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lifeonmars

M.A.: La "Crítica" definitiva

Mucho se ha hablado (y criticado) últimamente sobre la nueva película de Sofía Coppola.

La mayoría de las críticas han sido nefastas, y realmente duras, sobre la María Antonieta que ha querido enseñarnos la norteamericana. Se ha oido de todo, y algunas hasta me han hecho reir, por lo exagerado. Como esta, por ejemplo.

Pero creo que de verdad poca gente ha dado en el clavo y ha llegado tan bien al espíritu de lo que la Coppola quería transmitirnos con esta película como este señor que hace su crítica de cine para La Guia del Ocio:


SOFÍA COPPOLA SE SALTA A LA TORERA LAS CONVENCIONES DEL BIOPIC HISTÓRICO CON UN DELICIOSO RETRATO DE LA FRIVOLIDAD CONGÉNITA DEL ABSOLUTISMO MONÁRQUICO

La austriaca (como la conocían las maledicencias palaciegas) no tenía tiempo para acordarse del espacio exterior. Versalles era una isla de opulencia en el centro de una Francia famélic, pero sus fastuosos inquilinos bastante tenían con mirarse el ombligo, emperifollarse y ataviar sus pelucas-muebles para ser (ellas) las más divinas entre las divinas. Esa era la Francia, el París pre-revolucionario de María Antonieta y ése es, en consecuencia el París hedonista y ofensivamente frívolo de Sofía Coppola que no pretende desentrañar la paradójica trascendencia del contexto dieciochesco, ni hacer justicia al tiempo ni a la turba miserable, sino asimilar la perspectiva adolescente de la efervescente delfina/reina de un universo flotante con las horas contadas. Si el objetivo de la directora de Lost in Translation apuntara a los rostros desencajados del tercer estado, si estudiara causas y porqués de la impresentable dicotomía clasista de aquella Francia con cuatro gatos encerrados en las menudencias infames de la vida padre y el resto rumiando hambre y úlceras por el disgusto, María Antonieta sería el biopic histórico estándar que no es ni, afortunadamente, quiere ser.

Ni la reina ni Luis XVI veían más allá de las tribulaciones intramuros de su paraíso rococó y a Coppola le interesa ese punto de vista. Por eso visionar esta deliciosa insolencia cinematográfica es como hojear el último ejemplar del Vogue, o deleitar oídos con cuchicheos de última generación sobre vanidades contemporáneas de primera plana. Las inconveniencias existenciales de la joven monarca, aparte del tedio de vivir esclava de semejante paranoica etiqueta, son las mismas que las que nos desnuda la telebasura de turno informándonos de las compras, quizá frustradas, de la no menos efervescente, por poner un ejemplo X, Victoria Beckham. Ahora bien, quedarse en toda la fanfarria esteticista, en esa voluntariosa frivolité ciertamente escandalosa y amarillenta, en la eléctrica irreverencia de la deliciosa banda sonora neo-romántica, en la guinda y en la nata, es quedarse en el umbral de la puerta de una de las películas más lúcidamente antimonárquicas de ahora y de siempre, más desoladora por la panorámica decadente que sugiere de un microcosmos de la alta política europea que en el mundo fue y sigue siendo y, en contra de lo que sugieren las crónicas más superfluas, uno de los alegatos, fuera de campo eso sí, más maduros y lapidarios pro ilustración y pro inercia revolucionaria. La María Antonieta de Coppola ¿magnífica Kirsten Dunst- es un personaje patético víctima de una cultura que acabó sucumbiendo a su penúltimo ocaso (el último aún colea) entre fiestas padre, cacerías y banquetes a mayor gloria, si se terciaba, del último mono de la corte. Esa tenebrosa e inconsciente soledad glotona, empachada por la retahíla permanente de lujos asiáticos y destellos de una grandeur pervertida son, en realidad, la rúbrica rebelde, el canto del cisne de un universo en el que se estaba poniendo el sol y del que la divina María Antonieta fue mártir y estertor.

Inolvidable el plano final en los alrededores de un crepúsculo en carroza con los dos reyes eternamente adolescentes empapándose de la última luz de su perpetua bacanal de privilegios. Ése es el quid de la cuestión; María Antonieta es un producto infinitamente más complejo de lo que sugieren sus barrocas estampas (prodigioso el diseño de vestuario y el babilónico diseño de producción). Un ejercicio de vanguardismo de naturaleza y estilo en el contexto (y eso muchos no lo perdonan) del cine histórico tradicionalmente tan rígido, tan ortodoxo y academicista. Sofía Coppola perfila siendo ella misma hasta las últimas consecuencias uno de los mejores retratos del absolutismo monárquico europeo que el cine haya tenido a bien brindarnos en mucho tiempo. Y además provocando y sacando los colores a la ortodoxia.

Roberto Piorno


Esto es una crítica de cine en condiciones y con fundamento. Y lo demás son meras aproximaciones, ¡hombre, ya....!

Jajajaja.....


PD: Besos para los que no os haya gustado la peli. ¡Ya sabéis cuánto me gusta polemizar! ;-)))

5 comentarios

Mrs. de Winter -

Esoy de acuerdo con Cósimo, la única pega es que no emociona, y que pocas veces llegas a emapatizar con algún personaje. Aunque luego, digiriendola he descubierto lo que sospechaba que SC será una pija y una snob (otros son otras cosas) pero es inteligente, sabe escribir muy bien guiones y tiene sentido del humor.

De todas formas, entiendo hasta cierto punto las críticas que la tachan de frívola. Vale, no refleja bien lo que pasaba fuera de palacio (¿realmente lo sabía la Reina? creo que la peli va sobre ella), pero criticar (como en el fondo hacen muchos) que no reivindique explicitamente los valores de la RF...¡Venga hombre! que si quiere hacer una peli sobre MA la hace, sólo faltaba que tuviera que pagar el peaje de enforcarla ensalzando la RF. Obviamente no estoy en contra de la RF, ni nada de eso, pero el próximo que la cuente, que lo haga de verdad, y que refleje que el pueblo llano (el que tenía hambre) se quedó tal cual: pobre y con hambre. Para variar.

Y en lo de que las pelis de SC no tienen guión ya ni me meto, si la gente no distinguen entre guión y dialogo, apaga y vámonos.

Y eso que la peli está muy lejos de Lost in traslation, pero como producción es buena, no sólo son trajes y música. En mi opinión, claro.

UN besazo lifeonmars

MM -

¿ Y todo eso tan bonito no se podía haber contao en una hora y cuarto como mucho? Porke mira ke se hace pesada, y hay escenas ke se repiten como cuatro veces en las ke sólo cambia el vestuario, y los tres cuartos de hora finales se me hicieron eternoooooooooooooooooos. Reconozco ke soy megafan del artificio, lo rococó y lo recargado, pero con ritmo, please; ke pa aburrirse ya está la vida.
Despues de ver la peli cada vez tengo más claro ke Sofia sabe como contar las cosas, pero el problema es ke no tiene ke contar, y pa mí eso es imperdonable.

1flash -

Pues ya lo dice la crónica: una peli para los amantes del Vogue y de la Telebasura. Luego está lo de la imaginación del crítico:
"uno de los alegatos, fuera de campo eso sí, más maduros y lapidarios pro ilustración y pro inercia revolucionaria". Y tan fuera de campo, tanto, tanto, que se traslada a la buena voluntad y a la imaginación del crítico. ¿No será que la película es tan superficial y está tan vacía, que hay quién solo puede explicarse tanta banalidad pensando que es intencionada y esconde algo genial?. Si fuera así, que no lo creo, yo, qué quieres que te diga, prefiero las películas donde la genialidad estalla y rompe la pantalla, no las que hay que imaginarla, con muchísssssima buena voluntad, fuera de campo. Un besote

Cosimo -

A mí me sucede lo contrario, cuanto más pienso en la película más me gusta. Hay una cosa que ha jugado totalmente en contra de este film y es que no emociona.
El espectador quiere salir de la sala con la película hecha papilla en su estómago y que la experiencia le haya conmovido o hecho reír. Y Maria Antonieta no logra ni lo uno y mucho menos lo otro.
Es en la frialdad en que te deja la película donde se encuentra su fuerza, donde la Coppola ha apostado fuerte y ha acertado.
Esta directora me encanta, entre otras cosas porque sus películas siempre narran historias de puertas para dentro (en los planos emocional y físico). Son como contemplar un lago helado bajo cuya superficie de hielo hay variedad de especies.
Yo fui de los que a la salida del cine le dí un aprobado. A día de hoy le pongo un sobresaliente.

Reservoir Blog -

Me siento halagada de que te rieras con mi crítica, es lo que pretendo claro. Es exagerada sí, pero cuanto más tiempo pasa, menos me gusta la película. Me ha gustado la tuya, auqnue no la comparto, claro.