Lo sublime y lo ridículo
Es cierto que algunas mujeres encuentran cierto placer en ridiculizar al hombre (conozco a más de una que hasta se enorgullece por ello), y es obvio que hay una línea muy estrecha entre lo ridículo y lo sublime.
Miuccia Prada lo ha vuelto a demostrar en su reciente desfile de Milán en la presentación de la moda que llevaremos (o llevarán algunos hombres selectos), y que después copiarán hasta la saciedad todos los zaras del mundo.
Su desfile ha sido visionario y genial, como casi todos los que hace, pero también polémico y casi al límite de rozar lo grotesco.
Eugenia de la Torriente lo ha expresado muy bien en su comentario del desfile:
"Ayer terminó en París un apretado calendario de desfiles internacionales que empezó en Milán el día 12 y que ha puesto en evidencia las graves dificultades de la moda masculina para conciliar la creatividad con el pragmatismo de las necesidades comerciales. Miuccia Prada se venga de los hombres sometiéndoles a un tratamiento que no representaría novedad alguna en una colección femenina.
Con vocación fetichista, invocando a Yves Saint Laurent y Helmut Newton, inventa un trampantojo que simula un biquini sobre la camisa y cuya parte inferior asoma por encima del pantalón. Juega a recrear torsos desnudos con ajustadas camisetas en color carne y hasta se atreve a colocar un pequeño tutú en algunas caderas. Coincide en diseñar ropa que se cierra por detrás y coloca a los hombres, en una posición de falta de independencia que no pillaría de nuevas a ninguna mujer: ¿me abrochas, por favor?
Prada busca generar un debate sobre el género, pero el resultado se lleva los interrogantes a otra parte. ¿Puede la moda masculina resultar interesante sin caer en lo grotesco?..."
Estoy de acuerdo en que todo buen artista, para demostrar su auténtico genio, debe muchas veces rozar el límite. Y que la frontera entre la locura y lo sublime es realmente estrecha.
Pero tampoco es menos cierto que la diferencia de géneros es cada vez más pequeña. Hay una clara feminización de la sociedad. Los sexos se asemejan cada día más. Y la excesiva idolatración de la juventud y la delgadez no son sino otro signo de los tiempos.
Pienso que el futuro es esto, hombres anodinos, aniñados y femeninos, muy femeninos. A todos nos gustan los fuertes, machos y brutotes (a algunos más que a otros), pero el hombre del futuro no dejará de ser un ser indefenso, sensible y cada vez más dominado por la mujer fuerte. Si no tiempo al tiempo...
Pasen y vean. Y disfruten, excítense o escandalícense. Juzguen, opinen, alaben o critiquen...
Porque en la libertad, la tolerancia y la variedad está la verdadera genialidad.
Miuccia Prada lo ha vuelto a demostrar en su reciente desfile de Milán en la presentación de la moda que llevaremos (o llevarán algunos hombres selectos), y que después copiarán hasta la saciedad todos los zaras del mundo.
Su desfile ha sido visionario y genial, como casi todos los que hace, pero también polémico y casi al límite de rozar lo grotesco.
Eugenia de la Torriente lo ha expresado muy bien en su comentario del desfile:
"Ayer terminó en París un apretado calendario de desfiles internacionales que empezó en Milán el día 12 y que ha puesto en evidencia las graves dificultades de la moda masculina para conciliar la creatividad con el pragmatismo de las necesidades comerciales. Miuccia Prada se venga de los hombres sometiéndoles a un tratamiento que no representaría novedad alguna en una colección femenina.
Con vocación fetichista, invocando a Yves Saint Laurent y Helmut Newton, inventa un trampantojo que simula un biquini sobre la camisa y cuya parte inferior asoma por encima del pantalón. Juega a recrear torsos desnudos con ajustadas camisetas en color carne y hasta se atreve a colocar un pequeño tutú en algunas caderas. Coincide en diseñar ropa que se cierra por detrás y coloca a los hombres, en una posición de falta de independencia que no pillaría de nuevas a ninguna mujer: ¿me abrochas, por favor?
Prada busca generar un debate sobre el género, pero el resultado se lleva los interrogantes a otra parte. ¿Puede la moda masculina resultar interesante sin caer en lo grotesco?..."
Estoy de acuerdo en que todo buen artista, para demostrar su auténtico genio, debe muchas veces rozar el límite. Y que la frontera entre la locura y lo sublime es realmente estrecha.
Pero tampoco es menos cierto que la diferencia de géneros es cada vez más pequeña. Hay una clara feminización de la sociedad. Los sexos se asemejan cada día más. Y la excesiva idolatración de la juventud y la delgadez no son sino otro signo de los tiempos.
Pienso que el futuro es esto, hombres anodinos, aniñados y femeninos, muy femeninos. A todos nos gustan los fuertes, machos y brutotes (a algunos más que a otros), pero el hombre del futuro no dejará de ser un ser indefenso, sensible y cada vez más dominado por la mujer fuerte. Si no tiempo al tiempo...
Pasen y vean. Y disfruten, excítense o escandalícense. Juzguen, opinen, alaben o critiquen...
Porque en la libertad, la tolerancia y la variedad está la verdadera genialidad.
6 comentarios
Maggie -
inthesity -
Skywalker -
A mí me encanta... sobre todo propongo una visita al atelier y vernos a todos y a nuestros cuerpos con estas prendas puestas.... impagable.
calamarin -
mal -
Jesúz -
Hay piezas muy geniales pero los looks me parecen ridiculos.
Eso de que se asome el "biquini" es un NO a mi se me hizo re-burlona y creo que esa fué su intención. Hasta los chicos parecian apenados.
Me causa gracia el chico de la última foto, con la camisa desabotonada; el pobre perdió a sus amigos despues de haberla comprado.
NONONO
Los bolsos me gustaron pero, el bolso de la primera foto ME ENCANTÓ desde que lo ví. Lástima que por este lado todo sea tan casi imposible...
Mientras allá llevan Prada, aca llevamos Puma
Un saludo ;)