La vida es un lujo
Ya he vuelto a casa. Me ha alegrado mucho encontrar un Madrid húmedo y fresco, donde por fín se han atrevido a llegar las lluvias. ¡Falta hacía! ¡Qué alegría!
He pasado unos maravillosos días de vacaciones. Hemos tenido tiempo para hacer realmente lo que nos ha apetecido, y las expectativas se han cumplido ampliamente.
Hemos hecho realmente de todo: tomar el sol, leer, dormir, hacer compras, pasear, comer, beber, reirnos, hacer turismo, no hacer nada, tener largas charlas, y largos silencios también, de los que se aprende mucho.
Aparte de relajarnos, y olvidarnos de la gran ciudad, este tipo de escapadas vienen muy bien para desconectar del día a día y conocerse mejor en otros escenarios.
Me ha encantado cogerme vacaciones e ir a un lugar de turismo y playa fuera de temporada. Se tiene una percepción del lugar, y se disfruta de una forma completamente distinta.
He vuelto muy relajado, y supongo que ese era uno de los objetivos principales.
Además creo que ha sido mutuo, y no sólo yo he disfrutado mucho estos días.
Todo ha resultado perfecto, hemos tenido días de sol y días de lluvia, que tan bienvenidos eran, aunque lo más triste evidentemente ha sido volver a comprobar lo injusta que es la vida.
Lamentablemente ha coincidido que mientras que nosotros estábamos en una ciudad reflejo de la sociedad más edonista y vanidosa (¡esos mármoles, esas palmeras, por dios!), pasábamos el día dando paseos por ese centro del lujo y la ostentación llamado Puerto Banús, lleno de ingleses y otros turistas caprichosos, pasando de tienda en tienda, admirando todas esas marcas de lujo, y esos yates excesivos, y nuestra principal preocupación todos los días al levantarnos (tarde) era ver si iba a llover o a hacer sol para poder bajar a la playa o no; ha habido numerosos desastres naturales (y otros como las migraciones en Africa, provocados por la desidia del hombre) que han vuelto a llevar desesperación, sufrimiento y muerte a diversos rincones del planeta. (Ha habido días en que leer un periódico u oir la radio parecía un puro ejercicio catastrofista y casi apocalíptico)
Es realmente triste, horrible y desesperante, y debemos ser plenamente conscientes de ello. Pero aparte de ayudar en lo que podamos, supongo que la principal lección que podemos aprender de todo esto es que debemos cambiar entre todos (y cada uno poniendo nuestro granito de arena) en nuestra percepción y relación que tenemos con el medio ambiente y con nuestra tierra y sociedad en particular. Todo lo que podamos hacer es importante.
Realmente debemos darnos cuenta de lo privilegiados que somos por haber nacido donde lo hemos hecho y por tener libertad y poder hacer lo que queramos en cada momento. Y también por poder llevar esta vida que tenemos.
Yo me siento privilegiado, y en este preciso momento en el que me siento pleno en muchos sentidos, no puedo sino valorar lo que tengo y preocuparme realmente por todo lo que está pasando en este mundo loco que hemos creado entre todos.
Por mi parte intento mejorar, concienciarme y hacerlo algo mejor cada día.
He pasado unos maravillosos días de vacaciones. Hemos tenido tiempo para hacer realmente lo que nos ha apetecido, y las expectativas se han cumplido ampliamente.
Hemos hecho realmente de todo: tomar el sol, leer, dormir, hacer compras, pasear, comer, beber, reirnos, hacer turismo, no hacer nada, tener largas charlas, y largos silencios también, de los que se aprende mucho.
Aparte de relajarnos, y olvidarnos de la gran ciudad, este tipo de escapadas vienen muy bien para desconectar del día a día y conocerse mejor en otros escenarios.
Me ha encantado cogerme vacaciones e ir a un lugar de turismo y playa fuera de temporada. Se tiene una percepción del lugar, y se disfruta de una forma completamente distinta.
He vuelto muy relajado, y supongo que ese era uno de los objetivos principales.
Además creo que ha sido mutuo, y no sólo yo he disfrutado mucho estos días.
Todo ha resultado perfecto, hemos tenido días de sol y días de lluvia, que tan bienvenidos eran, aunque lo más triste evidentemente ha sido volver a comprobar lo injusta que es la vida.
Lamentablemente ha coincidido que mientras que nosotros estábamos en una ciudad reflejo de la sociedad más edonista y vanidosa (¡esos mármoles, esas palmeras, por dios!), pasábamos el día dando paseos por ese centro del lujo y la ostentación llamado Puerto Banús, lleno de ingleses y otros turistas caprichosos, pasando de tienda en tienda, admirando todas esas marcas de lujo, y esos yates excesivos, y nuestra principal preocupación todos los días al levantarnos (tarde) era ver si iba a llover o a hacer sol para poder bajar a la playa o no; ha habido numerosos desastres naturales (y otros como las migraciones en Africa, provocados por la desidia del hombre) que han vuelto a llevar desesperación, sufrimiento y muerte a diversos rincones del planeta. (Ha habido días en que leer un periódico u oir la radio parecía un puro ejercicio catastrofista y casi apocalíptico)
Es realmente triste, horrible y desesperante, y debemos ser plenamente conscientes de ello. Pero aparte de ayudar en lo que podamos, supongo que la principal lección que podemos aprender de todo esto es que debemos cambiar entre todos (y cada uno poniendo nuestro granito de arena) en nuestra percepción y relación que tenemos con el medio ambiente y con nuestra tierra y sociedad en particular. Todo lo que podamos hacer es importante.
Realmente debemos darnos cuenta de lo privilegiados que somos por haber nacido donde lo hemos hecho y por tener libertad y poder hacer lo que queramos en cada momento. Y también por poder llevar esta vida que tenemos.
Yo me siento privilegiado, y en este preciso momento en el que me siento pleno en muchos sentidos, no puedo sino valorar lo que tengo y preocuparme realmente por todo lo que está pasando en este mundo loco que hemos creado entre todos.
Por mi parte intento mejorar, concienciarme y hacerlo algo mejor cada día.
7 comentarios
Nader -
Veo que los comments no sólo interesan al dueño del blog...
De Julio Iglesias, joder! ya decía yo que de qué me sonaba esa frase...
Hay que plantearse, cuestionarse y denunciar todo aquello que nos incomoda, precisamente porque sólo se vive una vez y la vida son dos días.
lifeonmars -
Vengador, Humm...! No sé quién eres, pero no, no soy cura, y no me ponen para nada los curas. Pienso que en este mundo en que vivimos si no te planteas esas cosas vamos mal. De todas formas debo reconocer que la entrada me salió un poco monjil.
Telecine, es cierto, me da la impresión que nuestros pensamientos iban por el mismo camino, pero es que es lógico que nos sintamos chicos suertudos con lo que tenemos, ¡y con la que está cayendo! (¡y yo con estos pelos!). Además se te entiende perfectamente porque todo lo que dices lo haces bonito.
Sí, sí, hablamos hoy para quedar esta noche o el Sábado, o incluso el Domingo para tapear por la latina con cine después (¿han estrenado ya las "Broken flowers" de Jim Jarmush?)
A mi me va bien cualquier día. Ya concretamos.
Xabi, qué bien te ha quedado esa frase tan julioiglesias. ¡Además venía que ni pintado con el escenario donde he pasado mi puente! ¡Qué inspirao estás siempre, leñe!
Sí, ha sido bastante romántico y tal. Muy bien toda esa parte.
Me encanta que hagas anuncios "concienciados", aunque a los glamurosos no los olvides tampoco, ¿eh? Je, je, je.
Te llamo luego.
D, muchas gracias. Me ha encantado el chat que te montaste el otro día con Nader. ¡Muy bueno!
d de d&p -
Xabi -
¡Aaaay Marbella... que lugar más romántico :-))))!
Bueno, yo a mi modo he contribuído a recaudar fondos para Pakistán y Guatemala con un par de anunciejos para prensa (en mi trabajo llevamos Cruz Roja). En una de las cuentas bancarias estuve a punto de poner la mía pero al final me dió no-se-qué.
En cuanto a lo de la cena podría estar bien, pero el sábado quizás tenga una...
telecine -
¿Hablamos con Xabi y Depard para una cenita este finde?
vengador -
mogkumo -
ojalá todos tuvieramos un poco de esa conciencia