¡Ese Junio que nos vuelve a todos locos...!
Empieza un nuevo mes que promete muy buenas cosas, pero que cuando menos viene revuelto.
Tengo tantas cosas en la cabeza, tanto lío y presiones por todos lados, que no sé ni qué, ni cómo, escribir algo aquí.
Podría contar que los marrones y tensiones se acumulan en el trabajo, y me afectan. Claro que me afectan.
Podría, podría. Pero no lo contaré.
Podría recordar el estupendo comentario que Pedro Almodóvar, siguiendo con mi euforia de mi entrada de ayer, ha dedicado a Paul Auster en El Pais de hoy.
Podría, podría. Pero no lo recordaré.
Podría también comentar lo de Rocio Jurado, como hoy ha hecho toda España, pero me recuerda tanto al proceso de enfermedad y muerte que viví con mi madre no hace demasiado tiempo, que realmente no me apetece. Es demasiado doloroso.
Podría, podría. Pero no lo comentaré.
Podría decir que por fin he podido salir a una hora decente de la oficina que me permitiera ir a una tienda de discos y he podido comprar de una vez el esperado "Deseo Carnal" de Alaska y Dinarama en versión de luxe (¡vaya packaging más chulo!), y de regalo, me he autoregalado - vaya la redundancia - una joyita de Elefant Records llamada "Que Viva Le Pop!", con una portada preciosa, y ¡por sólo 4,95 euros!. Quisiera comentarlos y todo eso, pero lo mejor es escucharlos.
Podría, podría. Pero no lo diré.
Podría jurar que, ya puestos, he estado a punto de comprar un cd de grandes éxitos de Rocio Jurado. Por aquello de tener un recuerdo kistch del momento, y recordar la cantidad de "viajes" a la playa que me dieron mis padres cuando era pequeño oyendo una y otra vez las casettes de la Jurado en el coche.
Podría, podría. Pero no lo juraré.
Podría mencionar la i-m-p-r-e-s-i-o-n-a-n-t-e portada e increíble reportaje de moda de Steven Klein en el L’Uomo Vogue de Mayo y Junio - "L.A. Portfolio", se llama -, pero es taaaan alucinante que no se puede contar con palabras. Hay que verlo en persona.
Podría, podría. Pero no lo mencionaré.
Podría airear que acabo de recibir la invitación de boda de un excompañero de trabajo y casi amigo, que aunque es de Bilbao, se casará en Gijón (y por lo civil). Podría decir que no me apetece, y que quizá tenga una buena excusa para no ir.
Podría, podría. Pero no lo airearé.
Podría hablar sobre el inicio de las exposiciones de PhotoEspaña en Madrid. Para mí, gran amante de la fotografía, uno de los mejores acontecimientos culturales que suceden en esta ciudad una vez al año.
Podría, podría. Pero no hablaré.
Podría frivolizar sobre los chicos y chicas tan guapos (¡enamorado de la moda juvenil!) que se ven estos días por las calles de mi ciudad.
Podría, podría. Pero no frivolizaré.
Pero lo más importante (y más triste también) es que podría confesar que llevo dos días con un enorme cabreo porque finalmente me he quedado sin abono para poder asistir al Festival Internacional de Música de Benicassim de este verano. Sé que todavía quedan casi dos meses, y que parece increíble, pero es la pura realidad. Aquí el que no corre vuela, y por ser tan tonto, me he quedado sin entradas a un buen precio, sin la posibilidad de tener espacio para acampar, y lo que es peor, sin siquiera saber tomar la decisión de si al final voy a ir o no. ¡Mierda! Tenía tanta ilusión que este mal rollo me ha cortado el punto.
Podría, podría. Pero no lo confesaré...
Tengo tantas cosas en la cabeza, tanto lío y presiones por todos lados, que no sé ni qué, ni cómo, escribir algo aquí.
Podría contar que los marrones y tensiones se acumulan en el trabajo, y me afectan. Claro que me afectan.
Podría, podría. Pero no lo contaré.
Podría recordar el estupendo comentario que Pedro Almodóvar, siguiendo con mi euforia de mi entrada de ayer, ha dedicado a Paul Auster en El Pais de hoy.
Podría, podría. Pero no lo recordaré.
Podría también comentar lo de Rocio Jurado, como hoy ha hecho toda España, pero me recuerda tanto al proceso de enfermedad y muerte que viví con mi madre no hace demasiado tiempo, que realmente no me apetece. Es demasiado doloroso.
Podría, podría. Pero no lo comentaré.
Podría decir que por fin he podido salir a una hora decente de la oficina que me permitiera ir a una tienda de discos y he podido comprar de una vez el esperado "Deseo Carnal" de Alaska y Dinarama en versión de luxe (¡vaya packaging más chulo!), y de regalo, me he autoregalado - vaya la redundancia - una joyita de Elefant Records llamada "Que Viva Le Pop!", con una portada preciosa, y ¡por sólo 4,95 euros!. Quisiera comentarlos y todo eso, pero lo mejor es escucharlos.
Podría, podría. Pero no lo diré.
Podría jurar que, ya puestos, he estado a punto de comprar un cd de grandes éxitos de Rocio Jurado. Por aquello de tener un recuerdo kistch del momento, y recordar la cantidad de "viajes" a la playa que me dieron mis padres cuando era pequeño oyendo una y otra vez las casettes de la Jurado en el coche.
Podría, podría. Pero no lo juraré.
Podría mencionar la i-m-p-r-e-s-i-o-n-a-n-t-e portada e increíble reportaje de moda de Steven Klein en el L’Uomo Vogue de Mayo y Junio - "L.A. Portfolio", se llama -, pero es taaaan alucinante que no se puede contar con palabras. Hay que verlo en persona.
Podría, podría. Pero no lo mencionaré.
Podría airear que acabo de recibir la invitación de boda de un excompañero de trabajo y casi amigo, que aunque es de Bilbao, se casará en Gijón (y por lo civil). Podría decir que no me apetece, y que quizá tenga una buena excusa para no ir.
Podría, podría. Pero no lo airearé.
Podría hablar sobre el inicio de las exposiciones de PhotoEspaña en Madrid. Para mí, gran amante de la fotografía, uno de los mejores acontecimientos culturales que suceden en esta ciudad una vez al año.
Podría, podría. Pero no hablaré.
Podría frivolizar sobre los chicos y chicas tan guapos (¡enamorado de la moda juvenil!) que se ven estos días por las calles de mi ciudad.
Podría, podría. Pero no frivolizaré.
Pero lo más importante (y más triste también) es que podría confesar que llevo dos días con un enorme cabreo porque finalmente me he quedado sin abono para poder asistir al Festival Internacional de Música de Benicassim de este verano. Sé que todavía quedan casi dos meses, y que parece increíble, pero es la pura realidad. Aquí el que no corre vuela, y por ser tan tonto, me he quedado sin entradas a un buen precio, sin la posibilidad de tener espacio para acampar, y lo que es peor, sin siquiera saber tomar la decisión de si al final voy a ir o no. ¡Mierda! Tenía tanta ilusión que este mal rollo me ha cortado el punto.
Podría, podría. Pero no lo confesaré...
8 comentarios
lifeonmars -
¡¡A ver, a ver...!!
lifeonmars -
¡¡Vaya recuerdos!!
Creo que papá era más de Julio, en cambio a mamá le gustaban más Los Panchos. A mí también.
lifeonmars -
Me alegro ser por lo menos una ventanita al mundo exterior.
Pués precisamente "La música del azar" es uno de sus pocos que no he leído. Pero ya sé que lo leeré pronto.
Gracias.
lifeonmars -
Uff, no sé, no sé lo de Benicassim. Era como una espinita que tengo clavada. No querría morirme sin haber estado por lo menos una vez en Benicassim, y este verano pintaba bien. ¡Ya veremos!
jko -
vaale, no es lo mismo que vivir el festival en el camping, pero SEGURO QUE CON LA ILUSIÓN QUE TE HACE LO COMPENSAS!! y además luego nos vemos en los conciertos!
ánimo FIBER!
Miguel -
JAVI GINER -
dpna -
mirapordónde, "trilogía de nueva york" es el título que me llenó el ojo al visitar la página de auster... me recordó a esas "historias de nueva york" de allen, scorsese y coppola.
no te quejes, el destino y tu dejadez han decidido por tí... será por festivales!