2 días en Paris...
... son suficientes para (casi) romper una relación.
Y sólo dos días en esa ciudad son necesarios para demostrar que con talento, imaginación, buenas ideas y pocos medios se puede hacer una más que estimable película.
Anoche fuimos al cine a ver "2 días en Paris" ("2 days in Paris"), y me hizo pasar un rato estupendo.
Es una de esas películas sencillas, sin muchas pretensiones, pero que con unos diálogos chispeantes, unas interpretaciones convincentes y algunas situaciones graciosas, nos transmite mucho más (al menos a mí) que todo el cine ruidoso, de colorines y efectos especiales a que nos tienen acostumbrados algunos sectores del cine actual.
La multitalentosa - actriz, cantante, fotógrafa, realizadora - July Delpy nos ha regalado una simpática comedia sobre la relación de pareja; en la que el sexo, los celos, las incompresiones, la incomunicación (o exceso de comunicación), las diferencias, las mentiras y el humor ponen a prueba a una pareja. Como la vida misma. Como nuestra vida.
Obviamente las diferencias culturales entre norteamericanos y franceses (o parisinos, para ser más precisos), en este caso, son el contrapunto humorístico de la historia de (des)amor, y lo cierto es que, aunque por momentos es demasiado obvio, funciona muy bien.
Lo cierto es que son dos pueblos muy fácilmente caricaturizables, pero la chica le sabe sacar buen partido y sabe hilar fino.
Uno de los mejores alicientes del film son sobre todo sus diálogos, chispeantes y mordaces a partes iguales. Para muestra, y por sólo poner dos ejemplos, aquí tenéis dos perlas: "A mí sí me parece que una mamada es importante. No olvides que Estados Unidos perdió la última oportunidad de tener una democracia saludable por culpa de una mamada", o bien, "¿Este condón es para niños? ¿Hacen condones para niños?".
Pero sin olvidar otro de sus alicientes principales: Paris. De la que se puede añadir poco más. Una película en la que salgan las calles, casas, lugares y gentes de Paris ya tiene muchos puntos ganados.
Pero para mí otro de los grandes alicientes - y gran descubrimiento - de esta palícula ha sido su protagonista, Adam Goldberg. Un atractivo paranoico e hipocondríaco. Y sexy. Muy sexy.
Y sólo dos días en esa ciudad son necesarios para demostrar que con talento, imaginación, buenas ideas y pocos medios se puede hacer una más que estimable película.
Anoche fuimos al cine a ver "2 días en Paris" ("2 days in Paris"), y me hizo pasar un rato estupendo.
Es una de esas películas sencillas, sin muchas pretensiones, pero que con unos diálogos chispeantes, unas interpretaciones convincentes y algunas situaciones graciosas, nos transmite mucho más (al menos a mí) que todo el cine ruidoso, de colorines y efectos especiales a que nos tienen acostumbrados algunos sectores del cine actual.
La multitalentosa - actriz, cantante, fotógrafa, realizadora - July Delpy nos ha regalado una simpática comedia sobre la relación de pareja; en la que el sexo, los celos, las incompresiones, la incomunicación (o exceso de comunicación), las diferencias, las mentiras y el humor ponen a prueba a una pareja. Como la vida misma. Como nuestra vida.
Obviamente las diferencias culturales entre norteamericanos y franceses (o parisinos, para ser más precisos), en este caso, son el contrapunto humorístico de la historia de (des)amor, y lo cierto es que, aunque por momentos es demasiado obvio, funciona muy bien.
Lo cierto es que son dos pueblos muy fácilmente caricaturizables, pero la chica le sabe sacar buen partido y sabe hilar fino.
Uno de los mejores alicientes del film son sobre todo sus diálogos, chispeantes y mordaces a partes iguales. Para muestra, y por sólo poner dos ejemplos, aquí tenéis dos perlas: "A mí sí me parece que una mamada es importante. No olvides que Estados Unidos perdió la última oportunidad de tener una democracia saludable por culpa de una mamada", o bien, "¿Este condón es para niños? ¿Hacen condones para niños?".
Pero sin olvidar otro de sus alicientes principales: Paris. De la que se puede añadir poco más. Una película en la que salgan las calles, casas, lugares y gentes de Paris ya tiene muchos puntos ganados.
Pero para mí otro de los grandes alicientes - y gran descubrimiento - de esta palícula ha sido su protagonista, Adam Goldberg. Un atractivo paranoico e hipocondríaco. Y sexy. Muy sexy.
4 comentarios
lifeonmars -
Además si eres de tan cerca que hasta pareces francés. jajajaja.
Oye, ¿cuándo dices que tu amiga puede prestarme ese apartamento en la Bastille? (¡pago barato!) jejeje.
Besos.
lifeonmars -
Te leo (veo) bien, y eso me alegra.
A ver si encontramos el momento y efectivamente nos contamos.
Pero a mí esta semana me pasa lo que a tí, tengo tanto lío labo, laboral, que no tengo tiempo pá otra cosa.
Ando así: cuando estoy aquí curro, curro que es una barbaridad (esta noche he salido a las nueveymedia, ¿te lo puedes creer?), y cuando no estoy aquí es que estoy de vacaciones. Jeje.
Lo dicho, te veo muy pronto. Besos.
Por cierto, me encantó tu crítica de Caótica Ana, y la comparto totalmente. (para decirte, así por lo bajini, que creo que hasta el autor la ha leído y todo) ;-))
inthesity -
telecine -
A ver si me cuentas y nos contamos. ¡Besos!