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lifeonmars

Eclipse anular y del corazón (¡ya puestos!)

Ayer Martes tuve Bilbao de ida y vuelta. No es que me hiciera un yo-yo con la ciudad y la lanzara de arriba a abajo, sino que pasé el día allí en viaje de negocios.

Estuvo muy bien, pero antes de comentarlo pasemos por alto el Lunes. No sé si fue por el eclipse del anillo ese de los cojones, o por su influencia que tuvo en mí y en todos nosotros, pero realmente fue un día horrible, por lo menos para mí.
Todo lo que hice, hablé o comenté me salió mal. Y para rematar, tuve una cena/despedida de noche nefasta, llena (aunque involuntariamente) de improperios, malentendidos y falta de comunicación. Supongo que provocado por mi cansancio y/o la electricidad del ambiente trás el paso de ese eclipse. Menos mal que hasta dentro de no sé cuántos miles de años no volverá a pasar otro (je, je, je...).

Sea como fuere el día pasó y el Martes se presentó muchísimo mejor. ¡Dónde va a parar!
Me levanté temprano para ir al aeropuerto, y estaba tan cansado que creo que me quedé dormido antes de que el avión despegara, y abrí los ojos para divisar ese aeropuerto tan blanco y coqueto con forma de paloma y rodeado de mucho verde, que tienen en Bilbao.
Ibamos cuatro (4) compañeros de Madrid, y pasamos toda la mañana en reuniones y charlas con otros compañeros de Bilbao, pero de una forma bastante distendida y amena (¡así da gusto hacer negocios!), con lo cual el día pasó de una forma rápida.
A las tres (3) de la tarde comilona en uno de esos resturantes caseros vascos (de nombre tan raro) donde se come tan bien, seguida de un agradable paseo por la ciudad, para admirar de nuevo la ría, los puentes, el museo de arte contemporáneo que ha cambiado la cara de Bilbao, y toda esa parte.
Creo que dormí todo el trayecto de vuelta en avión.

A la llegada a Madrid me fuí rápidamente en taxi hacia el hotel donde se alojaba mi hermana, de visita en Madrid por unos días, y nos fuimos los tres (3) a comer. Así pués, presentación familiar y cena realmente distendida, amena y divertida. Lo pasamos estupendamente, con paseos en moto y delicias de pasteles de crema y nata recién traidos de Bilbao y todo. Una velada muy agradable.

Angeles me ha regalado un libro que me ha gustado mucho; la versión francesa de "El" gran libro de Truman Capote que recoge prácticamente toda su obra menor y menos conocida. Se llama "Nouvelles - Romans - Impressions de Voyages - Portraits - Propos", o sea, toda su obra excluyendo las novelas, y además tiene una portada preciosa.
Lo compró en un mercadillo en Bruselas allá por 1992, y me ha encantado.
¡Hay que ver lo que me conoce mi hermana!

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