente inaudito que haya gente que pueda meter fuego al monte, ¡nunca lo comprenderé!); y que la guerra en el Líbano continuó por demasiado tiempo (esperemos que el alto al fuego de estos días dure para siempre (¡por siempre!). Pero lo que más me ha alucinado de todo es comprobar que en televisión (en "esos" programas) sólo se sigue hablando de "La Pantoja", como cuando me fuí. ¿Pero no ha cambiado nada en este país? ¿Es que a alguien le interesa lo que le pase a esa "señora"? ¡Increíble!
Realmente he tenido esa sensación de disfrutar plenamente de un verano como debe ser un verdadero verano: todo el día en bañador, yendo de playa en playa, visitando pueblos perdidos, olvidándote del resto del mundo, comiendo pescado, ensalada y sandía al borde del mar, y disfutando de mucho sol (creo que nunca en mi vida me he puesto tan moreno) y de mucho amor (porque también ha sido un verano muy romántico).
Siempre recurro a una frase que me gusta mucho y resume muy bien esa sensación: "You can store enough summer in your mind to combat even the dreariest of days..."
PD: en otra entrada posterior quizá ponga alguna que otra foto de mi viaje, que haberlas las hay. Y muchas.
16 comentarios
lifeonmars -
¿Cómo va todo?
¿Qué tal ese veranillo parisino? Cuenta, cuenta...
Calimera, calimera,.... Paracalo, paracalo....
MAL, tú también estabas muy bien, la verdad.
Calla, calla. Lo del video de la burra se queda pá tí y pá mí. ¡Qué llorera de risa nos entró, ¿eh?!
(En verdad parecía uno de esos vídeos de "Videos de primera").
Pero bueno, TB97, ¡qué alegría leerte!
Ya se te echaba de menos. Es una pena que ahora puedas leer menos.
Te juro que un día en Grecia, de pronto, me acordé de tí y me apeteció saber de tí y estuve a punto de llamarte. Pero después me dió corte. ¡Qué rollo!
A ver si nos vemos un día de estos.
lifeonmars -
Ahora mismo me paso por tu sitio y te leo, que seguro que has tenido más de una historia que contar. ;-)) ¿Me equivoco?
Cool Boy, las fotos que salen son más de reportajes (de buenos fotógrafos). Pero hay una sección de tendencias (ya nos entendemos).
Te recomineto una revista que se llama Collezioni, o algo así. Es italiana, y es un tocho de gorda. Ahí vienen todos, todos, los desfiles.
Mrs de Winter, muchísimas gracias por todo. De verdad.
En serio que has vuelto a demostrar tu entidad y valores. Y tu buen estar (como siempre). ¡Has estado genial!
Lo aprecio mucho. De corazón.
lifeonmars -
Seguro que el francés se te da muy bien. ¡Es cuestión de práctica! ;-)))
MAL, es que todo lo griego es muy ¡sensual! ;-))
Si, gracias a la tecnología te ví ayer. ;-)) (A veces la vida real va por delante de esto del blog, y todo) Ja, ja, ja...
Jko, sí, sí, sí, lo de las fotos vino después. Y allí también me explayé a gusto (ya las puedes ver en otra entrada posterior). (Joder, ¡qué lio con lo de las entradas que van p'alante y p'atrás!).
Sí, figúrate que yo también me acordé de la peli, y me imaginé a veces como la Lucia de la peli. Aunque hubo momentos en que me podía haber imaginado como cualquiera de las tres chicas de la peli (Paz, Najwa o Elena). Lo digo por el tipo de sexo que cada una representaba en la historia: el sexo romántico, el polvazo de una vez en la vida, o el sexo sucio.... ;-)))) Je, je, je....
A tí te veo luego.
TB97 -
MAL -
coxis -
calimera,calispera
Mrs. de Winter -
Siento lo ocurrido en mi blog. Lo siento de veras, espero que no vuelva a pasar. Una vez más, (no eres el primero que deja comments con el que se mete) y vuelvo a activar el filtro para los comments. No sé si debería hacerlo ya, es mejor que los comments vayan saliendo y así hay debate, no sólo mis respuestas. De momento he borrado todo lo que bajo ningún concepto quiero que esté en mi blog. Hay cosas por las que no paso. Lo siento de verdad.
Besicos.
CooL BoYq -
Skywalker -
un beso lifeon y bienvenido...
jko -
a mi, no se por qué me viene a la cabeza lucía y el sexo imaginándome a los dos por ahí perdidos en la moto por las islas... qué chuuuulo.
MAL -
CooL BoY -
lifeonmars -
Estoy seguro que la venden en cualquier kiosko o tienda donde vendan revistas y periódicos internacionales.
Figúrate que hasta en las remotas islas de Grecia (en Naxos, concretamente) y ayer en el aeropuerto de Atenas, ví que aún tenían en las estanterías el número 3 (primavera/verano del 2006), con Lenny Kravitz en la portada.
Eso si, se me olvidó decirte que todo es en francés. ¿hablas francés? ;-))
Creo que en la página web del Vogue francés, verás la referencia a ésta, y quizá se consiga on line.
No, yo llevo viviendo en Madrid sólo 6 años. He vivido en muchos sitios anteriormente, incluso en el extranjero (Bélgica). Pero de todo eso ya te hablaré en persona. No es plan de enumerar aquí todos los sitios en dónde he estado. Por aquello de la intimidad y tal. Ja, ja, ja.... ;-)))
CooL BoY -
Ah, y gracias por linkearme!
lifeonmars -
Sí, ya estoy de vuelta. Perdona que últimamente no he podido ni contestar a comentarios ni escribir en otros blogs, pero el tuyo lo leo siempre. He estado realmente muy movido últimamente. Pero en estos días de "casi tranquilidad" en los que ya estoy en Madrid, hasta que empiece el bullicio de Septiembre, intentaré ponerme al día y comentar más en todos.
Grecia estuvo realmente genial. Creo que mañana bajaré algunas de las fotos que he hecho.
Sí, me apasiona la moda, y sobre todo su fotografía. De ahí me conozco absolutamente todo.
El Vogue Homme International está muy bien. Sale dos veces al año (Septiembre y Marzo), y recoge todo sobre las tendencias masculinas, y tiene muy buenas fotografías. Se edita desde Paris, y su editor jefe, hasta hace dos números, era Richard Buckley, el novio de Tom Ford. Digo era, porque creo que últimamente lo ha dejado (coincidiendo con la salida de Tom de la moda).
En principio sacaron 16 números, y en verano del 2005 cambiaron de rumbo, y contenido, y ahora está incluso mejor. Digamos que ahora es la versión masculina del Vogue Paris.
Van por el número 3, y el próximo será el 4.
Se encuentra en los kioscos más especializados, o incluso en la Fnac y el Vips, al menos aquí en Madrid. Tú, ¿dónde vives?
Sí, lo del gasto en revistas, mejor lo dejamos, que después me regañan. ;-)))
Nos seguimos leyendo. Ya estás entre mis enlaces favoritos.
CooL BoY -
Una de las que compras, me interesa la Vogue Homme International, trae mucho sobre tendencias masculinas? ¿Como puedo conseguirla? Bueno te leeré por si me contestas, aunque no contestes seguiré leyendote. Ya que tu blog está genial !!! Besos
p.d. Por cierto, a ver si subes alguna imagen de Grecia ? :P