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Navidad en el recuerdo

Ya pasó la Navidad. ¡Por fín! ¡Cada vez tengo más claro que no me gustan nada estas fiestas!

Ahora a pasar página y a seguir avanzando, mirándo con ánimo e ilusión al nuevo año. Hay que seguir siempre hacia adelante.

He pasado este fin de semana con mi familia, y lo cierto es que ha sido estupendo. Muy fugaz, pero muy bueno. Como diría La Prohibida ha sido todo "como un Flash", rápido y eléctrico, pero lleno de emoción. (Aunque en verdad todo pasa tan rápido que casi ni te enteras).

Ya de entrada el viaje empezó bien. Justo cuando esperaba a que saliera el tren en la estación de Atocha, recibo una llamada de mi amiga cuyo nombre empieza por A y acaba por A, y con una N en medio, de quién hacía más de un (1) año que no tenía noticias, y a quién lamentablemente temía haber perdido como amiga. Pués resulta que no, que siempre ha estado ahí, que hasta me dice que lee este blog de vez en cuando -y yo sin saberlo-, y que ha estado muy pero que muy al tanto de mi vida últimamente. Me encanta que el nuevo año sea el año de nuestro reencuentro, porque es una persona (y una familia) a la que quiero mucho y no querría haberlas perdido así como así. Fue el típico momento que te demuestra que la Navidad al fin y al cabo tiene algo mágico.

Con esa alegría me metí en el tren y llegué a Sevilla donde me esperaba mi prima Elisa (¡hello, si lees esto!), con quien tuve muy buena charla mientras conducía, y así hasta que llegué a casa. Aquí llegó el momento un poco más triste, porque no me esperaba nadie. O más bien, mi padre decidió acostarse antes de esperar a que yo llegara, para ni siquiera darme un beso o decirme hola. Pero bueno, esa es otra historia, que no me apetece contar aquí.

Lo bueno es que al entrar a mi habitación me esperaba un regalo encima de mi cama (de hecho el único regalo que he recibido) que es muy original y me ha gustado mucho. Me lo había enviado mi hermano pequeño (Miguel) y su novia, con quiénes no iba a coincidir en las Navidades, y es un ejemplar de un diario y una revista del día exacto en que yo nací (hace ya mucho tiempo). Es genial, porque es un estupendo documento revelador de qué pasó en el mundo ese mismo día en que yo llegaba a él. ¡Me ha encantado! Se trata de la revista La Codorníz y el periódico ABC, que aunque no es precisamente santo de mi devoición (más bien todo lo contrario), ¡qué coño!, era el único que había. (Para los curiosos: La portada del periódico ese día era la foto de la llegada a la tierra (en algún sitio de EEUU) de los primeros astronautas que habían estado en la luna y que aterrizaban de su viaje). ¡Muchas gracias M y MJ, por vuestro regalo!    

Rápidamente llamé a mi hermana Alicia y para su casa que me fuí, a cenar y a beber cervezas, y a disfrutar con ellos, y a disfrutar de una buena charla, y a disfrutar de los niños, y a darles los regalos y esas cosas. A partir de aquí ya todo fue una sucesión de quedar con gente de mi familia y de comer y de beber, y de no parar.

Al día siguiente volví a comer con ellos y fui a visitar a mi tía Fran. Aunque tiene Alzheimer y está perdiendo la cabeza, y prácticamente no reconoce a nadie, me hizó mucha ilusión, y me dió mucha pena al mismo tiempo, ver cómo se le iluminaba la cara al verme trás tanto tiempo y cómo me reconocía e intentaba hablarme. Le costaba mantener una conversación razonable, pero me dí cuenta que lo que expresaba tenía una lógica; y aunque se le estén destruyendo muchas neuronas, me demostró que algunas, por lo menos las del cariño, las tenía intactas y muy activas. Evidentemente no pude reprimir más de una lágrima.

Espero que no sufra mucho en el tiempo que le quede de vida, y que sea mucho.

De allí me fuí a visitar a mis primos (que también son casi como hermanos para mí, porque por edad y cercanía nos hemos criado juntos), con quienes pasé toda la tarde poniéndonos al día de nuestras cosas, y pasando el rato con sus hijos, a quienes veo muy poco. Es increíble pero a veces sucede que en cuestión de minutos (y mi viaje relámpago fueron cuestión de horas) nos tenemos que poner al día de todo lo que pasa en nuestras vidas. Y evidentemente ellos querían saber todo, todo, de mí: que cómo voy en el trabajo, que cómo va mi vida en Madrid, que cómo voy en cuestión de amigos, en cuestión de amores, que si soy feliz con mi vida, etc... En fín, que es muy difícil poder resumirles en apenas una hora toda mi vida de este año tan complicado, pero algún esbozo sí que les dí. Me alegró mucho volver a verlos a todos juntos -creo que hacía cuatro (4) o cinco (5) años que no sucedía-.

De allí llegué con el tiempo justo a la cena de Navidad propiamente dicha, en casa de mi hermana Cristina, con su marido y sus hijos, mi padre y yo. Resultó todo muy bueno, y pasamos una velada muy agradable. Al final me quedé hasta tarde, y la mejor idea era quedarse a dormir allí. Así que pasé mi noche de Navidad durmiendo en la (pequeña) cama de mi sobrino Pablo, de ocho (8) años, rodeado de osos y muñecos de peluche, ruedas de bicicletas y monopatines, y balones de todos los tamaños y colores, (¡buen sitio para pasar la noche de Navidad!).

Aún así tuve una noche de sueño difícil, y me costó mucho dormir. En un momento dado me puse a leer algunos cuentos de mi sobrino, y me dí cuenta que había heredado mis cuentos de cuando yo era pequeño (con unos dibujos alucinantes), y rápidamente la memoria me llevó a mi infancia, y me recordó la cantidad de veces que yo releía aquellos cuentos, y me dí cuenta que todo aquello influyó también en que hoy yo sea como soy, con todo lo que eso implica. Me ha traido algunos de recuerdo, porque realmente son fantásticos.

Al amanecer desayunamos en la cocina como una familia (algo que echo de menos en mi vida solitaria en Madrid) café con tortas (una cosa de harina frita que se hace en mi pueblo y que mi madre hacía cuando eramos pequeños, y que a mí me encantaban). O sea, que para mí esos son de verdad los momentos entrañables de la Navidad, y el exacto sentido que yo le encuentro a esas fiestas; que por supuesto nunca volvieron a ser iguales desde que mi madre murió.

Con el tiempo justo para volver a mi casa a hacer la maleta y prepararme, me dió tiempo de despedirme de los que ya no iba a ver más y volver a casa de mi hermana mayor para la comida de Navidad, con sus chuletas de cordero y todo. Después de la comida vi con mis sobrinos Pablo y Kike una peli de sobremesa y de Navidad, "Blancanieves y los siete enanitos", que me gustó mucho y también me evocó tiempos pasados.

Al darnos cuenta que esa tarde no había autobús que me llevara a Sevilla, y ya que mi tren salía a las nueve (9) de la noche, mi cuñado y mi sobrino mayor se ofrecieron gustosamente a llevarme en coche a Sevilla -¡casi hora y media (1,5) de viaje!-. ¡Muchas gracias por ello!.

Cuando llegué a mi casa ya casi había terminado el día de Navidad, y evidentemente estaba demasiado cansado para hacer otra cosa que irme a mi cama a dormir, ya que al día siguiente me levantaba temprano para trabajar.

Aparte de mi hermano pequeño (Miguel) y su novia, me ha faltado ver a mi hermana Angeles y a sus hijos, que viven fuera y justo llegaban hoy. Una pena, pero espero poder verlos pronto. Aunque no los he visto en persona, esta ha sido una Navidad que ha evocado en mí el gran espíritu fam¡liar que llevo dentro, y que quizá porque nos vemos tan poco, sale a relucir cada vez que los veo, y me demuestran que me quieren.      

4 comentarios

lifeonmars -

Efectivamente, Telecine, así es. Mientras estás allí son entrañables, pero después doblemente agotadoras.
De todas formas no sé qué coño me ha pasado esta vez, pero a pesar de ser muy cortas, han sido especialmente intensas. Creo que me han dejado un poco tocado, en varios sentidos...

lifeonmars -

Jko, ¡para una vez que no bebo mucho!
¡No me fomentes esa imagen, hombre, que después la gente piensa mal!
;-)

Telecine -

Me has hecho evocar las navidades que suelo pasar cuando estoy con mi familia... Entrañables pero agotadoras!
Beso y nos vemos.

jko -

pues claro que si...
después de unas cervezas, la navidad es mucho mejor...
(beba con moderación, es su responsabilidad)

ahora a por la noche-vieja!