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lifeonmars

Flor de Pasión

Al entrar al Siroco ya habían empezado a tocar varios grupos, y hacía un calor asfixiante.
El que tocaba en ese momento era un poco mezcla de ska y punk, pero a lo flojo. Nos fuimos a pedir una copa y charlar un poco, y rápidamente empezó el siguiente grupo. Se llamaban Airbag, son de Málaga y el cantante era un chico rubio muy gracioso.
Me gustaron bastante, pero lo que más, una versión muy buena que hicieron del "Odio" de Alaska y Los Pegamoides. Me gustó volver a recordar esa canción trás tanto tiempo.
Esta banda debía de tener su propio público que sólo fue a verlos a ellos, porque en cuanto acabaron hubo una bajada considerable de público, lo cuál se agradeció.

El siguiente grupo, y último de la noche, fueron los L-Kan, tan divertidos y entrañables como siempre. Tocaron sólo unas cinco (5) o seis (6) canciones, pero fueron algunos de sus hits, y además una sorpresa que dedicaron al anfitrión de la noche, Juan de Pablos. Una casi improvisada versión en francés de una canción de France Gall que decía algo así como "somos unos ángeles...". De ahí el traje de angelito que llevaban, con sus alas y su halo de purpurina en la cabeza y todo. Muy divertido.
Acabaron con su famosa canción porno-festiva, y literalmente se desnudaron en el escenario, ella enseñando su tanga negro y mostrando sus pechos (y pezones correspondientes), y él descamisado y con los calzoncillos tan bajos, tan bajos, que casi se le veía todo. Nos reimos bastante.

Trás las actuaciones, la mayoría de la gente se marchó (evidentemente mucha de la gente que va a esa sala es sólo para ver conciertos), pero la pista se quedó mucho más despejada, fresquita y agradable para bailar.
Al final no pinchó DJ Polar (supongo que lo hará hoy), aunque estaba por allí bailando con su chica, y el que finalmente pinchó fue el propio Juan de Pablos.
Era como si en toda la noche estuviéramos bailando al son de su programa de radio, FLOR DE PASIÓN. Todo música de los cincuenta y sesenta, mucha francesa e italiana, pero sobre todo española, mucha música yé-yé, twist, y esas cosas. Muy divertido.
Era como estar bailando en un guateque organizado por nuestros padres.
Además se veían muchas pintas de chicos y chicas vestidos convenientemente para esa música y para la ocasión.
En fín, un tipo de música que no se suele bailar muy a menudo en una pista de baile. Pero es lo que tenemos a los que nos gusta todo tipo de música, que nos atrevemos con todo.

En un momento dado nos cruzamos por la pista con el mismísimo Paco Clavel, más discreto que otras veces, pero aún así con unos pantalones de leopardo y unas sandalias de plástico muy divertidas.
Incluso en una ocasión que subí al servicio me lo encontré meando a mi lado (¡prometo que no lo hice a posta!).

Estuve toda la noche con Nader. Pasamos un buen momento y una velada muy agradable, pero como a las tres (3) o tres y media (3,5) de la mañana ya estábamos los dos (2) bastante cansados, y nos fuimos para casa.
Es lo que tiene salir un Viernes noche trás una semana agotadora de trabajo, llegada una cierta hora donde se está mejor es en la cama.

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