The Rockdeluxe Experience
Es increíble cómo un fin de semana intenso te puede cambiar la vida...
Ahora parece que los astros están contra mí, y no me dejan escribir.
Me disponía a tener una noche tranquila en casa y escribir un poco, y acabo de recibir una llamada proponiéndome un plan maravilloso.
¡Estoy bastante excitado! (¿se dice asín?) (meaning excited in English!)
Mañana lo cuento...
Bueno, bueno... Retomemos el tema por donde lo habíamos dejado.
Hoy es Miércoles mediodía, pero se me están acumulando tantas cosas y tanta vida social que ya no sé por dónde continuar o por dónde empezar.
Además tengo que escribir desde la oficina, cosa que odio, porque todo tiene que ser con prisas y corriendo.
De todas formas, por lo que veo, o escribo hoy aquí o ya no podré escribir esta noche desde casa. Además supongo que tendré que sintetizar, lo que se me da fatal, porque tengo tantas cosas que contar que después no me sale lo de resumir.
En fín, volvamos adonde lo dejamos, el lunes pasado.
El lunes por la noche, trás el yoga, y sin tiempo siquiera de refrescarme y cambiarme el traje y corbata, me fui a casa de Mr E, que me invitaba a cenar.
Tiene una casa muy bonita, y bien situada. Preparó una cena muy buena.
Bueno, lo de preparar es un dicho, fue un poco sobre la marcha, (je, je, je...) pero todo muy bueno. Al final una cena preparada a dos sabe hasta mejor.
Me encantó esa velada. Tuvimos tiempo de charla interesante, de risas, de música y de otras cosas.
Evidentemente esa noche dormí poquísimo, por lo que el Martes estuve todo el día un poco tocado. A mediodía me hubiera gustado ir a casa a comer algo rápido y poder dormir un poco de siesta, pero al final no fue posible.
Quedé para comer otra vez con Mr E por los alrededores de la Plaza Mayor, y nos gustó esa sensación de estar como de turistas en nuestro propio barrio. Lo cierto es que la terraza en la que comimos podría haber estado en cualquier otra capital europea y nosotros éramos dos turistas más.
Después me acercó en Vespa al trabajo, por lo que continué con esa sensación de sentirme un poco Audrey H. en Vacaciones en Roma.
Al salir de la oficina me marché de compras a la FNAC porque hoy Miércoles era el cumpleaños de Mariaje y se merecía un buen regalo, ¡porque ella lo vale!
Evidentemente, aparte de su regalo, no me salí de vacío de allí.
Me compré un par de revistas.
El último Rockdelux, porque regalaban el cd de un concierto que ví hace meses y me apetecía rememorar. El 23 de Noviembre del 2004 celebraron en La Riviera un concierto único e irrepetible para celebrar el vigésimo aniversario de la revista, y reunieron a casi lo mejorcito de la música rock hecha en España en los últimos veinte (20) años, con nombres como Golpes Bajos, Ilegales, Pata Negra, Loquillo, Siniestro Total, Jeanette, Los Planetas, Kiko Veneno, La Buena Vida, Enrique Morente, etc, etc... (en fín, nuestra historia de los últimos decenios).
Fue un concierto del que guardo muy buenos recuerdos, y me ha gustado volver a oirlo tal como sonó aquella noche. Recuerdo que fui con D y unos amigos suyos, en la época en que P..., bueno, yo sé lo que me digo.
De esos que sólo se ven una vez en la vida.
También me compré el último número de la revista americana Interview, que me gusta comprar de vez en cuando, sobre todo cuando tienen algún especial o de los de "collector's issues". Este mes tienen un especial JAPON, editado por Karl Lagerfeld (parecido a aquel número tan bonito que ya hizo, dedicado a Paris, en Octubre de 2001), con todo, absolutamente todo sobre el who's who del nuevo Japón más creativo.
Cada vez me gusta más ese país y todo lo que representa, no solo en moda, sino en cine, comida, arte contemporáneo, música, literatura, etc,... en fin, en todo.
Creo que no van a tardar mucho unas vacaciones mías en Japón.
Además y aparte de las compras en ese templo del pecado que es la FNAC, antes me había comprado, de camino para casa, unos calzoncillos nuevos muy, pero que muy bonitos, que no desvelaré, y que sólo verán los que tengan acceso a esa parte tan íntima y personal. Y un cepillo de dientes electrónico último modelo, que el otro que tenía, se me había caido al suelo y se me rompió.
Pués eso, que llegué a casa muy cansado y acalorado y lo único que me apetecía era ponerme fresco, las chanclas, cenar y tirarme en el sofá, actualizar un poco el blog y acostarme temprano; cuando a esto que me llama mi amiga Sylvie para proponerme un plan, al que por supuesto no me pude negar.
Pero como esta página me está saliendo muy larga, pués lo comento en la siguiente.
Ahora parece que los astros están contra mí, y no me dejan escribir.
Me disponía a tener una noche tranquila en casa y escribir un poco, y acabo de recibir una llamada proponiéndome un plan maravilloso.
¡Estoy bastante excitado! (¿se dice asín?) (meaning excited in English!)
Mañana lo cuento...
Bueno, bueno... Retomemos el tema por donde lo habíamos dejado.
Hoy es Miércoles mediodía, pero se me están acumulando tantas cosas y tanta vida social que ya no sé por dónde continuar o por dónde empezar.
Además tengo que escribir desde la oficina, cosa que odio, porque todo tiene que ser con prisas y corriendo.
De todas formas, por lo que veo, o escribo hoy aquí o ya no podré escribir esta noche desde casa. Además supongo que tendré que sintetizar, lo que se me da fatal, porque tengo tantas cosas que contar que después no me sale lo de resumir.
En fín, volvamos adonde lo dejamos, el lunes pasado.
El lunes por la noche, trás el yoga, y sin tiempo siquiera de refrescarme y cambiarme el traje y corbata, me fui a casa de Mr E, que me invitaba a cenar.
Tiene una casa muy bonita, y bien situada. Preparó una cena muy buena.
Bueno, lo de preparar es un dicho, fue un poco sobre la marcha, (je, je, je...) pero todo muy bueno. Al final una cena preparada a dos sabe hasta mejor.
Me encantó esa velada. Tuvimos tiempo de charla interesante, de risas, de música y de otras cosas.
Evidentemente esa noche dormí poquísimo, por lo que el Martes estuve todo el día un poco tocado. A mediodía me hubiera gustado ir a casa a comer algo rápido y poder dormir un poco de siesta, pero al final no fue posible.
Quedé para comer otra vez con Mr E por los alrededores de la Plaza Mayor, y nos gustó esa sensación de estar como de turistas en nuestro propio barrio. Lo cierto es que la terraza en la que comimos podría haber estado en cualquier otra capital europea y nosotros éramos dos turistas más.
Después me acercó en Vespa al trabajo, por lo que continué con esa sensación de sentirme un poco Audrey H. en Vacaciones en Roma.
Al salir de la oficina me marché de compras a la FNAC porque hoy Miércoles era el cumpleaños de Mariaje y se merecía un buen regalo, ¡porque ella lo vale!
Evidentemente, aparte de su regalo, no me salí de vacío de allí.
Me compré un par de revistas.
El último Rockdelux, porque regalaban el cd de un concierto que ví hace meses y me apetecía rememorar. El 23 de Noviembre del 2004 celebraron en La Riviera un concierto único e irrepetible para celebrar el vigésimo aniversario de la revista, y reunieron a casi lo mejorcito de la música rock hecha en España en los últimos veinte (20) años, con nombres como Golpes Bajos, Ilegales, Pata Negra, Loquillo, Siniestro Total, Jeanette, Los Planetas, Kiko Veneno, La Buena Vida, Enrique Morente, etc, etc... (en fín, nuestra historia de los últimos decenios).
Fue un concierto del que guardo muy buenos recuerdos, y me ha gustado volver a oirlo tal como sonó aquella noche. Recuerdo que fui con D y unos amigos suyos, en la época en que P..., bueno, yo sé lo que me digo.
De esos que sólo se ven una vez en la vida.
También me compré el último número de la revista americana Interview, que me gusta comprar de vez en cuando, sobre todo cuando tienen algún especial o de los de "collector's issues". Este mes tienen un especial JAPON, editado por Karl Lagerfeld (parecido a aquel número tan bonito que ya hizo, dedicado a Paris, en Octubre de 2001), con todo, absolutamente todo sobre el who's who del nuevo Japón más creativo.
Cada vez me gusta más ese país y todo lo que representa, no solo en moda, sino en cine, comida, arte contemporáneo, música, literatura, etc,... en fin, en todo.
Creo que no van a tardar mucho unas vacaciones mías en Japón.
Además y aparte de las compras en ese templo del pecado que es la FNAC, antes me había comprado, de camino para casa, unos calzoncillos nuevos muy, pero que muy bonitos, que no desvelaré, y que sólo verán los que tengan acceso a esa parte tan íntima y personal. Y un cepillo de dientes electrónico último modelo, que el otro que tenía, se me había caido al suelo y se me rompió.
Pués eso, que llegué a casa muy cansado y acalorado y lo único que me apetecía era ponerme fresco, las chanclas, cenar y tirarme en el sofá, actualizar un poco el blog y acostarme temprano; cuando a esto que me llama mi amiga Sylvie para proponerme un plan, al que por supuesto no me pude negar.
Pero como esta página me está saliendo muy larga, pués lo comento en la siguiente.
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