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lifeonmars

L'amour dure trois ans

En el transurso del último viaje que hice en tren de Málaga a Madrid, la tarde del lunes pasado, me dió tiempo de acabar el libro que estaba leyendo y empezar otro nuevo del tirón, así, de enlazar uno seguido con otro.

¡Hay que ver lo bien que se lee en los trenes! Imbuirte en un buen libro es la mejor forma de que pase el tiempo, ignorando a los vecinos ruidosos y obviando las peliculas americanas y tontas que ponen en los transportes públicos de este país (trenes y autobuses, sobre todo).

Pués resulta que en un plís-plás pasé de las increíbles aventuras de los guapos veinteañeros que pasean sus historias de amor por Florencia, con sus problemas de identificación o aceptación de su orientación sexual incluidos (recomiendo a todos "Un garçon d'Italie" de Philippe Besson, un libro maravilloso), a las no menos alucinantes historias de desamor y ruptura de matrimonios en "L'amour dure trois ans" de Frédéric Beigbeder.

Me está divirtiendo mucho este libro. Es de esos en los que hay frases tan bien dichas y tan correctamente expresadas que son como sentencias, que tienes que subrayar en el libro, y después no puedes dejar de recordar de tanta razón como tienen. Es una sátira inteligente sobre los celos, la infidelidad, el amor y el desamor.

Por supuesto el libro es un alegato en contra del matrimonio y a favor de la libertad en el amor, pero argumenta muy bien, y con mucho sentido, que el amor efectivamente sólo dura tres (3) años.

Es además hilarante, y te mueres de risa.
Como ejemplo, observad uno de sus argumentos:

"
Un mosquito dura un (1) día, una rosa tres (3) días. Un gato dura trece (13) años, el amor tres (3). Es así. Primero hay un (1) año de pasión, después un (1) año de ternura y finalmente un (1) año de aburrimiento.

En el primer año, se suele decir: "si me dejas, me mato".

En el segundo año, decimos: "si me dejas, sufriré pero me repondré".

En el tercer año, decimos: "si me dejas, abro la botella de champagne".
"

En fin, muy recomendable para saber reirnos de nosotros mismos, y para ir sabiéndo qué NO debemos hacer los que buscamos el amor verdadero.

Reconozco que me gustan mucho las novelas que cuentan historias de amor. Pero siempre historias de amor inusuales, difíciles o "distintas", o historias de desamor o sobre la imposibilidad de amar (recuerdo entre las recientes que más me han emocionado a "Asylum" de Patrick McGrath o "Norwegian Wood" de S.Murakami).
Me encantan las historias donde los personajes sufren por amor o donde por cualquier motivo es imposible amar. Supongo que en eso me parezco un poco a Almodóvar, a quien le encanta que en casi todas sus historias los personajes (las mujeres) sufran por amor.

¿Seré un poco masoquista? ¿Me irá un poco el rollete ese masoca de sufrir un poquito? ¿Seré demasiado pasional? No lo sé.

Lo siento, soy así. Pero me gusta.

(PD: Como os habréis dado cuenta, este verano me ha dado por leer en francés. Supongo que habrá sido como consecuencia de mi viaje por Francia, pero es que es una lengua tan bonita, que hay que disfrutarla tal como es. Y me encanta volver a reencontrarme con ella)

5 comentarios

PLANE -

Pero como me encanta la forma en que se revisten los pensamientos, pues me gusta la idea.

PLANE -

La verdad es que no creo en estos cálculos de durabilidad, cada persona es de diferente forma y fondo, siempre he dicho que si encuentras una persona capaz de hacer o de ser de una manera entonces quiere decir que existe otra en el polo opuesto.

lifeonmars -

Muchas gracias, PLANE.
Me alegro que te haya gustado.

Efectivamente este libro está muy bien. Me está divirtiendo cantidad.
Y aunque demuestra eso de que el amor tiene fecha de caducidad, tenemos que autoconvencernos día a día de que no es cierto, de que el amor debe durar más.
Si no, ¡vaya putada de vida! ¿no te parece?

PLANE -

Que entrada tan bonita, anoto.

lifeonmars -

Por cierto, que se me ha olvidado incluir otra cosa que quería comentar:

Que ya el prólogo del libro te va dando una pista de lo que vas a encontrar, cuando pone una frase gloriosa del no menos ingenioso SCOTT FITZGERALD, que dice:

"Je parle avec l'autorité de l'échec."
(Hablo con la autoridad del fracaso, o con la autoridad que da el fracaso)

¡AMÉN!