Enfermedad
Cuando te tocan vivir días como los que he pasado últimamente es cuando te das cuenta de lo absolutamente volátil y pasajera que es la vida, y lo ridículos e insignificantes que son nuestros absurdos problemas cotidianos comparados con el sufrimiento y dolor que provocan una enfermedad grave, la vejez o la muerte.
Durante cuatro días he estado codo con codo ayudando a mi padre a llevar dignamente una enfermedad grave y a soportar lo mejor posible su estancia en un hospital (sigo pensando que no hay peor lugar en el mundo que un hospital); y sin lugar a dudas será una experiencia que me marcará por mucho tiempo.
Hemos intentando aliviar en lo posible su dolor, y hacerle su estancia lo más digna y humana posible.
Todavía no estoy seguro si ya me reconoce, pero por otro lado también estoy convencido que sabe que estos días he estado a su lado y le he cuidado lo mejor posible, dentro de mis posibilidades.
He llorado bastante, de pena y de dolor, pero a veces pienso que las lágrimas no son suficientes para enjuagar la rabia e impotencia que te alberga cuando ves sufrir a un ser querido.
Se me parten las tripas de dolor al ver cuánta desgracia y sufrimiento traen consigo las enfermedades, y maldigo el momento en que la enfermedad y la muerte se instauran entre nosotros. Es en esos momentos cuando me doy cuenta de lo insignificantes que somos, y la verdad tan grande que es esa de que tenemos que aprovechar la vida y el día a día al máximo, puesto que nuestro paso por aquí es realmente pasajero. Y porque de verdad la vida es muy corta, y, lamentablemente, muchas veces poco agradecida.
Justo hoy le han dado el alta, así que espero que se recupere pronto, dentro de sus posibilidades, y pueda superar pronto su paso por el hospital, que debo decir no ha sido una experiencia muy agradable.
Yo ya estoy en casa, pero supongo que, aún no repuesto de todo lo que he pasado en éstos últimos días, y con el cansancio y agotamiento que llevaba arrastrando desde hace semanas, la faringitis aguda y fiebres altas que me tocan ahora pasar a mí están más que justificadas.
Lo dicho, que espero que los días en cama y el descanso me sienten bien y que la primavera que está a punto de empezar nos trate un poco mejor a todos.
Ese es mi deseo.
PD: Dedico esta entrada a mi padre por llevar tan dignamente sus últimos días.
12 comentarios
lifeonmars -
Mañana sin falta te llamo.
Espero que todo vaya bien. Mañana nos contamos.
Besos para los dos.
lifeonmars -
Espero seguir viéndote por aquí, y que sigas dejando tus sabias palabras más a menudo.
Un beso muy grande.
Te quiero mucho.
lifeonmars -
Muchos besos, y muchas gracias.
lifeonmars -
lifeonmars -
Efectivamente, los momentos malos son los que nos hacen valorar mejor los buenos cuando llegan. En eso estamos...
Muchas gracias, y muchos besos.
lifeonmars -
Espero sinceramente que tu madre se encuentre mejor.
Yo me estoy cuidando, y ya voy mucho mejor. Gracias.
joaquin -
ALICIA -
Todos lloramos en silencio por las dos enfermedades tan horribles que hemos tenido que pasar, pero así de dura es la vida. Sólo nos queda darle mucho cariño el tiempo que le quede de vida y nosotros tenemos que seguir adelante y, como solemos decir por el Sur, "a vivir que son tres días".
Por cierto, estoy con MM, hay que hacer de tripas corazón para leer el post, con la única diferencia que yo estoy en tu misma onda. Me has hecho llorar.
Recupérate pronto y dile a Mr.E que te cuide y mime.
Muchos besos.
TB97 -
inthesity -
MM -
Ke sepa ke pa leer este post hay ke hacer de tripas corazón. Y el único consuelo es ke sin esas cosas tan malas y horribles, los humanos no valoraríamos las buenas; así somos de cenizos.
Mucho ánimo y mucha suerte.
Un abrazo.
calamarin -