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lifeonmars

De vaqueros inocentes a ricos culpables

El fin de semana empezó con una estupenda película (Brokeback Mountain), que ya comenté en un post anterior, y acabó con otra estupenda película (Caché), que también comenté en otro post anterior, pero entre medias ha sucedido un fin de semana bastante intenso.

El Viernes noche, trás descansar un poco (poco, la verdad) después del trabajo, quedamos para ir por fín a ver esa película de la que todo el mundo habla. Yo fuí con Xabi (Desmontando a Xabi), MAL (Out To Play), C. K. Dexter (¿o era El Novio de Tracy Lord?) y con Mr E (mi Mr Big). A la salida se nos unió un amigo de Xabi muy simpático, cuyo nombre no recuerdo (sorry!), y como estábamos tan tocados y ya era tarde, decidimos ir directamente a un bar de copas a alegrarnos la noche y seguir disfrutando de los comentarios de la peli.
Fuimos a uno de mis bares favoritos de Madrid, que pillaba cerca del cine, y resulta que está muy cerca de mi casa también. El Le Ki es un bar muy moderno, con un ambiente - y música - de tipo electro clash y moderno. Es bastante cañero, oscuro y pequeño, con lo cual rápidamente se llena y resulta un poco molesto, pero la música es tan buena, y la gente que por allí pasa está tan de buen ver, que todo se le perdona. Lo cierto es que pasamos una velada estupenda, bebiendo, riendo y soñando todavía con aquellos vaqueros de un lugar tan lejano de la norteamércia profunda que acabábamos de ver.
Además el Le Ki es un lugar estupendo para encontrar famosos, pero además yo diría celebrities de los de verdad, de los que merecen la pena, no de los que juegan al fútbol en el Real Madrid, o de los que salen en la tele basura, o en OT, GH y cosas de esas.
En el tiempo que estuvimos allí nos codeamos - en el sentido literal de la palabra -, (ya que estábamos tan estrechos que todos nos pegábamos codazos y/o empujones), con gente como Pedro Almodóvar; Javier Cámara; David Delfín y su asistente/amigo especial (a quién C.K. y yo hicimos un buen marcaje); a Pepón Nieto; al actor ese vasco alto y delgadito que salía en Un Paso Adelante y que últimamente estaba representando la obra Cabaret en un teatro de la capital; al actor ese que creo que se llama Hugo Silva o algo así, que sale en series de televisión y alguna que otra peli, y que tiene un cuerpo de infierno - o hecho para el pecado, queremos decir -; a otros diseñadores de moda de esa de estar a la última, cuyos nombres no recuerdo (creo que Juanjo Oliva era uno de ellos), etc, etc...
En fin, como veis, el ambiente era de lo más variopinto, aunque creo que había un denominador común en todos o en casi todos ellos, y es su "sexualidad extraña para la moral de la sociedad establecida". Bueno, que aunque el bar no es exclusivamente de eso, digamos que la mayoría de gente que va sí lo es.
En definitiva, que fue un fin de noche estupendo, rodeado de gente agradable para mirar y de amigos agradables con quién disfrutar.


El Sábado amaneció tarde y perezoso. Creo que sólo salí a la calle durante el día para ir al mercado y comprar el periódico. En cambio, tuve un almuerzo agradable y una sobremesa aún mejor. Por la tarde me dediqué a hacer una cosa que me encanta: hacer varias cosas al mismo tiempo mientras estoy de vagancia absoluta en casa. Es decir, mientras estaba tirado en el sofá ojeando fotos de revistas de esas que vienen de fuera, y a las que alguna gente califíca de frívolas, pero que de frívolas y vacías no tienen nada - y de las que se aprende mucho -, estuve revisando dvds de videos antiguos porque me apetecía, y todo esto con el portable abierto en mitad de la mesa, ojeando blogs y páginas webs diversas, leyendo y curioseando por aquí y por allá. En fín, felicidad y tranquilidad absoluta.
De los dvds musicales, me repasé durante toda la tarde la evolución de las carreras (y videos) de Blur, Pulp y los inicios de David Bowie (¡una delicia, oiga!).
A partir de las diez (10) de la noche empecé a ducharme y prepararme para la fiesta de cumpleaños a la que estaba invitado esa noche. Dos (2) compañeros y amigos de la oficina celebraban sus fiestas de cumpleaños juntos, y nos invitaban a un montón de gente del trabajo a casa de la chica.
Aunque había algunos amigos, la fiesta fue un tremendo coñazo, la verdad, y realmente me lo pasé mal. No me apetecía nada pasar una noche de Sábado con alguna gente de la ofcinia a la que no me apetece ver (ya tengo suficiente con tener que cruzármelos cada día por los pasillos), y con la que no me apetece nada pasar mi tiempo libre. Aunque siempre me digo que esta vez será la última, me imagino que de vez en cuando habrá que pasar por ello. Lo mejor sin duda fue estar con mis chicas favoritas, MJ y MS.
De hecho los tres (3) dejamos la fiesta juntos, pero como ya eran las tres y media (3,5) de la mañana, y estábamos cansados, cada uno se pilló un taxi y para casita.


El Domingo fue un día de pereza absoluta, y de hacer tiempo para el cine de la tarde. Comí en casa y quedé para tomar un café con mi amigo Olaf, quién se trajo a su amigo Fer y a otra amiga. Me dió alegría quedar con O, a quién no veía desde hacía algunos días, pero con quién quedaré más a partir de ahora (creo que nuestro próximo encuentro será el próximo Domingo en el EPT, porque entre trabajo en London, y más trabajo (de placer) en la huerta murciana, estará muy liado toda esta semana, y no volverá hasta ese día).
Al café de la Calle del Prado dónde estábamos, se fueron uniendo el resto de amigos con los que había quedado a la seis (6) para ir al cine, es decir, Xabi (Desmontando a Xabi), Mr E (mi Mr Big), C. K. Dexter (¿o era El Novio de Tracy Lord?) y más tarde JB (Alarecherche).
La película ya la conté en otro lugar, y nos gustó y desestabilizó a todos por igual. Tan tremenda, que tuvimos que ir a un bar a tomar una cerveza y hablarla entre todos para somatizarla y contextualizarla. ¡Qué buena!
Tengo una anécdota de justo antes de salir del cine, cuando nos levantábamos y todavía estaban los títulos de crédito en pantalla, que aún hoy al recordarla me hace reir. Sin venir a cuento, pregunté a JB si le gustaba Borges, porque le quería contar que esa misma tarde había comprado un libro sobre él para otra historia que pasará esta misma semana; y ni corto ni perezoso, y sin pensárselo, me dice que sí que le gusta, pero que le gusta más Fran Rivera. ¡Bueno, bueno, bueno! ¡Nos dió tal ataque de risa floja, que no pude parar durante un rato! ¡Me encanta ese tipo de humor surrealista y tonto! ¡Qué gracia!

La noche acabó con buena cena japonesa y más risas en la cama justo antes de dormir. ¿Qué más se puede pedir?

3 comentarios

jko -

quién no se siente un poco "carrie" en los tiempos que corren...

genial lo de tu mr. big. ;-)

lifeonmars -

Si, si, últimamente cada vez que nos vemos me siento un poco Carrie, la verdad. ¡Perdida en la gran ciudad!
¡Menos mal que me quedan mis amigas y un buen Manhattan!

MAL -

me encanta lo de "mi mr. big". pero jó, yo no ví a david delfin. aunque si me estuvo rozando el de "un paso/cabaret". hay que volver.