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lifeonmars

La montaña mágica

Llevo varios días enfrascado en la lectura de "La montaña mágica", la obra cumbre del premio nobel de literatura alemán Thomas Mann, y me tiene completamente absorbido.


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Es un tocho de cuidado, pero estoy convencido que sus más de novecientas páginas me harán muy feliz en las próximas semanas.

No sin duda se la nombra como una de las obras más importantes de la literatura del siglo XX, pero es que es cierto que su argumento promete mucho: "Un sanatorio para tuberculosos en medio de los Alpes puede ser el mejor sitio para la iniciación intelectual y erótica de un joven ingenuo en la Europa decadente a las puertas de la primera guerra mundial......"

Y como muchas de las buenas novelas, ésta no tiene un sólo argumento o tema en concreto, sino que su historia es simplemente una excusa para tratar los temas importantes de la humanidad, y no deja de ser un prisma que representa la condición humana con todos sus claroscuros.

Yo también espero ser ese lector que una vez entrado en las páginas de este libro ya nunca más volveré a ser el mismo. Eso espero.


PD: Debo confesar - y confieso - que uno de los motivos fundamentales que me ha llevado a comprar y leer esta novela en estos momentos es porque en un entrevista reciente de Rufus Wainwright en El País Semanal, enumeraba su lectura como una de las cinco cosas que hay que hacer una vez en la vida.
Puede parecer una excusa totalmente banal y frívola, pero para mí tiene mucho significado. Y ahora mismo ya sé que no me he equivocado. Presiento que este libro también me cambiará para siempre.

3 comentarios

lifeonmars -

Cosimo, ¡cómo se nota que me conoces bien! ;-) jejeje

MM, ¡cómo se nota que empiezas a conocerme bien! ;-) jejeje

MM -

Al leer el principio del post sabía ke era por Rufus!

Cosimo -

Aaaah! no puedo esperar a que te lo leas para dejármelo! Mira, me lo compro y punto ;)
Y no es ninguna excusa banal y frívola. Muchos de los libros, discos y películas que a mí me fascinan provienen de las recomendaciones de mis ídolos (el resto, la mayoría, de mis buenos amigos). Cómo no fiarse de alguien con tanta sensibilidad y buen gusto como Rufus...