GODDESS
Me he llevado una enorme sorpresa, y gran placer, al descubrir el nuevo número de la revista británica POP dedicado exclusivamente a Stephanie Seymour, una de las mujeres más increíbles que uno pueda imaginar.
De hecho, ya llevaba varios meses queriendo dedicarle un post porque es cierto que la norteamericana me vuelve loco, así que me ha venido de perlas este estupendo regalo que los chicos de POP nos han hecho.
Me chifla esta modelo. Desde sus iniciales desfiles para Azzedine Alaïa o Versace, o sus apariciones en los vídeos de Guns n’ Roses, a su actual compromiso y entrega total con el arte contemporáneo, o por su estupenda colección de trajes de alta costura, pasando por las míticas fotografías que esta chica ha inspirado a los mejores fotógrafos del mundo - sus innumerables sesiones con el gran Richard Avedon (para la revista Ëgoiste, o para los anuncios de Versace, por nombrar sólo dos ejemplos) forman ya parte de la historia de nuestro imaginario colectivo favorito -, pasando por lo inteligentemente que ha sabido mantener una carrera de modelo durante ¡veinticinco años!, por su forma de ser tan modesta y sencilla, hasta por los hijos tan guapos que ha hecho, todo en ella es perfecto....
Habiendo visto, contemplado y admirado a la mayoría de las mujeres excepcionales a las que el, quizás desafortunado, pero sin lugar a dudas lleno de significado, término "supermodelo" puede legítimamente ser aplicado, creo que no me equivoco mucho ni exagero demasiado cuando me atrevo a decir que Stephanie Seymour es una supermodelo entre las supermodelos. Algunas pueden haber aparecido en mayor cantidad de portadas de revistas, o en mayor número de campañas de publicidad, o han conseguido atraer mayor atención en las páginas del cotilleo, pero se me ocurren muy pocas a las que se les puede aplicar el término diosa ("goddess"), en el sentido literal y clásico del término, tan bien como a ella.
Es tan perfecta que a veces parece como si la hubieran dibujado o esculpido, y sin duda lo habría hecho un artista con mucho talento.
Hay pocas mujeres que exhalen tanto magnetismo y sensualidad. Y poca gente transmite tanta sexualidad con tanta clase. Es puro sexo.
Si no, a algunas pruebas me remito...
Aunque he de reconocer que el Marcus Schenkenberg éste tampoco está nada mal.
3 comentarios
kikeonu -
mal -
MM -