Les maisons en Belgique....
Lo malo de tener este medio de comunicación es que en cuanto te despistes se te pasan los dias y no te da tiempo de escribir, y esto es como todo, cuanto más tiempo pasa y más lo vayas dejando, pués se te van acumulando las cosas que contar. Es realmente como la vida misma. Como no te subas al tren en marcha de la vida, o sigues a su mismo ritmo o te tienes que apear de él. Y por supuesto debemos seguir el ritmo que nos va dando la vida.
Con todo esto quiero decir que ya estoy de vuelta a Madrid, y todavía me quedan un montón de cosas que contar sobre mi viaje a Bélgica. ¡Si la última vez que actualizé fue el Domingo por la noche! Mon dieu!
...Pués eso, que el Lunes pasé todo el día en la Feria de Art Brussels, y pasaré sobre ello como pasé yo mismo por la feria, muy rápido. La verdad es que comparada con otras ferias de Arte Contemporáneo, esta es todavía un poco pequeña. Resulta como un poco provinciana. Pero lo bueno es que es pequeñita y se ve pronto, y la verdad es que no tiene nada que ver con Arco, donde todo es ruido, color y mucho bullicio. Pero bueno, supongo que eso forma parte de nuestra forma de ser. Y los belgas son distintos. Es decir los colores negro, marrón y gris, eran los que más predominaban entre el público. Aún así, se ven algunas cosas interesantes, por supuesto.
Lo mejor de todo fue sobre todo ver a Christophe, y su stand tan bonito. La verdad es que fue toda una alegría verle, y sobre todo al constatar lo contento que se puso al verme. Estuve a punto de comprarle un cuadro a Chloé, pero bueno, supongo que el precio, y mi deseo de no gastar mucho dinero esta vez, me contuvieron. La foto era preciosa, eso si, y ahora me arrepiento un poco. Pero bueno, otra vez será.
Otro de los puntos buenos de la feria fue que nada más llegar me dieron una bolsa con todo lo necesario para disfrutarla a tope: con catálogo, invitaciones a exposiciones y copa de champagne incluida. No en vano tenía tarjeta vip, e incluso Christophe me informó que estaba en la lista de "las personas que contaban algo en la feria" (por lo menos entre los coleccionistas). Je, je, je.... En fin, que nunca se lo agradeceré lo suficiente.
Por la tarde Luc y yo nos fuimos a casa de Jo y Kaat porque estabamos invitados a cenar a su casa. No tengo palabras para describir cómo era su casa en Malinas. ¡Una de las más impresionantes que he visto en mi vida!. Con los típicos salones inmensos con techos interminablemente altos y espacios enormes. Con ese punto decadente y barroco que sólo Jo sabe dar a sus casas, como salida de las páginas de la revista Casa del Vogue Italia. Es decir, mezcla de película de Visconti, con esa elegancia italiana, un punto de estilo imperio francés, y esa dejadez y barroquismo noreuropeo, mezcla de neerlandés y alemán. ¡Alucinante!
Por supuesto hice miles de fotos, que aunque no serán nunca publicadas en ninguna revista de decoración, por lo menos espero que hayan salido bien.
Pero hablando de casas, por supuesto ninguna se puede comparar con la de Luc, que es la mejor y la más bonita del mundo (I know you will be reading this, Je, je, je....!). Es una de las personas con más gusto que he conocido, y nadie como él podría haber convertido una casa de campesinos flamencos en un palacio como el que tiene. Su salón, su invernadero y su jardin no tienen comparación con nada....
Nunca me cansaré de decir que en Bélgica existen algunas de las casas y edificios más bonitos que se pueden ver en este planeta. Con que te guste un poco la arquitectura y mirar edificios bonitos, en Bélgica se disfruta muchísimo. Por supuesto a mi me gusta mucho.
Y esos jardines que te cruzas por cualquier parte no se encuentran en muchos otros sitios. Por lo menos, la lluvia tiene algo bueno, y es que todo está tan verde y las flores son tan bonitas gracias a que allí llueve tanto.
Especialmente en este viaje he disfrutado muchísimo de los jardines y flores, especialmente me han gustado los cerezos de japón del Josaphat Parc.
Esa noche de lunes fue muy divertida. Me encantó conocer a Lucas. Es muy simpático y abierto, y nos reimos mucho. Por supuesto trás la cena nos fuimos a descubrir la noche de Malinas (¡un Lunes por la noche a la una y media de la mañana!), y acabamos en un barucho de estudiantes en el Groote Markt, bebiendo cervezas y riéndonos de Jo hablando español (de hecho, su forma de hablar español era acabar en "os" cada palabra que decía en inglés o francés). Nos reimos un montón, y acabamos bailando y poniéndo la música que nos daba la gana ante el beneplácito del dueño del bar. Lo cerramos a las cuatro y media de la mañana.
Los últimos dos días, o día y medio, o dos medios días, que me quedaban, los dediqué a dar las últimas vueltas por la ciudad, visitar museos, galerías (por cierto, moló un montón el espacio de la Galerie Porte 11 en las Galerías Ravenstein), hacer compras (descubrí dos de mis tiendas favoritas de los últimos tiempos en la Rue Antoine Dansaert) y despedirme de los amigos.
Quisiera dar de nuevo las gracias a Luc por ser tan buena persona y por ser el ser más generoso que he conocido (1,000 thanks!).
La vuelta estuvo muy bien. Pero como esperaba, el día en la oficina de hoy ha sido horrible. Mucho trabajo. Pero bueno, ya pasó, y tampoco fue para tanto.
Esta noche quedé con R, que se va precisamente este Sábado por tres meses a Bruselas con una beca, y tenía que contarle muchísimas cosas y darle direcciones, consejos, etc. Espero que de verdad se lo pase estupendamente y haga muchos contactos y amigos, en todos los sentidos.
Ya sólo tengo ganas de que pase medio día de mañana para poder por fin disfrutar del conciertazo de mañana (¡o de esta noche ya!): La gira Varietés de Fangoria con La Prohibida y Las Nancys Rubias como teloneros. ¡No puedo esperar más! ¡Me apetece un montón! Pero supongo que ese será uno de los temas principales de mi página del Sábado.
Por cierto, Sylvie, muchísimas gracias por tus palabras de ánimo y felicitación por mi blog. Me han gustado mucho, e incluso me han emocionado. Nos vemos muy pronto.
De verdad, si no fuera por mis amigos no hubiera escrito esto nunca. Merci beaucoup....!
Con todo esto quiero decir que ya estoy de vuelta a Madrid, y todavía me quedan un montón de cosas que contar sobre mi viaje a Bélgica. ¡Si la última vez que actualizé fue el Domingo por la noche! Mon dieu!
...Pués eso, que el Lunes pasé todo el día en la Feria de Art Brussels, y pasaré sobre ello como pasé yo mismo por la feria, muy rápido. La verdad es que comparada con otras ferias de Arte Contemporáneo, esta es todavía un poco pequeña. Resulta como un poco provinciana. Pero lo bueno es que es pequeñita y se ve pronto, y la verdad es que no tiene nada que ver con Arco, donde todo es ruido, color y mucho bullicio. Pero bueno, supongo que eso forma parte de nuestra forma de ser. Y los belgas son distintos. Es decir los colores negro, marrón y gris, eran los que más predominaban entre el público. Aún así, se ven algunas cosas interesantes, por supuesto.
Lo mejor de todo fue sobre todo ver a Christophe, y su stand tan bonito. La verdad es que fue toda una alegría verle, y sobre todo al constatar lo contento que se puso al verme. Estuve a punto de comprarle un cuadro a Chloé, pero bueno, supongo que el precio, y mi deseo de no gastar mucho dinero esta vez, me contuvieron. La foto era preciosa, eso si, y ahora me arrepiento un poco. Pero bueno, otra vez será.
Otro de los puntos buenos de la feria fue que nada más llegar me dieron una bolsa con todo lo necesario para disfrutarla a tope: con catálogo, invitaciones a exposiciones y copa de champagne incluida. No en vano tenía tarjeta vip, e incluso Christophe me informó que estaba en la lista de "las personas que contaban algo en la feria" (por lo menos entre los coleccionistas). Je, je, je.... En fin, que nunca se lo agradeceré lo suficiente.
Por la tarde Luc y yo nos fuimos a casa de Jo y Kaat porque estabamos invitados a cenar a su casa. No tengo palabras para describir cómo era su casa en Malinas. ¡Una de las más impresionantes que he visto en mi vida!. Con los típicos salones inmensos con techos interminablemente altos y espacios enormes. Con ese punto decadente y barroco que sólo Jo sabe dar a sus casas, como salida de las páginas de la revista Casa del Vogue Italia. Es decir, mezcla de película de Visconti, con esa elegancia italiana, un punto de estilo imperio francés, y esa dejadez y barroquismo noreuropeo, mezcla de neerlandés y alemán. ¡Alucinante!
Por supuesto hice miles de fotos, que aunque no serán nunca publicadas en ninguna revista de decoración, por lo menos espero que hayan salido bien.
Pero hablando de casas, por supuesto ninguna se puede comparar con la de Luc, que es la mejor y la más bonita del mundo (I know you will be reading this, Je, je, je....!). Es una de las personas con más gusto que he conocido, y nadie como él podría haber convertido una casa de campesinos flamencos en un palacio como el que tiene. Su salón, su invernadero y su jardin no tienen comparación con nada....
Nunca me cansaré de decir que en Bélgica existen algunas de las casas y edificios más bonitos que se pueden ver en este planeta. Con que te guste un poco la arquitectura y mirar edificios bonitos, en Bélgica se disfruta muchísimo. Por supuesto a mi me gusta mucho.
Y esos jardines que te cruzas por cualquier parte no se encuentran en muchos otros sitios. Por lo menos, la lluvia tiene algo bueno, y es que todo está tan verde y las flores son tan bonitas gracias a que allí llueve tanto.
Especialmente en este viaje he disfrutado muchísimo de los jardines y flores, especialmente me han gustado los cerezos de japón del Josaphat Parc.
Esa noche de lunes fue muy divertida. Me encantó conocer a Lucas. Es muy simpático y abierto, y nos reimos mucho. Por supuesto trás la cena nos fuimos a descubrir la noche de Malinas (¡un Lunes por la noche a la una y media de la mañana!), y acabamos en un barucho de estudiantes en el Groote Markt, bebiendo cervezas y riéndonos de Jo hablando español (de hecho, su forma de hablar español era acabar en "os" cada palabra que decía en inglés o francés). Nos reimos un montón, y acabamos bailando y poniéndo la música que nos daba la gana ante el beneplácito del dueño del bar. Lo cerramos a las cuatro y media de la mañana.
Los últimos dos días, o día y medio, o dos medios días, que me quedaban, los dediqué a dar las últimas vueltas por la ciudad, visitar museos, galerías (por cierto, moló un montón el espacio de la Galerie Porte 11 en las Galerías Ravenstein), hacer compras (descubrí dos de mis tiendas favoritas de los últimos tiempos en la Rue Antoine Dansaert) y despedirme de los amigos.
Quisiera dar de nuevo las gracias a Luc por ser tan buena persona y por ser el ser más generoso que he conocido (1,000 thanks!).
La vuelta estuvo muy bien. Pero como esperaba, el día en la oficina de hoy ha sido horrible. Mucho trabajo. Pero bueno, ya pasó, y tampoco fue para tanto.
Esta noche quedé con R, que se va precisamente este Sábado por tres meses a Bruselas con una beca, y tenía que contarle muchísimas cosas y darle direcciones, consejos, etc. Espero que de verdad se lo pase estupendamente y haga muchos contactos y amigos, en todos los sentidos.
Ya sólo tengo ganas de que pase medio día de mañana para poder por fin disfrutar del conciertazo de mañana (¡o de esta noche ya!): La gira Varietés de Fangoria con La Prohibida y Las Nancys Rubias como teloneros. ¡No puedo esperar más! ¡Me apetece un montón! Pero supongo que ese será uno de los temas principales de mi página del Sábado.
Por cierto, Sylvie, muchísimas gracias por tus palabras de ánimo y felicitación por mi blog. Me han gustado mucho, e incluso me han emocionado. Nos vemos muy pronto.
De verdad, si no fuera por mis amigos no hubiera escrito esto nunca. Merci beaucoup....!
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