Chúpate, chúpate...
... el dedo!!!
El sábado fui al cine con Cosimo a ver una estupenda película, llamada THUMBSUCKER, algo así como "el que se chupa el dedo".
Y aunque aparentemente es "la nueva peli indie norteamericana del año/con actores de calidad/y premio en Sundance incluido", que suele llegar cada año a nuestras carteleras, ésta además está bastante bien.
La historia del adolescente que a los diecisiete años se sigue chupando el dedo, como si fuera un niño, sirve como metáfora sobre la madurez y sobre saber sobrevivir a tu familia.
Es una agridulce comedia sobre las complejas relaciones entre padres e hijos, pero además también es una profunda reflexión sobre el hecho de madurar y hacerse mayor, sobre lo que la sociedad espera de tí, sobre las relaciones sociales en nuestro mundo actual, y sobre todo tipo de adicciones, porque aquí hay muchos adictos, no sólo a la droga, sino también adictos a la fantasía.
Para ser norteamericana, la peli da mucha caña a muchos de los valores que más duelen a esa sociedad. Aquí hay madres insatisfechas, padres que han perdido su tren en la vida, profesores enamorados de sus alumnos, dentistas hippies y alucinógenos (¡¡ese Keanu Reeves!!), adolescentes que quieren ser felices, estrellas de la televisión adictos a la cocaina, hermanos pequeños repelentes, adolescentes porreros, etc, etc. Es decir, todo aquello que la sociedad bienpensante no quiere ver, o de lo que no quiere saber nada, pero que precisamente hace la vida mucho más interesante.
El sábado fui al cine con Cosimo a ver una estupenda película, llamada THUMBSUCKER, algo así como "el que se chupa el dedo".
Y aunque aparentemente es "la nueva peli indie norteamericana del año/con actores de calidad/y premio en Sundance incluido", que suele llegar cada año a nuestras carteleras, ésta además está bastante bien.
La historia del adolescente que a los diecisiete años se sigue chupando el dedo, como si fuera un niño, sirve como metáfora sobre la madurez y sobre saber sobrevivir a tu familia.
Es una agridulce comedia sobre las complejas relaciones entre padres e hijos, pero además también es una profunda reflexión sobre el hecho de madurar y hacerse mayor, sobre lo que la sociedad espera de tí, sobre las relaciones sociales en nuestro mundo actual, y sobre todo tipo de adicciones, porque aquí hay muchos adictos, no sólo a la droga, sino también adictos a la fantasía.
Para ser norteamericana, la peli da mucha caña a muchos de los valores que más duelen a esa sociedad. Aquí hay madres insatisfechas, padres que han perdido su tren en la vida, profesores enamorados de sus alumnos, dentistas hippies y alucinógenos (¡¡ese Keanu Reeves!!), adolescentes que quieren ser felices, estrellas de la televisión adictos a la cocaina, hermanos pequeños repelentes, adolescentes porreros, etc, etc. Es decir, todo aquello que la sociedad bienpensante no quiere ver, o de lo que no quiere saber nada, pero que precisamente hace la vida mucho más interesante.
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