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Alcalá de Henares, accidentado y redimido

Lo cierto es que esta semana he estado tan ocupado y tan cansado que prácticamente no he tenido tiempo para escribir.

Haré un resumen (lo más breve que pueda, aunque me va a resultar difícil):
El Lunes estaba tan cansado del Domingo que no hice nada por la noche. Leí y me acosté relativamente temprano. No tenía ganas de escribir aquí.

El Martes trás el trabajo me fui a cenar con JE, a quién no veía desde hacía un montón de tiempo. Tomamos el aperitivo en su casa, y después nos fuimos a cenar a unos de esos sitios de noodles por Chueca. Nos pusimos al día de nuestras cosas, y estuvo muy bien.

Ayer Miércoles había quedado con JB, que me convenció para ir a un concierto de Madredeus con unos amigos suyos: Paloma, Alberto y Jean-Luc. Quedé con ellos a las ocho (8), y salí corriendo de la oficina sin tiempo de cambiarme o de descansar siquiera.
El concierto era en Alcalá de Henares, el típico sitio que llevo cantidad de tiempo queriendo conocer y nunca había tenido la posibilidad. Fue una pena que no pude llamar a mi amigo P, que vive allí, pero todo fue tan rápido que ni siquiera me dió tiempo (pero después casi me alegré, porque el concierto fue muy accidentado, y hubiera sido un poco comprometedor meter a alguien en eso).
Dimos un paseo por el pueblo, cenamos en una taberna típica y nos dirigimos al concierto. Y hasta aquí todo normal, pero a partir de entonces sucedieron un montón de cosas surrealistas, realmente para no dar crédito:
En principio estabamos un poco acojonados porque el concierto era al aire libre, y había estado llovizneando un poco. O sea, que corriamos el riesgo de mojarnos. Al final no llovió. Menos mal.
Llegamos al sitio y había cambiado el emplazamiento. En un principio era en una huerta del Palacio Episcopal (pintaba precioso), pero al parecer había muchos pájaros y mucho ruido, y decidieron hacerlo en un parque, llamado O'donnell (el "parque del chorrillo" para los entendidos). Allí que nos vamos y nos enteramos que el concierto era a las diez y media (22'30 horas) en lugar de a las diez (22) tal como habíamos sido informados desde el principio. Hasta entonces bien, no pasa nada, las entradas eran numeradas y teníamos aún media hora frente a nosotros, así que nos fuimos a dar un paseo para disfrutar de las bellezas arquitectónicas del pueblo.
Volvimos justo diez (10) minutos antes de que empezaran, para constatar que nuestros asientos estaban ya ocupados por gente impresentable que no se querían mover. Fuimos a quejarnos a la organización y nos dicen que ha habido un problema y que en El Cutre Inglés (odio ese centro comercial/monopolio/horterada/llámalo x) han vendido entradas duplicadas con el mismo número de asiento. Atención, esto era un concierto organizado institucionalmente para celebrar el centenario de no sé qué de Cervantes (¡increíble pero cierto!). Así pués que casi todo el mundo tenía los números de sus asientos duplicados. Que no había asientos, vamos, o que casi todo estaba ya ocupado. A toda prisa nos tuvimos que pillar unos casi al final del todo; pero después constatamos que de allí no se veía tan mal.
Efectivamente no estaba del todo mal, pero por supuesto nada que ver con nuestra fila cuatro (4), según ponía en nuestras entradas, desde donde lo podríamos haber visto alucinantemente bien.
Además los asientos eran de madera y pequeños como para niños en un colegio de entreguerras. ¡Eran tan incómodos que te tenías que aguantar los brazos para no dar codazos al de al lado!

¡En fín, la gente saca y compra entradas con semanas de antelación para esto!

Trás el disgusto y mosqueo inicial nos empezamos a relajar para ver el concierto tranquilamente, cuando aparece el grupo, y se iluminan las luces. A esto que justo cuando uno de los guitarristas va a empezar con los primeros acordes a su instrumento, hay una especie de explotido, saltan los plomos del escenario y se queda todo (absolutamente todo el recinto) a oscuras.
¡No podíamos dar crédito! ¡Aquello no podía estar sucediendo! ¡Era totalmente surrealista!
La gente evidentemente no sabía cómo reaccionar, entre anonadada y cabreada.
¡En fín, todo muy a la española, como veis!

Intentamos tomárnoslo a las buenas maneras, y aguantamos pacientemente unos quince (15) o veinte (20) minutos hasta que por fín se hizo la luz y el grupo apareció (¡pobrecillos, me daban mucha pena, y además venir de Portugal para esto!). Desde entonces decidí que me caerían bien.
Así pués empezó el concierto como a las ¡once (23) de la noche!, y yo ya ni podía con mi cuerpo de tanto cansancio y con los zapatos de ir al trabajo, tan incómodos que eran.

Pero fue empezar a tocar (de verdad) y todo se nos olvidó. Son tan buenos que me hicieron olvidar el resto.
Es alucinante ver cómo con tres guitarras, un sintetizador y una chica a la voz (¡pero qué voz!) pueden hacer cosas tan bonitas. Su música me transportó a paisajes exóticos y lejanos, bueno, y a otros no tan lejanos. Me hicieron soñar, y me emocionaron.
Además tenían unos efectos de humo y luces muy buenos, que daban muy bien con la música, y que se disfrutaban mucho al aire libre, en la noche casi de verano tan bonita que se había quedado en Alcalá.

Me gustaron realmente mucho. Por supuesto conocía su música, pero nunca los había visto en directo.
Los cuatro señores son un poco grises y aburridos, pero ella es alucinante. Tiene una presencia y un misterio en el escenario increibles. Desde esa noche me he enamorado yo también de Teresa.

En fin, todo muy bonito, pero acabó a la una (1) de la mañana, y todavía teníamos que salir de allí y volver a casa, aunque la vuelta no fue tan difícil ni agotadora como me temía. Agradecí realmente que me trajeran en coche hasta casa, y estaba en la cama como a las dos y cuarto (2'15), lo que no está nada mal para un Miércoles noche. Además sabiendo que al día siguiente tenía que trabajar mucho.

Los amigos de JB me cayeron muy bien, y todavía recuerdo lo mal que lo pasó el pobre Jean-Luc, a quién el concierto no le gustó nada, y se pasó toda la noche durmiendo (mal) y sufriendo.

En fín, noche inolvidable.

Además esta semana, el Miércoles, se incorporó el nuevo chico que voy a tener trabajando en mi departamento, Fernando, y he tenido que estar muy encima de él, presentándole a todo el mundo, explicándole cosas y tal.
Pero ningún problema. Todo muy bien en ese sentido. Me da buen feeling, y creo que podremos trabajar muy bien.

Creo que ahora sí que me voy a dormir, porque además mañana tengo visita durante cuatro (4) días, y tendré que estar un poco en forma porque saldremos mucho por ahí para conocer Madrid y hacer turismo. Vienen cinco (5) amigos de Bélgica: Luc, Dick, Jossiane, Dieter y Anne, así que saldremos mucho a cenar, a beber, a disfrutar Madrid y a pasarlo bien.

Seguiré escribiendo cuando pueda.

1 comentario

Telecine -

Qué aventuras... Yo me hubiese dormido... Una cosa de lo de los comments de SENY, a mi me repatea. Mira que al principio me gustaba y eso, pero al poco tiempo se convirtió en lo que es, una serie muy machista y reaccionaria, en la que las tías a lo más que aspiran es a realizarse a través de los hombres. Lo de la frivolidad materialista hace gracia un rato, pero al final resultan super lelas. Por no hablar de cómo ponen a los personajes gays, es de vergüenza, debe ser la serie más homófoba! No sé, te veo muy entregado, lo mismo el final te gusta, a mi me dio rrrrabia...